Luego de que la defensa de José Antonio “N”, alias El Marro, apelara la sentencia condenatoria de 60 años de prisión en su contra por el delito de secuestro agravado, este jueves por la tarde un tribunal de juicio oral ratificó la sentencia, con lo que queda firme la sanción en contra de quien era identificado como líder y fundador del grupo delictivo que operaba en la comunidad de Santa Rosa de Lima, del municipio de Villagrán, en Guanajuato.
MILENIO publicó el 14 de enero que El Marro recibió la sentencia de seis décadas en prisión tras encontrarlo culpable del delito de secuestro en contra de una empresaria del municipio de Celaya, quien fue rescatada al momento de la detención del cabecilla de la banda, cuya principal actividad tenía relación con el huachicoleo, para después pasar al tráfico y producción de droga, además del secuestro y extorsión.
La madrugada del 2 de agosto de 2020 el Grupo Especial de Reacción Inmediata de la Fiscalía General del Estado, en un operativo conjunto con las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado y el Ejército, logró cercar la guarida del líder huachicolero ubicada en la comunidad Franco Tavira, del municipio de Juventino Rosas, lo que llevó a su detención.
El día del arresto se logró la liberación de la empresaria privada de su libertad en la finca en que se refugiaba, y eran detenidos algunos de los miembros del grupo delictivo, quienes también enfrentan diversos procesos.
Como resultado, El Marro permanecerá recluido en el penal del Altiplano, a donde, por petición de la autoridad federal, fue trasladado.
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La sentencia será cumplida en este Centro de Reinserción Social de Máxima Seguridad al ser considerado uno de los sujetos más peligrosos del país. Además, se encuentra a disposición del Poder Judicial federal al enfrentar diversos cargos formulados por la Fiscalía General de la República (FGR), correspondientes a delitos del fuero federal.
Tras su detención, las autoridades locales han asegurado que la banda que él lideraba poco a poco ha perdido su capacidad de operación, y ha disminuido el robo y el trasiego de combustible que provenía principalmente de los ductos que salen de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
La historia de El Marro inició como parte de una banda que se dedicaba, en menor escala, al robo de combustible, misma que fue creciendo al estrechar redes de complicidades y tejer una base social importante en una zona conocida hasta hace poco como 'El triángulo dorado del huachicol', ubicada entre el Corredor Industrial de Guanajuato y la Zona Laja-Bajío.
Tras el crecimiento del grupo delictivo, vino una guerra frontal con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), misma que trajo consigo una ola de violencia con un alza inusitada de homicidios que se agudizó especialmente a partir del 2017, poniendo a la entidad en los primeros lugares en cuanto a número de asesinatos a nivel nacional.
A El Marro le restan algunos procesos que también han sido iniciados por investigaciones relacionadas principalmente con homicidios cometidos en Guanajuato.
ALOL