Por captura de Ovidio Guzmán; en Jesús María lloran y sigue DUELO

Habitantes de ese poblado muestran empatía y recuerdan los apoyos que han recibido del hijo de El Chapo

(Especial)
José Antonio Belmont
Jesús María, Sinaloa /

No hay alguien, ni un solo poblador en Jesús María que se refiera a Ovidio Guzmán de manera negativa.

Y no es por miedo, la base social que tiene uno de los líderes del Cártel de Sinaloa en esta comunidad serrana de Culiacán -y quizá más allá- es de sorprender, pero se comprende cuando se conoce que el hijo del Chapo Guzmán se ha hecho cargo de responsabilidades que, durante décadas, los gobiernos declinaron.


“Eso sí le aseguro: tuvieron más ayuda de él que del gobierno, ¿y ahora qué vamos a hacer?”, sostiene Martha, tía de Ovidio Guzmán, quien en entrevista con MILENIO asegura y repite que su sobrino, de quien se refiere todo el tiempo como "Ovi", es una "buena persona" pero ante todo "servicial".
“Yo lo quiero como un hijo porque aquí cuando estaba chiquito venía y convivía con mis hijas, con todos los niños de su edad", evoca.
“Y pues yo no veo que haya sido un niño altanero a pesar de que siempre ha tenido la manera. Son unas personas muy buenas, serviciales, en primer lugar serviciales, porque toda la gente que tenía algo y no tenía con qué ir con el médico, ellos le ayudaban, le proporcionaban cómo curar a su familia”, abunda.

Martha, quien durante muchos años fue maestra de primaria y secundaria en Jesús María, pide que, tras la detención de Ovidio Guzmán López, haya paz, no sólo en el "rancho" sino en todo Culiacán y Sinaloa.

“Yo de todo corazón les deseo a los habitantes de Jesús María que se acuerden de Ovi y traten de portarse bien, como él les decía, y trabajen honradamente (...) que los niños no vean cosas que cuando estén grandes lo hagan también”, exclama.

La profesora Martha, como es conocida "en el rancho", considera que todo Jesús María va a extrañar a Ovidio Guzmán López.

"Lo están extrañando ya, porque dicen que sin él los trabajos no van a ser igual, ya van a tener que salir a buscar a otros lugares trabajo y no crea que aquí en Jesús María nada más, lo que es todos los alrededores, todas las comisarías, a ellos también ayudaban”, asegura.

Casada durante décadas con Melesio Pérez Rojo, quien una de sus sobrinas es la mamá de Ovidio Guzmán, la profesora Martha rechaza que en Jesús María siembren "esas cosas" y considera que si no se tienen oportunidades de otra clase de trabajo, "pues tienen que buscar la manera de adquirir lo necesario para el sustento de su familia”.

"Hay muchas cosas que podría decir en este momento pero será que por los nervios y que nunca me habían entrevistado...", enfatiza.

Pero quitando el parentesco, en esta comunidad rural de aproximadamente cinco mil pobladores, todos coinciden en que Ovidio Guzmán les daba trabajo "honrado".

"Si hacían una casa o una construcción nos decía: ‘Ahí trabajen plebes, ahí les vamos a pagar, no les vamos a dar mucho pero les vamos a pagar, van a comer, van a tener comida'; y eso es lo que tenemos de Ovi, es el corazón, ayuda al pueblo. El gobierno no nos ayuda como nos ayuda él”, afirma Isidro López, poblador de Jesús María.

Pero no sólo era el trabajo, también cuentan que el hijo del Chapo Guzmán les brindaba seguridad.

“Se llevaron a ese pobre muchacho, está nuevecillo, es el que nos ayuda a la gente aquí, no maltrata a nadie, nos trata bien. Él nos cuidaba, aquí había robos, nada más llegó aquí y ya todo está limpio.
"Aquí el muchacho se extraña, todos lo lloramos como una gente que se nos fue de las manos, ¡un niño!”, exclama.

Y aunque reconocen la presencia en el "pueblo" de "malandros" que vienen de fuera, aseguran que “a él lo cuidaban porque la gente lo quiere, lo apoya, lo queremos mucho”.

Otros pobladores como Mireyda Ramírez incluso aseguran que uno de los líderes del cártel del Pacífico "es una persona buena y no hacía ningún daño".

"Pasaba por mi casa, venía, nos visitaba y nos ayudaba para lo poco que podía y siempre nos trataba bien, para nosotros no es una persona violenta, es una buena persona", asevera.

Otra muestra más de este apoyo social a Ovidio Guzmán también se vio reflejado cuando decenas de pobladores caminaron hasta la casa del hijo del Chapo, ya para entonces resguardada por militares, y les exigieron que abandonaran la propiedad de Ovi.

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