A sus escasos 25 años, sobre Rubén Oseguera González ya pesaban cargos relacionados a la delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y secuestro de acuerdo con reportes difundidos en 2015 por la entonces Procuraduría General de la República (PGR). No era para menos, pues nacer en la cuna de la familia Oseguera condenó a El Menchito a ocupar, tarde o temprano, un lugar en la lista de objetivos prioritarios de las autoridades no solo de México sino de Estados Unidos.
Y es que, su padre, Nemesio Oseguera Cervantes figura dentro del hampa como el líder y fundador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) el cual es definido por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) como "una de las organizaciones criminales más poderosas y despiadadas de México".
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Pese al amplio imperio criminal que El Mencho ha logrado construir, el bajo perfil que ha procurado guardar hacen de su paradero un misterio tanto para autoridades como para sus rivales. No obstante, son los miembros de su familia quienes poco a poco han sido detenidos y utilizados como estrategia para debilitar al cártel de las cuatro letras.
Desde sus hermanos, su esposa y sus cuñados -integrantes del brazo financiero del cártel conocidos como Los Cuinis- han enfrentado su destino en cortes de Estados Unidos y México y, aunque la mayoría ha logrado recuperar su libertad gracias a fallos en sus procesos, es Rubén Oseguera González quien no corrió con la misma suerte tras ser reaprehendido en junio de 2015.
El hijo de El Mencho fue extraditado a Estados Unidos en febrero de 2020 al contar con una acusación en su contra abierta desde 2007 que diez años más tarde se convirtió en un “súper encauzamiento” ante el Distrito de Columbia.
Los primeros pasos criminales de ‘El Menchito’
Entre testigos asesinados , alegaciones por parte de la defensa de Rubén Oseguera González y múltiples retrasos, la mañana del 9 de septiembre arrancó en una Corte de Distrito de Columbia, Washington el juicio en contra del hijo del fundador del CJNG.
Tal y como reportó el periodista Ángel Hernández para MILENIO, durante la primera etapa del juicio de El Menchito se presentó como testigo colaborador de la fiscalía estadounidense Óscar Nava Valencia.
En casos anteriores relacionados al CJNG y a Los Cuinis el aullido de El Lobo -como es mejor conocido el otrora narcotraficante- ya había sido clave para sentenciar a diversos líderes criminales, no obstante, ninguno tan cercano a El Mencho como su propio hijo.
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Además de detallar operaciones del cártel de las cuatro letras, el testimonio de Nava Valencia refirió que Rubén Oseguera González dio los primeros pasos de su carrera criminal cuando su padre se desempeñaba como jefe del plaza del Cártel del Milenio en Puerto Vallarta, Jalisco.
De acuerdo con las declaraciones de El Lobo, desde 2005 El Menchito ya comenzaba a ser operador de tráfico de marihuana, metanfetaminas y cocaína al enviar para la organización delictiva cargamentos que se cruzaban por Tijuana con destino a California. Una vez en territorio estadounidense, los narcóticos eran distribuidos a Los Ángeles, Atlanta, Georgia y Texas.
Óscar Nava Valencia profundizó que los primeros acercamientos que Rubén Oseguera González tuvo con el mundo del narcotráfico fueron por la influencia de su padre, quien solía llevarlo a las reuniones que líderes criminales sostenían para que comenzara a “empaparse” de toda la información necesaria para operar dentro de su lucrativa empresa.
Los cargos contra ‘El Menchito’
Las investigaciones que las agencias de seguridad de Estados Unidos han desplegado para desmantelar las operaciones del CJNG en su territorio ubicaron desde 2007 a Rubén Oseguera González como el segundo al mando de la organización delictiva, únicamente por detrás de su padre El Mencho.
Con dicho precedente El Menchito fue acusado ante el Distrito de Columbia de conspirar para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína así como 500 gramos o más de metanfetaminas.
"Las sustancias controladas involucradas en la conspiración que se le atribuyen como resultado de su propia conducta, y la conducta de otros conspiradores razonablemente previsibles para él, son cinco (5) kilogramos o más de una mezcla y sustancia que contiene un cantidad detectable de cocaína y quinientos (500) gramos o más de una mezcla o sustancia que contenga una cantidad detectable de metanfetamina en violación del Título 21, Código de los Estados Unidos, Secciones 960(b)(1)(B) y 960(b) (1)(H), respectivamente", se lee en el documento judicial.
La acusación del Distrito de Columbia contempla también un segundo cargo en contra de Rubén Oseguera González por usar y portar armas de fuego, incluyendo dispositivos destructivos, durante y en relación con uno o más crímenes del tráfico de drogas.
