El contexto de violencia, abusos y discriminación al que se enfrenta la comunidad LGBTTTI+ es una realidad cotidiana en México que, en el caso de las personas privadas de la libertad que pertenecen a esta población, se ve agravado durante su internamiento en centros de reinserción.
En entrevista para MILENIO, José Luis Gutiérrez, director general de Asilegal -organización que defiende los derechos de personas vulnerables que se encuentran en prisión- señaló que cuando dicha población se sitúa en conflicto con la ley penal e ingresa a un sistema de procuración y administración de justicia, se ve sometida a tratos de violencia.
Asimismo, comentó que este sistema suele ser indiferente ante la identidad y la orientación sexual de las personas, por lo que es a partir de ahí donde surge la violación de sus derechos.
Las personas que forman parte de la comunidad LGBTTTIQ+ no sólo son maltratadas durante la detención, sino que, dentro de los penales, son sometidas a tratos crueles, inhumanos, degradantes e incluso, a torturas.
"Se han documentado muchos casos de desnudez forzada a la que son sometidas las personas al momento de la detención. (...) Una vez que son detenidas, son puestas ante un juez de control, en donde muchas de las veces no se les reconoce su identidad o expresión de género," indicó Gutiérrez.
Aunado a lo anterior, el principal acto discriminatorio que se comete es que las personas trans son tratadas por su sexo biológico, por lo que son recluidas en centros femeniles o varoniles, según sea el caso.
Esto tiene que ver con que, en el país, son pocos los estados que reconocen la existencia de comunidad LGBTTTIQ+ en la prisión, y, por ello, no las notan para brindarles el trato que les corresponde. Tampoco hay interés por la realización de programas y políticas públicas que apelen a sus derechos y necesidades específicas.
"Cuando tú les preguntas cuántas personas trans tienen, dicen: 'No hay ninguna persona trans privada de la libertad, había un hombre por ahí que cuando llegó venía vestido de mujer, pero aquí todos son hombres'.
"Muchas veces en audiencia puede estar una persona con una mujer evidentemente trans y aun así la fiscalía, el defensor público o privado y el propio juez le siguen dando un trato como hombre", señaló José Luis Gutiérrez.
De acuerdo con el Cuaderno Mensual de Datos Estadísticos de Población Penitenciaria Vulnerable y de Origen Extranjero marzo 2024, al interior de los centros penitenciarios se tiene registro de mil 522 personas bisexuales, mil 45 homosexuales, 570 mujeres lesbianas y 4 identificadas como intersexuales. Dicha población es violentada y vejada en diversas maneras.
Según información de Asilegal, se ha visto sujeta a abusos verbales y físicos por parte de policías y autoridades bajo el argumento de que se trata de medidas administrativas.
"También se tienen registros de personas de la diversidad sexo genérica que son obligados a realizar tareas degradantes en los recintos penitenciarios".
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Otras problemáticas giran en torno al derecho de la salud, pues Gutiérrez comentó que, en un análisis hecho por Asilegal, se identificó que personas con VIH estaban documentadas como portadoras de Sida, cuestión que se logró clasificar hasta el 2018. Resulta indispensable atender la diferencia para separar el tratamiento y el medicamento otorgado.
Con respecto a la recepción de personas que pueden acudir a visitarlos, también se ha identificado discriminación en algunas entidades, de acuerdo con Asilegal.
"En la gran mayoría de los estados de la República no permiten las visitas de personas del mismo sexo (...) Muchas veces tienen requisitos bastante complicados".
Tales requerimientos no sólo tienen relación con las visitas conyugales, sino con el matrimonio igualitario, el cual, en algunos casos, es difícil de llevar a cabo.
Por lo que se refiere a los delitos, el director general de Asilegal comentó que existe estigmatización de éstos entre las personas LGBTTTIQ+ que se encuentran recluidas. Entre los ilícitos que corresponden a robos, homicidios y narcomenudeo, se suele señalar y prejuzgar sobre la comisión de los mismos.
"Hay muchos juicios por prejuicios, especialmente en los temas de homicidios; cuando asesinan a la pareja, por ejemplo, son los principales sospechosos. Con el tema de los robos en los centros comerciales, siempre hay un prejuicio de que estas personas trans o LGBTTTIQ+ entran a robar maquillajes o cosas, digamos, que puedan contribuir a su identidad. Esos prejuicios son los que hay y que hemos documentado", dijo.
Finalmente, José Luis Gutiérrez comentó que México aún no tiene la capacidad de atender oportuna y efectivamente a la población LGBTTTIQ+ que permanece en las prisiones; y, aunque dijo que ha habido avances, se necesita que los operadores de los sistemas de justicia se sensibilicen para entender la manera en que se deben llevar a cabo los procesos jurídicos para dichas personas.
"En donde se pueda identificar que no solo hay hombres y mujeres (hay) otras orientaciones y diversidades que son importantes que se reconozcan para efectos de la prevención en el contexto del acceso a la justicia", finalizó.
ksh