Las desapariciones se han convertido en uno de los principales problemas por atender en materia de seguridad en México. En la actualidad, se registran más de 110 mil personas desaparecidas y no localizadas, pero es Jalisco la entidad que destaca debido a que presenta los mayores niveles de incidencia a nivel nacional.
Los recientes casos de jóvenes desaparecidos en los municipios de Lagos de Moreno y Encarnación de Díaz han alertado a las autoridades y organizaciones una vez más sobre la urgencia de hacer frente ante tal crisis. Y es que, ambas situaciones se suman a un cúmulo de casos que no han sido resueltos y que, de manera probable, así permanecerán.
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En ese sentido, la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) a cargo de la Secretaría de Gobernación (Segob) ha documentado una extensa lista sobre la incidencia en la entidad por poco más de seis décadas (1962-2023). Así, de acuerdo con datos oficiales, en Jalisco actualmente se reportan 14 mil 876 personas desaparecidas y no localizadas.
Como parte de la estadística, la CNB también considera a las personas que alguna vez fueron reportadas como desaparecidas, pero que fueron ubicadas. Esta área se subdivide bajo dos condiciones: localizadas sin vida y con vida. Es decir, en el estado ya fueron encontradas 8 mil 973 personas, de las cuales 7 mil 645 estaban vivas y mil 328 fallecidas.
Jalisco registra números rojos en desaparición de personas
Pocas denuncias e incidencia del crimen organizado en el Estado, las claves de la crisis
Aunque se trata de un fenómeno que se presenta en todo el país, los índices se han concentrado en ciertas regiones y estados, entre ellos Jalisco. El papel del Estado mexicano —en sus tres niveles de gobierno— ha sido fundamental para que la entidad se ubique en los primeros lugares de incidencia en los delitos de mayor impacto social.
Si bien los niveles de violencia e inseguridad actuales tiene que ver con un contexto previo, las condiciones se han agravado debido a dos elementos centrales: impunidad y corrupción, como señala la doctora Carmen Chinas, investigadora y coordinadora del Comité Universitario de Análisis en materia de Desaparición de Personas de la Universidad de Guadalajara (UdG).
“Tanto la desaparición forzada como la desaparición cometida por particulares, tienen muy poca judicialización. Es decir, que hay pocas denuncias y procesos de carácter judicial (...) Esto lleva a una impunidad casi total, se puede cometer una desaparición y prácticamente el delito quedará impune”, refirió la académica en entrevista para Milenio.
En lo que respecta a corrupción, Chinas comentó que la filtración o presencia del crimen organizado en dependencias del gobierno como la propia Fiscalía sólo favorece a que los crímenes se cometan con mayor impunidad: “No pasa nada y se siguen cometiendo”, agregó.
A estos ejes, se añade la falta de una estrategia adecuada por parte de las autoridades. La académica puntualizó en la necesidad de conformar un plan integral que atienda los 360° de la situación jalisciense, no sólo en cuanto a investigación y búsqueda, sino también en relación con la prevención y atención desde instancias primarias.
Zona Metropolitana y Altos, las regiones con más desapariciones en Jalisco
La desaparición de cinco jóvenes en Lagos de Moreno o de cuatro mujeres en Encarnación de Díaz no son casualidad. Aunque las indagaciones se mantienen en desarrollo para esclarecer qué fue lo que pasó, resalta que ambos casos ocurrieron en dos de los municipios más inseguros de Jalisco en cuanto a desapariciones.
La incidencia a nivel municipal tiene una relación directa con el contexto demográfico de la entidad. Es decir, los mayores niveles se acumulan en donde la mayoría de la población se concentra: en el Área Metropolitana de Guadalajara, también conocida como AMG.
Sólo en lo que va del actual siglo (01 de enero de 2000 al 14 de agosto de 2023) la gran mayoría de la incidencia por Personas desaparecidas, no localizadas y localizadas se concentra en la AMG, que dentro del top 15 ubica a Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco de Zúñiga, Tlaquepaque, Tonalá, El Salto e Ixtlahuacán.
Después de la zona centro de estado, destaca los Altos, como la segunda región con más casos acumulados. En esta, se encuentran demarcaciones como Lagos de Moreno, Tepatitlán de Morelos, Arandas y Encarnación de Díaz.