Para hacer frente al incremento del tráfico de cocaína por aguas del Pacífico mexicano, la Marina Armada mantiene activa una flotilla especial de cazadores de lanchas rápidas, con las que ha logrado interceptar 17 embarcaciones mediante el uso de un “trinomio especial” integrado por buques, helicópteros e interceptoras.
Los trinomios, desplegados en distintas zonas navales del Pacífico, han interceptado desde sumergibles y lanchas rápidas hasta embarcaciones de gran calado y son responsables del decomiso de más de 10 toneladas de cocaína en los últimos 12 meses.
Sus integrantes —marinos, pilotos y navegantes— permanecen en distintas bases a lo largo de la costa mexicana, alejados del público por razones de seguridad.
En su edición de ayer, MILENIO reveló que los cárteles mexicanos y sudamericanos intensificaron el trasiego de cocaína en aguas nacionales e internacionales, alentados por una producción récord de hoja de coca en Colombia. Desde 2014, se ha triplicado la cantidad de esta droga que transita de sur a norte, según estima la Guardia Costera de EU.
Por ello, el uso del trinomio. La Marina ha dado a conocer sus actividades mediante una media docena de videos en los que se ve cómo actúa uno de sus componentes, el aéreo. Se trata de un helicóptero Panther, equipado con cámaras especiales que le permiten dar seguimiento a lanchas rápidas para dirigir al otro elemento, el marino, integrado por una nave nodriza y una lancha interceptora.
El uso de estos trinomios “permite incrementar la eficiencia en la intercepción de naves trasgresoras de la ley y lograr importante ahorro en los costos de operación en las tareas de vigilancia”, de acuerdo con información de la Secretaría de Marina proporcionada a este diario.
En la actualidad la Secretaría de Marina-Armada cuenta con las Patrullas Oceánicas Clase Oaxaca, Durango, Holzinger y Sierra para conformar el trinomio.
Flexibiliadad operativa
De acuerdo con la dependencia, las ventajas operacionales del concepto trinomio son flexibilidad operativa, ya que el buque puede proveer logísticamente la aeronave y la patrulla interceptora, lo cual da mayor autonomía, es decir mayor tiempo de operación en el mar.
El buque funge como estación de control para la aeronave y la patrulla interceptora, a través de las comunicaciones. A su vez, la aeronave y la patrulla proveen mayor alcance para vigilancia, detección y aseguramiento de posibles blancos, contando con una cobertura completa aire-mar y una respuesta eficiente por la velocidad de dichas unidades.
También se logra mayor economía en la operaciones por su capacidad de adaptación a diferentes escenarios, como rescates, vigilancia, operaciones contra actividades ilícitas en la mar.
La Armada de México ha distribuido sus unidades operativas a lo largo de las zonas marinas mexicanas y se apoya en las Regiones Navales, quienes desarrollan operaciones de manera permanente en la zona costera, es decir, 10 kilómetros tierra adentro a partir de la costa, y en el mar territorial —12 millas náuticas a partir de la costa.
Según la Guardia Costera de EU, la principal zona de tránsito de cocaína vía marítima es el Océano Pacífico y abarca América Central y México.
El Review of US Guard’s Fiscal Year 2017 Drug Control Performance advierte que el aumento de los cargamentos de droga se debe a múltiples factores, por lo que cambian constantemente de modos y tácticas para lograr su objetivo.