Tras 4 años de lucha, madre pide protección para su hija de 6 años que sufrió abuso por parte de su padre

Desde que levantó la denuncia en 2020, han surgido obstáculos en el camino que han expuesto la integridad de la pequeña.

Ya van cuatro desde que levantaron la denuncia por abuso infantil. Foto: (EP)
Polette Maqueda
Estado de México /

Andrea Portillo es una madre que haría lo que fuera para cuidar y proteger a su hija, por eso es que se ha dedicado durante cuatro años a luchar para que su pequeña, una menor de 6 años, no tenga que volver a exponerse ni acercarse a su agresor y pueda vivir su vida sin miedo.

En entrevista con MILENIO, la mamá de la menor relató que tenía 2 años con 5 meses de edad cuando empezaron a aparecer signos físicos de un abuso sexual, los cuales aparecían luego de que su padre se la llevaba como parte de su acuerdo para que conviviera con ella; pero no fue hasta que la niña comenzó a tener pesadillas y que con las pocas palabras que apenas podía formular le expresó el 8 de febrero de 2020 que su progenitor había realizado tocamientos en sus partes íntimas. 

“Mi hija empezó a decirme que no quería irse con su papá”, indicando que sentía miedo de estar con él.

Enterarse de un hecho así fue un golpe duro para la familia y en cuanto sospecharon del abuso la madre decidió que no iba a volver a permitir que su agresor se acercara de nuevo a ella, por lo que tras confirmar la situación, levantó el 15 de febrero de 2020 la denuncia en el AMPEVIS de Naucalpan, ya que cuando fue al DIF le dijeron que no podían atenderla, pero que era necesario que continuara con el proceso ya que se podría ver involucrada si permitía que continuara.

“Me dijeron, señora, si usted no levanta la denuncia y si sigue llevándose a su hija y resulta ser que más adelante la viola, usted se va a ir también presa por cómplice”, relató Andrea Portillo.

Fiscalía 'entorpece' la denuncia y vinculación

Desde entonces, según relata la mamá de la víctima, han pasado cuatro años y el caso sigue sin resolverse, puesto que las instituciones de seguridad le han puesto muchas trabas en el proceso alegando que no existió tal agresión pese a la pruebas que se realizaron a la menor arrojaron que sí había indicios de ello y peritajes lo confirmaron, pero a su vez la propia Fiscalía metía documentos de un psicólogo que nunca habían atendido a la menor y que aseguraban que no era cierto lo que declaraba.

Incluso la única resolución que le ofrecieron a la madre era que la visitas del padre de la menor fueran con una persona supervisando hasta que cumpliera seis años, y después de ese tiempo si ocurría otra vez era más fácil proceder con el caso porque la niña tendría mayor credibilidad al estar más grande.

“A ver, mi hija tiene que llegar desgarrada, violada para que ustedes hagan algo, yo estoy tratando de prevenir eso”, lamentó Andrea, quien habló con la coordinación para que la siguieran apoyando y no cerraran el caso como le habían dicho que iba a pasar.

Sin protección contra su agresor

En este tiempo tanto la víctima como la madre se han tenido que enfrentar al agresor puesto que asegura que después de haber iniciado el proceso en su contra han recibido acoso y agresiones, a tal nivel que Andrea tiene calmar a su pequeña, que ahora tiene seis años, cada vez que salen de su casa ya sea a la escuela o a las otras actividades a las que acude, pues teme que su padre se la intente llevar.

“El señor ha estado amenazándonos, amedrentándonos a mí, a mi familia, a mi hija, incluso fue al kínder de mi hija”, declaró.
“Es un pánico el que tiene mi hija, cuando lo vio en el kínder, estuvo una semana acosando nos afuera del kínder, y desde que llegábamos mi hija ya no quería entrar a la escuela”, aseguró.

Por este motivo también metió una denuncia por violencia familiar, por la cual las mandaron otra vez con la psicóloga, y realizaron un peritaje, el cual salió positivo la violencia hacia ella, hacia su hija y el abuso sexual, por lo cual intentó ingresar el peritaje a la carpeta por esa denuncia, pero le dijeron que no podía, diciendo que era una carpeta diferente y que la perito se equivocó en los resultados. 

Asimismo, en coordinación de psicología en Toluca le dijeron que debían modificar el informe, y solicitaron que quitaran la parte del abuso sexual del peritaje del AMPEVIS.

Convivencia con el agresor

La denuncia no ha procedido y Andrea acusa que están expuestas ya que una jueza determinó que la niña debía de convivir con su padre, luego de que el progenitor solicitara una modificación al convenio de convivencia, por lo que iban a obligar a la niña a encontrarse con él y con la abuela paterna en el Centro de Convivencia de Ecatepec.

Al principio, Andrea intentó evitar el encuentro pero por esto las autoridades llegaron a su casa cuando ella tenía que llevar a su hija al kínder y fue arrestada por seis horas.

La madre expresa dolor cada vez que tiene que llevar a su niña al centro ya que por más que llora y le suplica a ella y a la jueza que no quiere ver a su padre ni a su abuela paterna sigue siendo obligada asistir.

La primera vez que la llevó, Andrea asegura que su hija estaba al borde de un ataque de pánico, por lo que hasta la jueza tuvo que pedirle al padre que no se acercara y las metió a otra habitación para alejarlas. Sin embargo, tras ese encuentro la jueza pasó un informe en el que decía que la niña estaba llorando sin lágrimas.

“Que poco criterio tienen, y que la juez también ha visto cómo se puso mi hija y que diga que no está llorando, si en el video se ve hasta las lágrimas, se escuchan los gritos, y luego como es posible que usted diga que mi hija no se puso mal y que lo está actuando. Mi hija le tiene pánico a su papá”, declaró

Luego de ese encuentro, Andrea no quería volver a llevar a su hija, por lo que la jueza ordenó nuevamente su arresto pero ahora por 12 horas por no querer motivarla, lo cual ella pudo evitar al solicitar un amparo.

En la reuniones solo acude la abuela materna y el hermano de Andrea, ya que a ella se lo solicitó no entrar porque no querían que supuestamente manipulara a su hija. Tras indicarle a la psicóloga la crisis por la que pasó la niña por ver a su padre, se determinó que la revinculación se aplazaría un poco más, por lo que la convivencia es con la abuela paterna, con la cual ya tampoco quiere acudir porque la pequeña dice que la abuela le dice cosas malas sobre su madre y que se la va a llevar con su papá.

La madre solicitó una cita con el procurador infantil para hablar sobre la situación y expresarle cómo se está sintiendo su hija, pero se le negó ya que decía que no podía intervenir con ninguna de las dos partes, “ese procedimiento le está haciendo daño a mi hija, porque mi hija ya no duerme sola en su cama, por que mi hija se hace pipi en la noche, entonces eso le está afectando a mi hija, en lugar de ayudarle le está afectando”
“Donde esta supuestamente la protección de menores, no se supone que se debe creerles todo”, cuestionó ante la poca respuesta que ha tenido por parte de las autoridades.

Debido a que el caso se ha hecho mediático, han podido ver avances en el proceso y hasta este 8 de agosto se llevó a cabo la primera audiencia por abuso sexual y el 12 por violencia familiar. Supuestamente las autoridades hasta este momento pueden determinar si necesitan una medida de protección.

Por ello, al momento siguen a la espera de que las autoridades las ayuden para que su hija no tenga que volver a ver a la persona que le hizo tanto daño y por la cual siente que nadie le cree y que sus sentimientos no son válidos.

PNMO

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