Los dos hombres que murieron el pasado fin de semana durante el ataque contra un depósito en Ciénega de Flores fueron víctimas inocentes.
El hombre que atendía la tienda, de 36 años, tenía apenas dos o tres semanas laborando en el negocio, mientras que el segundo fallecido era un joven de 19 años que solo fue a comprar unas galletas.
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Este último identificado como Josué Alberto Álvarez Esparza, técnico en electrónica que recién había concluido la preparatoria, y planeaba estudiar Administración de Empresas en la Universidad.
Vivía a tan sólo una cuadra de donde le dieron muerte, en la colonia Santa Lucía, de Ciénega de Flores.
En su casa se quedaron esperándolo su mamá, sus cuatro hermanos, su abuela y su querida mascota, "Saulo", un pastor belga de un año de edad, que parece buscarlo entre las personas que se acercan.
La mañana del domingo 3 de septiembre, Josué Alberto se disponía a pagar un paquete de galletas en el local ubicado en la avenida Santa Lucía y David A. Cossío, cuando dos sujetos jóvenes comenzaron a disparar.
Mientras una clienta resultó ilesa, Álvarez Esparza falleció junto al mostrador, mientras que el dependiente, Arturo Álvaro Hernández, quedó sin vida sobre los escalones del acceso.
A Josué Alberto le gustaba el futbol. Le iba a los Tigres, y su ídolo deportivo era el exjugador argentino Damián Álvarez.
A causa de la tragedia, la madre del joven estudiante quedó endeudada por los servicios funerarios, por lo que pidió el apoyo de la ciudadanía y de las instituciones.
Quien desee apoyar al ama de casa, puede donar en la tarjeta:
Banco BBVA
4152 3137 0156 6486
A nombre de Diana Carolina Esparza Reyna
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