Durante este fin de semana miles de mujeres festejaron el Día de Las Madres sin embargo para las 400 mujeres que están detenidas en el reclusorio femenil la celebración es diferente porque tienen que hacerlo confinadas en muros de cuatro metros de altura.
Algunas mujeres entrevistadas por MILENIO dijeron que fueron detenidas por diversos motivos, una de ellas identificada como Irene, llegó por cometer un robo con violencia junto con su pareja sentimental ocurrido en un estacionamiento de un centro comercial localizado en el municipio de Tlaquepaque, solo que tambien es madre de una pequeña de ocho meses de nacida.
“Caí aquí por un error, nos detuvieron quisimos robar a unas personas en un coche que estaba en el estacionamiento pero como andábamos muy drogados con marihuana pues estabamos todos perdidos yo y mi pareja y la misma gente nos detuvo hasta que llegó la policía, ahora tengo que estar aquí encerrada”.
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Ella es mamá de 20 años, de una pequeña de ojos de color azul, quien convive todos los fines de semana con su madre y sus hermanos quienes la visitan con regularidad al centro.
“Este tipo de eventos que nos hacen del Día de la Madre es mucho para nosotras, porque nos sentimos tomadas en cuenta, muchos piensan que el que venga una orquesta, un mariachi, que podemos disfrutar de un tejuino o una nieve raspada, no lo merecemos porque somos supuestamente delincuentes, quizás si cometí un error pero aquí encerrada le pagas a la sociedad, pero muchas cuando salen a buscar un trabajo para salir adelante no te quieren contratar porque estuviste en la penal”. dijo Irene.
Otro caso es el de Marcela, quien fue detenida por traer una maleta de Colombia y al llegar a Puerto Vallarta, le detectaron que llevaba varios paquetes de mariguana que un amigo de ella le había pedido que se la trajera a Guadalajara, porque tendría que pagar una tarifa especial por sobrepeso.
“Ser mamá desde aquí no es fácil, mi hijo vive con su abuelita, ella me hace el favor de cuidamelo, tiene ocho años, va a la escuela, pero me parte el corazón verlo aquí adentro encerrada, pero mas me parte el alma cuando tengo que despedirlo, siempre termino llorando, al saber que se terminó la visita y pues no puedo estar con él, solo hablo por telefono los demás días, y tengo que comprar una tarjeta de las de ladatel para poder escucharlo en mis ratos libres”.
Explicó que para seguir pagando los gastos de su pequeño, trabaja como estilista en el interior del centro, y también las internas se ponen guapas para recibir a su familia o sus novios, esposos o parejas sentimentales.
“Mi mamá también es estilista y ella me enseñó a pintar el pelo, de hacer peinados de hacernos más güeras entre comillas, eso nos levanta el ánimo a todas, saber que alguien viene a verte para nosotras es muy importante, pero cuando nos promete que alguien vendrá a vernos y nos dejan plantadas pues si se siente uno muy mal, porque uno piensa toda la semana, como me voy a pintar, cómo me voy a peinar y a pesar de que tenemos que traer el uniforme de beige con pantalón blanco, tratamos de poner nuestra mejor cara en especial para nuestros hijos” comentó Marcela.
Ambas mamás comentaron que se tiene que trabajar mucho, se tiene que ir a terapias con psicología, de juntar el dinero para darlos a sus familiares para ayudarlos con los gastos de la escuela, de zapatos, la comida, y cuando se enferman, porque tienen que llevarlos al doctor.
“Es cuando te pesa estar encerrada porque no puedes llevarlos, cuidarlos, darles su medicina, y para nuestros hijos también es muy difícil vivir sin su mama, ellos afuera juegan con sus amigos y al caer la noche todos van a su casa cuando les habla su mamá, pero en el caso mío su mamá está aquí encerrada, cuando todos sus amiguitos duermen con ellas” dijo Marcela con los ojos llorosos.
Pero para las familias de las personas privadas de su libertad, tampoco la vida no es fácil, para la Señora Sara, explicó que su nieto entra en crisis de conducta y no se trata de comprarle los mejores juguetes, los tenis mas caros, si al final dicen que cambian todo por tener a su madre con ellos.
“Porque mi nieto llora porque quiere a su mamá, trató de calmarlo pero no le puedo explicar que mi hija no puede salir, que tiene que estar allí bajo custodia, que solo lo puedo llevar a visitarla por unas horas pero eso no es suficiente, ademas que ir a la penal todo cuesta, desde pagar el camión o el taxi, a veces le preparo comida casera que a mi hija le gusta, pero tengo que comprar ropa de color negro para poder entrar y siempre gastas dinero minimo 700 pesos en la visita”.
Al interior del reclusorio femenil existe una guardería que fue remodelada hace menos de dos años, hay educadoras que cuidan a los pequeños de 9:00 a 15:00 horas, mientras las convictas acuden a firmar papeles con el abogado o tienen audiencia con el Juez de Control, otras trabajan confeccionando vestidos de novias, o fabrican bolsos, almohadas pulseras con la imagen de San Benito para venderlas a 25 pesos a los visitantes.
El director de los centros carcelarios en la entidad José Antonio Pérez Juárez, dijo que la mujer es la que se lleva la peor parte porque se quedan con el problema legal, abandonadas, a varias sus familias no las apoyan y sus parejas las dejan a su suerte.
“Nosotros hacemos actividades no solo el dia de la madre si no siempre, sentirse que es una mujer que tiene dignidad y que haber transgredido la ley no le limita a que sigan vigentes sus derechos y respeto, se extendió el horario de visita por ser el Día de las Madres no solo el viernes, sino que sábado y domingo, además que habrá el ingreso de muchos alimentos para celebrarlas lo básico es la dignidad y todo el respeto que se merecen todas las madres”.
Perez Juarez, dijo que de las 471 internas, 400 son madres, y que alrededor de 140 menores viven con ellas, para tener un mejor crecimiento, pero la ley en Jalisco nos permite hasta los tres años, pero que de acuerdo a un tratado internacional los niños se pueden quedar aquí hasta los seis años.
aag