El 4 de enero de 2014, Fernanda Sánchez Varela fue víctima de un probable feminicidio en el municipio de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, cuyo caso se quiso hacer pasar como suicidio y el probable responsable, su esposo, fue detenido siete años después, pero todavía espera sentencia; la madre busca que sea prisión vitalicia, ya que su hija incluso estaba embarazada al momento de la muerte, aunque teme que la justicia deje libre al acusado.
María Magdalena Velarde, madre de la joven de 18 años y que tenía un hijo, relató que desde un principio hubo irregularidades en el caso, ya que la familia de Fernanda nunca pudo ver el cuerpo al momento del hallazgo. "Van a recoger el cuerpo de mi hija y quien reconoce el cuerpo es la suegra de ella, en ningún momento, ningún familiar de Fer entramos a ver el cuerpo”, señaló la madre.
Quisieron manejarlo como suicidio
Según las primeras investigaciones y las declaraciones de quienes hallaron el cuerpo, familiares del esposo, manifestaron que la joven, quien incluso tenía un embarazo de cuatro meses, se había cortado las venas y se había colgado de un gancho en donde se cuelga carne, ya que la familia de su pareja se dedicaba a la carnicería. “Se colgó según de un gancho de carne, porque ellos son carniceros, bueno el papá de este tipo es carnicero, y de ahí de donde cuelgan la carne ahí se colgó, supuestamente”.
Cabe mencionar que en el Ministerio Público le confirmaron a la familia que Fernanda había muerto derivado de un suicidio, pero para que les entregaran el cuerpo tenían que firmar un documento. “Querían que firmáramos un papel para recoger el cuerpo; lo firmamos, pero les dijimos que no estábamos de acuerdo en que fuera un suicidio”.
Signos de violencia
Fue hasta que les entregaron el cuerpo en el domicilio donde la velaron que descubrieron que tenía signos de violencia en rostro y cuerpo, desde golpes contusos hasta rasguños. “La vemos y está brutalmente golpeada en el rostro, tiene un chichón enorme en su frente, su nariz se la rompieron… tenía arañones en la cara, en el cuerpo, rodillas”.
Derivado de esto la familia consideró que por ello no les permitieron ver el cuerpo al momento del hallazgo, para que no reclamaran el estado en el que se encontraba el cadáver, por lo que tuvieron que pasar un martirio para que se retomara el caso y se identificara que la joven incluso tenía heridas provocadas después de haber fallecido. “No nos dejan reconocer el cuerpo porque aparte de los golpes que tenía en todo el cuerpo, la colgaron y después de muerta le cortaron sus venas, o sea, son heridas post mortem”.
Justicia tardía
De ahí que pasaron siete años y el 30 de marzo de 2021 el esposo, Led “N”, fue detenido e ingresado a un centro penitenciario de la zona, en donde espera una sentencia, la cual desea la madre de la víctima que sea prisión vitalicia, aunque teme que el juez le de la razón al probable feminicida. “Estamos a una sentencia y esperamos que sea vitalicia porque fue el feminicidio de mi hija y el aborto del bebé que estaba esperando”.
KVS