El caso de cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, Jalisco, ha conmocionado a la opinión pública. Aunque las autoridades mantienen activas las labores de búsqueda, el desenlace se torna desalentador ante los elementos que se han integrado a la carpeta de investigación.
Incomunicación total, cinco cadáveres, dos vehículos abandonados —uno de ellos calcinado junto a restos humanos— y una fotografía junto a un vídeo con material explícito como principal indicio de lo que sucedió, son parte de las pistas que pronostican lo peor ante una versión oficial que en evita hacer afirmaciones certeras.
Todo ello dentro de un contexto todavía más desmoralizante. El rapto de los jóvenes ocurre en Jalisco, el estado con mayor índice de desapariciones a nivel nacional y que se ubica en los primeros lugares en otros tipos de crímenes tal como los son homicidios dolosos, agresiones o feminicidios, por mencionar algunos.
Además, la entidad es conocida por ser bastión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), aunque también se ha detectado la presencia del Cártel de Sinaloa (CDS). Ambos grupos del crimen organizado guardan un vínculo directo con los niveles de violencia e inseguridad que se registran en territorio jalisciense (y en muchos otros más).
Jaime, Roberto, Diego, Dante y Uriel son los nombres de los cinco amigos —todos entre 19 y 22 años de edad— que decidieron acudir a la feria anual de Lagos de Moreno 2023, un sitio denominado como pueblo mágico y que funge como capital del municipio homónimo. Y lugar donde se les fue visto por última vez.
El recuento y la ruta en la que desaparecieron los jóvenes
De acuerdo con las autoridades y algunos familiares de los muchachos, la última comunicación que se tuvo con ellos fue el viernes 11 de agosto. Alertados por la situación, las familias emprendieron acciones para dar con los jóvenes.
El domingo 13, la Fiscalía del Estado intensificó los trabajos de búsqueda y dio con el paradero de uno de los dos vehículos en los que viajaban: un Volkswagen Jetta abandonado en los alrededores del Mirador San Miguel, locación en la que se tiene el último registro de donde estuvieron.
Un días después, la atención en el caso aumentó debido a la circulación de material gráfico del que se presume, las identidades de quienes aparecen corresponden a Jaime, Roberto, Diego, Dante y Uriel. El contenido, por demás explícito, dio cuenta sobre la cruda y brutal situación de la que pudieron haber sido víctimas.
Segundo auto y una finca, hallazgos claves
El martes 15, agentes ministeriales localizaron el segundo vehículo vinculado a los jóvenes y un domicilio que coincide con las características del sitio donde probablemente fue grabado el vídeo. Claves en la investigación, estos hallazgos reforzaron la hipótesis del trágico desenlace.
Sobre la carretera que conecta las localidades de Lagos de Moreno con Encarnación de Díaz, a la altura de la plaza Nuevo Milenio, las autoridades encontraron el segundo auto. Sin embargo, las condiciones en las que se encontró saltó las alarmas pues, dentro de él se encontraron restos calcinados de una persona.
Esa misma jornada también fue ubicada la finca en la que se estima, estuvieron los amigos. El lugar se encuentra en la colonia Orilla del Agua, al noroeste de la ciudad, y en él se recabaron más indicios pues los peritos encontraron más restos óseos que corresponderían a cuatros individuos.
Todos estos elementos fueron incorporados a la carpeta de investigación a falta de una determinación oficial sobre la identidad de los restos biológicos.
Tras acudir el jueves 18 a las fiscalía, uno de los padres de los jóvenes dijo no reconocer visualmente ninguno de los cuerpos que las autoridades analizan.