El nombre de Juana Barraza Samperio volvió a sonar. La Mataviejitas, como es conocida, fue trasladada del Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla al Hospital General Xoco, para ser revisada al sufrir fractura de fémur tras una caída ocurrida el pasado domingo.
El caso de Juana Barraza es quizás uno de los más recordados. De ella se han escrito canciones y hasta series de televisión que buscan contar la historia de una de las asesinas seriales que más ha llamado la atención en el país por ser la primera mujer involucrada en varios homicidios de personas de la tercera edad.
A continuación te contamos cuál es la historia de La Mataviejitas, quien fue acusada de al menos 16 asesinatos de mujeres de la tercera edad, sin embargo, en entrevistas, la mujer ha dicho que ella está en prisión por un error.
El 25 de enero de 2006, Juana Barraza se levantó, preparó el desayuno para sus hijos Emma y José, quienes se fueron a la escuela, luego salió de su hogar para ofrecer sus servicios como empleada doméstica.
De acuerdo con la psicóloga que le realizó los exámenes psicométricos, Feggy Ostrosky, alrededor de las 11:00 horas, Juana merodeaba por la calle José Jasso cuando vio a Ana María, una mujer viuda que vivía en la colonia Moctezuma, en la entonces delegación Venustiano Carranza y que compartía su casa con un joven, a quien le preparaba el desayuno todos los días, narra la especialista en su libro Mentes Asesinas.
Ana María regresaba del mandado, encorvada por el peso de las bolsas y caminando lentamente, Barraza aprovechó y se acercó a ella para ofrecerse a ayudarla hasta su hogar.
En el departamento de Ana María, Juana le comentó que se dedicaba a hacer servicios de lavado y planchado, la mujer de 84 años le ofreció 22 pesos por la docena de ropa, pero Barraza le dijo que era muy poco. "Como respuesta sólo escuchó que Ana María refunfuño: 'Así son siempre las gatas, quieren ganar demasiado'".
Juana no respondió, pero tomó un estetoscopio que había sobre la mesa, se colocó detrás de la anciana y utilizando el cordón de caucho rodeó el cuello de Ana María; la ahorcó hasta dejarla sin aire.
Barraza escapó inmediatamente del lugar, pero en el momento en el que salía del edificio, el inquilino de la anciana llegó al lugar y encontró a Ana María muerta, llamó a la policía y tras una breve persecución atraparon a Juana Barraza, quien coincidía con el retrato hablado de un asesino serial que los medios de comunicación habían nombrado La Mataviejitas.
Vendida por tres cervezas
Juana Barraza nació el 27 de diciembre de 1958 en Pachuca de Soto, Hidalgo. Su padre abandonó a su madre el mismo día en que ella nació y se llevó consigo a su hermano. Tres meses después, madre e hija se trasladaron al entonces Distrito Federal.
Feggy Ostrosky narra en el libro que, en entrevistas con Juana Barraza, la mujer declaró que su madre se dedicó a las labores domésticas y tuvo dos hijos con otro hombre.
"La madre se había hecho adicta al alcohol y la situación económica en la que vivían era muy precaria", cuenta en el libro.
Juana tenía prohibido salir a la calle e ir a la escuela, pues su padrastro consideraba que las mujeres no necesitaban estudiar para ser amas de casa.
Barraza era agredida diariamente por su madre de forma física y verbal, estas agresiones eran desconocidas por el padrastro, la única persona a quien Juana consideraba como su protector.
Un día, la madre de Juana se la llevó a beber con unos amigos. En estado de ebriedad decidió regalarla a cambio de tres cervezas a un hombre, quien golpeó, ató de las muñecas y violó a Juana Barraza, quien quedó embarazada. Luego de tres meses de dar a luz a su primer hijo, Juana Barraza fue rescatada por los hermanos del padrastro.
La madre de Juana Barraza murió de cirrosis hepática cuando ella tenía 18 años, sin embargo, no tuvo ningún tipo de sentimiento que no fuera rencor u odio.
El momento más triste de La Mataviejitas
A los 23 años se casó con Miguel Ángel Barrios con quien tuvo una hija, pero el hombre sería violento con ella tiempo después de la unión, por lo que inició una nueva relación con un hombre llamado Félix Juárez, quien también comenzó a ejercer violencia contra ella.
En 1998, su primer hijo, José Enrique fue asesinado durante una riña callejera cuando tenía 24 años. "Esta muerte es recordada por Juana como 'el momento más triste de su vida'".
La Dama del Silencio
A los 30 años, Juana Barraza llegó al cuadrilátero e inició su carrera como luchadora profesional, ella se hizo llamar La Dama del Silencio.
Juana Barraza se subía al ring "con un traje rosa, la cintura fajada con un amplio cinturón de cuero blanco y los brazos adornados con anchos brazaletes de latón donde se reflejaban las luces del cuadrilátero creando un atractivo fulgor dorado. Unas botas blancas con franjas oscuras y un antifaz que asemejaba una gran mariposa negra complementaban el atuendo".
En una de las luchas, Juana Barraza se lastimó la columna. Al acudir al médico, el especialista le dijo que podía quedar invalida, por lo que decidió retirarse del cuadrilátero, sin embargo, luego se empleó como promotora de lucha libre.
Asesinatos de mujeres de la tercera edad en CdMx
A partir de 2003, una serie de asesinatos conmocionaron la Ciudad de México, mujeres de la tercera edad eran halladas muertas al interior de sus domicilios con señales de ahorcamiento.
Los primeros indicios no apuntaban a que se tratara de un asesino serial, ya que no se relacionaban todas las pistas encontradas en la escena del crimen. Sin embargo, la cifra de asesinatos a mujeres de la tercera edad comenzó a elevarse mes con mes.
