En medio de estrictas medidas de vigilancia, Marcelina Cruz Hernández visitó en el penal de Santa Martha Acatitla a su hija Giovanna, presunta feminicida de la niña Fátima.
De acuerdo con la mujer, la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de Ciudad de México implementó diversas restricciones para garantizar la integridad de la procesada, quien ha recibido amenazas de muerte.
No pudo ni siquiera introducir los alimentos y agua que preparó para su hija, quien la madrugada del pasado sábado fue vinculada a proceso junto con su pareja Mario Alberto, por feminicidio y secuestro agravado.
Las autoridades penitenciarias emitieron una orden que le ha impedido a Giovana hablar vía telefónica con sus familiares.
Este martes logró ingresar como visita para saber las condiciones en las que está su hija.
La abogada Angélica Urbina insistió en su decisión de retirar el ofrecimiento de defensa particular gratuita para Giovana ante las amenazas que sufrió, pero podría recomendarle un bufete que la asesore sin costo alguno.
Sin embargo, sostuvo que lo más seguro es que la defensoría de oficio continué con el caso.
bgpa