Con capuchas, paliacates, pasamontañas y prendas oscuras, el bloque negro se hizo presente durante la marcha por el 2 de octubre, mientras los manifestantes capitalinos conmemoraban la matanza ocurrida en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en 1968.
Entre sus primeras acciones, realizaron saqueos a tiendas a las que entraron por la fuerza, destruyendo las cortinas metálicas que mantenían cerrados los establecimientos. Entre ellas, locales de 3B y Comex.
Durante su camino hacia el Zócalo de la Ciudad de México, armados con martillos y artefactos explosivos, los encapuchados también realizaron pintas.
Incluso algunos de ellos, con el rostro cubierto, robaron coladeras mientras los manifestantes, en su mayoría estudiantes, llegaban a la plancha para emitir su discurso y continuar con el mitin.
Al llegar al Zócalo, el bloque comenzó a patear e intentar tumbar la cortina de la joyería Bizarro, ubicada en la Plaza de la Constitución. Al ingresar, robaron relojes, anillos, pulseras y mercancía en general.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México intentaron detenerlos, por lo que inició un enfrentamiento.
Entre golpes, patadas, macanazos, lanzamiento de cohetones, palazos, empujones e intercambios de insultos, un artefacto explosivo detonó en medio del cuerpo policial.
Los encapuchados del bloque negro también encendieron fuego, que fue atajado por los policías y sus extintores, creando una nube de humo y envolviendo a todos los involucrados en la escena.
Una de las explosiones alcanzó a un elemento, quien se lanzó al suelo con los pies envueltos en llamas, mientras sus compañeros intentaban ayudarlo.
Posteriormente, el bloque negro se agrupó y obligó a los policías a encapsularse, formando un muro con sus escudos para protegerse de quienes los agredían.
A espaldas del conflicto, los estudiantes y demás manifestantes encendían una fogata en el centro del Zócalo capitalino, en la que incluyeron algunos escudos que arrebataron a elementos de la SSC.
Con información de Jorge Martínez, Armando Martínez, Manolo Hernández, Jorge Becerril y Aaron Tagle.
EHR