Familias de Toluca, y algunas comunidades y barrios aledaños, se saltaron las medidas de “sana distancia” en el festejo del Mercado “16 de septiembre”, ubicado en el primer cuadro de la capital mexiquense.
Desde poco antes del medio día, se comenzaron a registrar las primeras aglomeraciones, en calles que conectan con este centro de comercio emblemático de la capital del Estado de México, que guarda la historia de Toluca, pues incluso sus orígenes se remontan al actual edifico del jardín botánico del Cosmovitral, donde se ubicó en un primer momento este centro de abasto.
Conforme las horas pasaban, la afluencia de visitantes fue mayor, la explanada comenzó a llenarse, en ella también se instaló un cuadrilátero, como símbolo de fiesta, pues el programa del 46 aniversario de este mercado, también contempló una función de lucha libre y box.
Aunque el festejo se vio limitado por la pandemia de covid-19, algunos de los visitantes se saltaron las medidas de prevención, principalmente la “sana distancia”, en momentos se retiraron el cubrebocas para poder consumir alimentos o bebidas y a pesar de su cercanía con el Palacio de Gobierno de la entidad, en algunos puestos ambulantes también se vendieron bebidas alcohólicas.
A la celebración acudieron familias enteras, incluyendo niñas y niños, quienes a pesar de la alta concentración de personas encontraron algunos espacios para jugar, para poder tronar los tradicionales cascarones rellenos de harina, llenarse de espuma o de confeti.
A pesar de lo complejo que han sido estos últimos meses, ante la pandemia de covid-19, también hubo tiempo para agradecer a Dios y a su santo predilecto, San Judas Tadeo, por un año más de trabajo, por un año más desempeñando uno de los oficios más importantes, el comercio.
Para algunos es más que un festejo de aniversario, pues aseguran, este mercado habla también de la historia de los barrios tradicionales que lo rodean, habla de una forma de vida, recordando a aquellos que dejaron sus días en esta noble labor.
Los tiempos han sido complicados, primero el temor a una enfermedad desconocida, ahora el poder hacer frente a una nueva realidad, en la que las ventas han caído, como consecuencia del impacto económico de la pandemia; sin embargo, aseguran los comerciantes, “Dios no abandona”, por ello, este día fue de fiesta, de celebración. Mañana será otro día, las cortinas se abrirán a primera hora, para comenzar así una nueva jornada entre gritos, entre ofertas, siempre poniendo el mejor de los esfuerzos por continuar con un trabajo honrado, que permite llevar los mejores productos a los hogares toluqueños, siempre al mejor precio.
KVS