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Aunque son los únicos cargos formales que pesan en contra de El Menchito en Estados Unidos, en junio de 2024 su abogado, Anthony E. Colombo Jr., presentó una moción que dejó entrever la robusta investigación que la DEA tiene sobre su representado.
El recurso legal promovido por el defensor de El Menchito buscó excluir una serie de testimonios que la agencia antinarcóticos recolectó bajo el argumento de que forman parte del contexto o los hechos integrales de los delitos imputados en la Acusación Sustitutiva, la cual fue presentada en 2017.
Si bien la estrategia legal que Anthony E. Colombo Jr. sigue en beneficio de su representado se debate con las autoridades judiciales, lo cierto es que su moción expuso algunos de los motivos por los cuales el gobierno estadounidense ha calificado a Rubén Oseguera González como uno de los operadores más violentos del CJNG.
Los crímenes de ‘El Menchito’
La evidencia que la DEA recopiló en contra del hijo de Nemesio Oseguera Cervantes se establece en cuatro áreas: violencia, corrupción, narcotráfico, así como la conducta y declaraciones que realizó tras su arresto en 2015.
Los testimonios recabados, según la moción presentada por el abogado Anthony E. Colombo Jr., señalan a El Menchito de haberse jactado de cometer asesinatos y de mostrar fotografías de los cadáveres.
"El acusado ordenó asesinar al menos a 100 personas. El acusado ordenó ahogar a varias personas en una piscina. El acusado participó en la tortura de dos hombres sospechosos de cooperar con la policía y mostró fotos de sus cadáveres", se lee en forma de listado en el documento judicial.
Al largo historial de Rubén Oseguera González se suman el asesinato personal de un miembro de un cártel rival así como de un subordinado que desobedeció órdenes. Adicionalmente se le señala de participar en secuestros y como el encargado de ordenar derribar un helicóptero de la Secretaría de Marina (Semar) para que tanto él como su padre pudieran escapar de un operativo para capturarlos.
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Respecto al área de corrupción, los testimonios recabados por la DEA apuntan a que El Menchito corrompió a policías uniformados y armados para que ayudaran al cártel de las cuatro letras con el transporte y la protección de cargamentos de drogas, dinero e integrantes de la organización delictiva en México.
En lo referente al narcotráfico la agencia antinarcóticos señala al hijo de El Mencho como el encargado de alentar a su padre para participar en la fabricación y distribución de fentanilo a Estados Unidos. Asimismo, destaca su injerencia en la liberación de un químico (cocinero) secuestrado cuyo conocimiento serviría para la fabricación del potente opioide sintético que ha dejado más de 100 mil muertes por sobredosis en el país de las barras y las estrellas. El trasiego de drogas como la marihuana y las metanfetaminas también figuran dentro del historial criminal de Rubén Oseguera González.
La DEA también sostiene que durante su primera detención, El Menchito declaró a otro recluso que negoció la venta de una tonelada de cocaína a integrantes de otra organización dedicada al tráfico de drogas en México. El hijo de El Mencho también habría buscado reclutar a otros miembros para el cártel que encabeza su padre, además de asegurar que contaban con un poderoso arsenal de armas de fuego que incluía rifles de francotirador calibre .50, lanzagranadas automáticas de 40mm, ametralladoras y lanzacohetes portátiles.
"El acusado aprobó compras de un ciudadano ruso con antecedentes militares que brindaba entrenamiento al cártel. El acusado invirtió en múltiples envíos de cocaína desde Colombia incluyendo el envío de 2 mil kilogramos transportados en barco hasta la costa de Mazatlán, México", detallan los testimonios recabados por la DEA que el abogado de El Menchito busca excluir en su moción.
A lo largo de 19 cuartillas, el defensor legal del hijo de El Mencho en Estados Unidos argumentó los motivos por los cuales dichos testimonios recabados por la DEA no deberían de formar parte del juicio que su representado enfrenta en el Distrito de Columbia.
“El Sr. Oseguera González no ha sido acusado de asesinato, intento de asesinato o secuestro. No ha sido acusado de crimen organizado ni de ningún delito violento en apoyo del crimen organizado. No ha sido acusado de pertenecer a una empresa criminal continúa. En ninguna parte de la acusación formal sustitutiva se alega que los delitos del Sr. Oseguera Gonzalez se cometieron en nombre del CJNG. El Gobierno no puede decir aquí que los otros supuestos actos que implicaban violencia fueron parte del delito del imputado. Simplemente no lo fueron”, argumentó en su moción el abogado Anthony E. Colombo Jr.
Mientras su defensa continúa librando la ardua batalla legal, por la Corte del Distrito de Columbia continuarán desfilando los próximos días altos miembros del CJNG que, en su afán de obtener beneficios judiciales, testificarán en contra del hijo de El Mencho, una situación que definirá para siempre el destino de Rubén Oseguera González.
ATJ