El 31 de mayo de 2019 Ruth Leticia Domínguez Barajas fue engañada con la promesa de que le serían entregados diversos estímulos alimenticios, sin embargo, fue drogada y abandonada en un domicilio del San Cristóbal Huichochitlán, en Toluca. Ese fue el último día en el que vio a su hijo y a dos años de la desaparición, afirmó que las investigaciones ejecutadas por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) han sido lentas.
La mujer originaria de la delegación de Santiago Miltepec en la capital del Estado de México recordó la operación delictiva de la fue víctima. Un grupo de personas ofreció apoyos para madres que tuvieran bebés y despensas a quienes no. Diversos vecinos se reunieron y a ella la llevaron a una comunidad cercana para hacer entrega del apoyo, sin embargo, fue drogada y lesionada de un pie para evitar su escape.
“Me robaron a mi bebé, me drogaron, me golpearon, me lo quitaron y pues el tan sólo tenía 41 días de nacido... mi esposo levantó la denuncia, estuvimos viniendo ahorita ya lleva más de dos años y lo único que me dicen es que siga esperando, esperando a ver quién me apoya”.
La madre de cuatro hijos, incluyendo al último que permanece en calidad de desparecido, acudió a las instalaciones del Centro de Justicia para Mujeres en la Ciudad de Toluca para obtener avances sobre las investigaciones, sin embargo, señaló que han sido lentas y poco a poco a pierde la esperanza de volver a encontrar a su infante.
“Ahorita ya la última diligencia ya tiene como 10 meses, ya hace como 10 meses para acá ya no hay ningún avance. Yo lo que quiero es que me apoyen, me apoyen en la búsqueda porque yo sola no puedo, no puedo los no tengo los medios para yo sola continuar”.
Ruth recuerda la ropa que vestía su bebé el último día que lo tuvo en brazos; llevaba un suéter rojo y un pantalón café. A dos años del hecho delictivo, pocas han sido las investigaciones y no hay señal de que el mismo pueda ser resuelto a la brevedad.
“Ya tiene tiempo que no me han dicho nada, solamente que siga esperando, que no pueden recibir mi carpeta por desaparición, tampoco me dicen por qué, o sea no me dan razón... Ahorita me muestra nada ni les muestro nada, sólo me dicen que siga esperando, es difícil porque como le comento, no sé cómo sea”.
Actualmente Ruth se encuentra en terapia psicológica porque diariamente se pregunta sobre el paradero de su pequeño. Creyente de la religión católica sólo pide que la persona que robó a su hijo recapacite y se lo entregue sano y salvo para que pueda recuperar el tiempo perdido.
KVS