El 1 de abril de 2004 fue capturada la primera sospechosa por el asesinato de varias ancianas en la Ciudad de México, su nombre era Aracely Vázquez, a quien la procuraduría capitalina buscó vincular con los homicidios.
En un documental de Discovery Channel, Patricia Dayan, la oficial de la Unidad 17 de Homicidios de la Procuraduría capitalina que llevó el caso de las mujeres de la tercera edad asesinadas, dijo que Aracely Vázquez mató a una persona de la tercera edad.
"Se hacía pasar como trabajadora de salud, del trabajo social, la cual portaba una bata blanca y utilizaba pelucas, se realiza el cateo en su domicilio y efectivamente se encuentran pelucas y batas blancas con logotipos de un centro de salud", indicó Dayan.
Tiempo después, los homicidios a mujeres de la tercera edad continuaron y liberaron a Aracely Vázquez por falta de elementos. Posteriormente, con base a un retrato hablado se logró la detención de un hombre llamado Mario Tablas, sin embargo, el sospechoso declaró que sí había cometido un homicidio, pero la víctima era su madrina.
El perfil del asesino
De acuerdo con algunos testimonios se realizó un retrato hablado del asesino:
Era una persona de 40 a 50 años que medía 1.75 y que no tenía un empleo fijo, que no era bien remunerado el empleo que pudiera tener, que se desplazaba en medios de transporte público y que no vivía en la Ciudad de México.
De noviembre de 2003 a enero de 2004 habían muerto 23 mujeres mayores de edad, de acuerdo con Dayan. Autoridades creyeron que el asesino podría ser un travesti por la descripción física del atacante que dieron mujeres que no fueron asesinadas.
"Se pensaba que era un travesti por la descripción física que decían que era una persona muy tosca, que tenía la espalda muy ancha, se realiza una investigación de los grupos de travesti en la Ciudad de México", mencionó Renato Sales, el entonces procurador de Averiguaciones Previas.
Las pistas en el caso
La Policía de Investigación tenía varias pistas en el caso de los homicidios de las mujeres de la tercera edad.
Una de ellos era un nudo, un moño tradicional, que usaba el asesino cada que estrangulaba a sus víctimas.
Otra de ellas eran las huellas dactilares que dejaba la asesina en la escena del crimen.
Una de esas huellas fue encontrada en una radiografía, la cual fue cotejada con otras que habían localizado en asesinatos anteriores.
Durante las investigaciones por el asesinato de más de 20 mujeres de la tercera edad, la entonces oficial de la Unidad 17 de Homicidios, Patricia Dayan, realizó un busto con base en más de 15 retratos hablados, el cual fue presentado en conferencia de prensa.
Tras el aumento de asesinatos y de conocer cómo operaba la asesina de las mujeres de la tercera edad, la policía capitalina implementó un operativo en parques y jardines de la Ciudad de México, en donde Juana Barraza aprovechaba para tener contacto con las ancianas.
Tras cuatro meses de vigilancia continua, los ataques en contra de mujeres de la tercera edad habían disminuido, sin embargo, el 25 de enero de 2006 fue detenida Juana Barraza.
La detención de Juana Barraza
Joel, el estudiante que rentaba un cuarto con Ana María, quien fue la última víctima de La Mataviejitas, regresó a la casa y vio a la anciana estrangulada, salió del inmueble y corrió en búsqueda de la mujer que había salido del domicilio minutos antes.
Después de correr dos cuadras, Joel encontró a policías del Sector Balbuena, quienes lograron detener a Juana Barraza Samperio, quien en ese entonces tenía 48 años.
Los policías subieron a la detenida a la patrulla y minutos después la presentaron ante los medios de comunicación, junto con ellos llegó el entonces procurador, Joel Ortega.
Más tarde, el Ministerio Público revelaría que Juana Barraza sería responsable de al menos diez asesinatos de mujeres de la tercera edad.
Tras meses de audiencias, el juzgado 67 penal del reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla condenó a 759 años de prisión a Juana Barraza por el homicidio de 16 mujeres de la tercera edad, sin embargo.
¿Qué ha pasado con Juana Barraza?
El 26 de julio de 2015, Juana Barraza se casó con un hombre de 40 años en prisión en un evento de bodas masivas que organizó la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del Distrito Federal.
Sin embargo, el amor le duró poco a La Mataviejitas, pues un año después se divorció, de acuerdo con la diputada Rebeca Peralta, quien era vicepresidenta de la Comisión Especial de Reclusorios de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México.
Actualmente, Juana Barraza sigue cumpliendo su condena en el penal femenil de Santa Marta, sin embargo, en entrevistas posteriores ha dicho que ella debería estar libre, pues no cometió los delitos que se le imputan.
En entrevista con Yolanda Andrade para Unicable, Juana Barraza declaró que ella fue condenada injustamente por asesinatos que nunca cometió.
"Me acusan por 16 homicidios, pero las señoras fueron robadas y violadas, en qué momento las violé yo.
"Yo estoy aquí por un delito y ya ni sé si yo lo hice, porque cuando yo aventé a mi patrona ella estaba con vida y resulta que después de varias horas a mí me tenían arriba de la patrulla".
No obstante, en el programa Consecuencias con Joe, Juana Barraza cambió la primera declaración que dio, pues ella menciona que trabajaba para su patrona cuando la mató.
"Yo trabajaba con mi patrona, hacíamos de la costura los pantalones que los entregábamos ahí donde está el cine de la Soledad y ahí entregamos la mercancía y ese día por un error, pues perdí la cabeza porque me dio una cachetada y ahí ya no supe ni qué pasó", comentó.
De acuerdo con su testimonio, Juana Barraza ocupa su tiempo vendiendo comida en las instalaciones del penal femenil, en donde espera salir libre.
bgpa