Visitadores Derechos Humanos e investigadores de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) se encuentran en Nuevo Laredo para documentar la ejecución arbitraria del padre de familia, Josué Olarte Barba, ocurrida el pasado 29 de enero, por parte de elementos de la Sedena.
A petición Alejandra, esposa de la víctima la CNDH inició un expediente de queja con el número CNDH/2/ 8684 / 2019/Q, en contra del personal militar perteneciente al 16º Regimiento de Caballería Motorizada en Nuevo Laredo.
El grupo de visitadores de la CNDH se presentó este miércoles en los hospitales San José, General y de Especialidades para recabar informes médicos de la víctima, así como en las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Estado y en la Fiscalía General de la República, a fin de revisar las respectivas carpetas de investigación.
De acuerdo con información recabada por autoridades ministeriales, la víctima de esta ejecución arbitraria dio negativo en la prueba de rodizonato, lo que confirma no haber disparado ninguna arma de fuego.
Josué Olarte Barba, el padre de familia que militares dispararon en la cabeza, falleció la noche del miércoles 6 de febrero en el Hospital de Especialidades. Luego de permanecer ocho días internado en Cuidados Intensivos.
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El personal de la CNDH también acudió a terrenos de la colonia Virreyes, al poniente de Nuevo Laredo, para revisar el área en donde fue Olarte Barba herido con arma de fuego, aparentemente en medio de una confusión entre personal militar.
Mientras, investigadores de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se entrevistaron este jueves con familiares de la víctima a petición de Raymundo Ramos Vázquez, presidente de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, la ONG que denunció estos hechos ante funcionarios del gobierno de México.
ELGH