Donald Trump y Emma Coronel, además de diversos traficantes que fueron sus aliados, siguen abrevando en la desgracia de Joaquín El Chapo Guzmán a un año del veredicto que lo declaró culpable de 10 cargos relacionados con crimen organizado y condenado a cadena perpetua.
Del juicio en su contra se desprendieron otros asuntos de interés público, como la detención del ex secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna y la revisión de al menos media decena de sentencias de criminales.
Si bien presuntos narcos en libertad usufructuaron los mercados dejados por El Chapo, otros presos en Estados Unidos vieron su juicio como la oportunidad parta aligerar sus condenas.
Así lo hizo Vicente Zambada Niebla, cuya colaboración con la DEA y la fiscalía tuvo su momento cumbre en los tres días que declaró contra su compadre y, como premio, el 30 de mayo de 2019 el juez de distrito en Illinois le concedió solo 15 años de cárcel, de los cuáles ya cumplió 11.
Otro que recibió beneficios por su testimonio fue Dámaso López Núñez, quien había sido condenado a cadena perpetua a finales de noviembre de 2018, sentencia que fue revisada el pasado 7 de febrero a petición del Departamento de Justicia.
A la misma medida se acogieron otros testigos como Lucero Guadalupe Sánchez, la ex diputada local panista, y Jesús Reinaldo Zambada García. En el caso de la chapodiputada, el juez Rudolph Contreras revisó en septiembre de 2019 si podía seguir su proceso en libertad dado el reclamo de sus abogados de que vivió “un infierno” al declarar contra quien fuera su amante.
El caso de El Rey Zambada permanece sellado y se ignora cuáles fueron los privilegios que obtuvo tras revelar los entresijos de la relación entre El Chapo y su hermano Ismael Zambada.
Este capo confesó que él y El Mayo sobornaron al ex funcionario mexicano Genaro García Luna, actualmente preso en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn a la espera de sentencia por tres cargos por narcotráfico y uno más por mentir a la autoridad migratoria.
Además, siete días después de que se dictó la sentencia de culpabilidad, Guzmán Loera recibió un permiso especial del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan para firmar un contrato civil donde cede los derechos de su imagen y propiedad intelectual a su esposa Emma Coronel, quien convirtió al apelativo “El Chapo” en una marca destinada a la explotación comercial. ¿El motivo? “Proteger para el futuro” de las gemelas que los unen a ambos.
Proceso penal en EU
“Para el cargo número uno, culpable”. Así inició su lectura el juez Brian Cogan un minuto después de anunciar que tenía listo el veredicto. Repitió la valoración para los nueve restantes en la corta sesión de 12 minutos durante los cuales el acusado mantuvo la vista clavada sobre los miembros del jurado.
Guzmán Loera recibió la condena con la quijada endurecida y destellos de tirria en la mirada, pero en la Casa Blanca a otro se le suavizaron las facciones: “Los fiscales del distrito este hicieron un trabajo increíble. Mucha gente hizo un gran trabajo con eso”, dijo Donald Trump sobre el que sería uno de los escasos triunfos judiciales de su administración.
En noviembre de 2019, el equipo que condenó a Joaquín Guzmán Loera, dirigido por Andrea Goldbar y en el que se hallaba también Michael Robotti (fiscal asistente principal en el caso García Luna), fue premiado por el Departamento de Justicia con el más alto honor que cada año se entregan a jueces y fiscales.
La apuesta de la DEA y de los fiscales de que guardar de por vida a El Chapo Guzmán en una cárcel estadunidense serviría como persuasivo para otros grandes capos, terminó siendo desmentida con los meses.
“La decisión del gobierno mexicano de extraditar a Guzmán a EU en enero de 2017” llevó a una competencia feroz del Jalisco Nueva Generación (CJNG), que se había separado del de Sinaloa en 2010. “Durante 2016 y los primeros meses de 2017 el rápido ascenso de CJNG supuestamente causó violencia creciente”, según el estudio “México: crimen organizado y organizaciones de narcotráfico”, difundido por el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos en agosto de 2019.