Con múltiples huellas de violencia y presuntos rastros de tortura fue como se localizó el cadáver de una mujer abandonado al interior de un pozo en Ahuatlán, Puebla; este hecho ya es investigado por las autoridades ministeriales para intentar identificar a la víctima y el móvil del crimen.
Según los reportes emitidos por las autoridades, fue durante las primeras horas del 10 de abril cuando vecinos del municipio de Ahuatlán llamaron al 911 para reportar que un olor fétido se originaba en un pozo de agua de la localidad.
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Tras el llamado, agentes de la Policía Municipal acudieron hasta el sitio referido en la comunidad de Patlanoaya, lugar donde inspeccionaron un pozo de cerca de 10 metros de profundidad, notando que un cuerpo humano se encontraba al fondo del mismo.
Por tal motivo, se dio aviso a la Fiscalía General del Estado (FGE) y a elementos de rescate de Protección Civil para llevar el cadáver hasta la superficie para su análisis. Tras las maniobras correspondientes, los cuerpos de atención utilizaron cuerdas y poleas para llevar los restos de la víctima que se encontraba en avanzado estado de descomposición debido al agua, hasta la parte superior del pozo.
Una vez en un lugar sólido, se corroboró que el cuerpo en cuestión pertenecía a una mujer que se encontraba envuelta en plástico y atada con cinta. Tras una primera revisión, se constató que la mujer, de quien no se cuenta con su identidad, presentaba múltiples huellas de violencia y aparentes signos de tortura.
Personal forense trasladó el cadáver hasta un anfiteatro regional para su análisis, mientras que agentes de investigación han abierto una carpeta en la Fiscalía para intentar agrupar todas las pruebas y análisis periciales, con la intención de conocer la identidad de la víctima y el móvil del crimen que se ejecutó en su contra.
AAC