Desde hace seis años, detrás de los muros del penal de Tehuacán y sin sentencia se encuentra recluido José Barquín por un secuestro que afirma nunca cometió.
En entrevista con MILENIO, su hermano Adolfo Barquín y su madre Blanca Cruz relatan el viacrucis jurídico que han vivido tras su detención.
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“Nos destrozaron la vida, tal vez ellos (la Fiscalía) tengan galardones, pero mi familia la terminaron”, cuenta entre lagrimas y la voz entre cortada la madre de José.
La noche del 25 de enero de 2019, en Tehuacán, Puebla; elementos de la entonces Fiscalía De Secuestro y Delitos de Alto Impacto (FISDAI) rodeó la casa en la que festejaban el reciente nacimiento de su sobrino y con armas largas ingresaron al domicilio, ese, fue el inicio de la pesadilla. Frente a su esposa e hijos, José y otros cuatro hombres fueron arrestados.
Los ministeriales declararon que fue en flagrancia, cuando cobraban un rescate y aunque fue en la colonia Tepeyac, ellos dijeron que había sido en otro sitio, comparte a MILENIO Adolfo Barquín, hermano de José.
“La Fiscalía dice que los hechos se realizaron en otro lugar, o sea esa detención de mi hermano nunca existió, la verdadera detención de mi hermano que fue en la colonia Tepeyac nunca existió para la Fiscalía por decirlo así, ellos le hicieron un chaleco e inventaron que la detención de mi hermano fue saliendo de Tehuacán donde está la caseta a Madero… durante dos años se estuvieron peleando esas geolocalizaciones, al final de cuentas por 'x' o por 'y' no se lograron obtener porque siempre ponían obstáculo tras obstáculo 01 21
José también dijo a su familia, que ese mismo día fue víctima de tortura por parte de los elementos de la FISDAI.
“Se los llevan, me imagino que a las oficinas de FISDAI en Puebla, y es ahí donde empieza la tortura, dice que los meten en cuartos y empiezan a golpear a los demás, les dan toques en los testículos; cada cierto tiempo que estas tranquilo, porque dice que siempre estás parado y vendado y con los ojos cerrados, te dan tiros en las orejas, o sea entran y te dan tiros, te espantan, independientemente de las golpizas que te meten brutales y los toques”
Tras su detención sobrevino la pandemia y su juicio quedó en espera hasta el 2022; un año después los jueces vieron las inconsistencias en la carpeta de investigación y declararon nulo el juicio.
Y aunque la familia de la víctima de secuestro se desistió de la acusación, ninguno de los 5 detenidos fue liberado, describe Adolfo rodeado de su madre y dos de los hijos de su hermano José, quienes además fueron testigos de la captura de su padre.
“Sabemos que hay muchas inconsistencias en la carpeta y van a tener muchos errores, gracias a Dios porque todo está fabricado, entonces los jueces son imparciales, no pueden culpar ni a Fiscalía ni a la defensa, hacen un llamado al fiscal general para que ponga atención en esa situación y anulan el juicio porque hay deslealtad, entonces se anula el juicio y no nos dan fecha, es ahí cuando empezamos a manifestarnos porque pasaron casi 10 meses y no daban juicio”
Recientemente, el 18 de septiembre de 2024 su caso fue reabierto pero dos semanas después el Tribunal Colegiado determinó que los abogados de la Fiscalía como parte acusadora, no eran competentes por lo que fueron reemplazados.
En estos seis años la familia de José se fragmentó, su padre falleció el mismo día que concretó la venta de su casa para pagar abogados y hace unos días su hija de solo 15 años de edad fue intervenida quirúrgicamente para removerle un tumor cerebral.
“Sus hijos están solos, por la injusticia de no sé quién porque no puedo ni culpar a nadie, simplemente sé que me hijo fue detenido injustamente y les pido justicia… yo les pido a los jueces que ahorita va a empezar el juicio de mi hijo, les pido que me hagan el favor de hacer un juicio con verdad”, dice a MILENIO doña Blanca mientras ahoga los sollozos y hace un esfuerzo por contener las lágrimas.
La familia de José Barquín pide su liberación bajo pruebas de su inocencia que afirman están listos para presentar en el nuevo juicio y mantienen la esperanza que juntos puedan reconstruir la vida que les arrebataron.
RDR