Dos contrabandistas mexicanos fueron sentenciados a ir a una prisión federal el viernes por guiar a tres hermanas de México a California, donde murieron congeladas durante una tormenta de nieve en las montañas.
Cecilio Ríos Quiñones, de 38 años, y su hermano Ricardo Ríos Quiñones, de 23, pasarán 5 años y medio en la cárcel cada uno, según el fallo emitido en la Corte Federal de Distrito en San Diego. Ambos son del estado mexicano de Chihuahua.
Se declararon culpables el año pasado de asociación delictuosa y otros cargos.
¿QUÉ PASÓ?
Los fiscales dijeron que los hombres condujeron a las mujeres a través de la frontera el 10 de febrero de 2020, y se encontraban en un área agreste cerca del Monte Laguna, unos 19 kilómetros (12 millas) al norte de la frontera, cuando los sorprendió una tormenta de nieve. Las mujeres murieron de hipotermia.
Ellas carecían de ropa adecuada y suministros para un recorrido de varios días a través de la lluvia y la nieve, señalaron las autoridades. Provenían de áreas rurales pobres del estado de Oaxaca, en el sur de México.
Los abogados defensores alegaron que a los hermanos sólo se les pagó para que fungieran de guías y no esperaban un clima tan inclemente. Se acurrucaron con las mujeres para ayudarlas a conservar el calor, y uno de ellos finalmente caminó montaña abajo con el fin de hallar un área con señal para su teléfono celular y llamó al número de emergencias 911, señalaron los abogados.
Una unidad de búsqueda y salvamento de la Patrulla Fronteriza halló muertas a Margarita Santos Arce, de 32 años, y a Paula Santos Arce, de 29. Juana Santos Arce, de 35, falleció posteriormente.
“Es trágico que alguien quiera venir a trabajar aquí y muera, pero es más trágico que haya gente que se beneficie de esto, que las trate como si fueran un cargamento", dijo la juez Cathy Ann Bencivengo al emitir la sentencia.
Cecilio Ríos Quiñones está arrepentido y “vivirá siempre con la culpa de haber formado parte de una acción criminal en la que murieron tres mujeres", escribió su abogada Michelle Betancourt en un memorando de sentencia dirigido a la juez, de acuerdo con el periódico San Diego Union-Tribune.
“Soy un hombre de fe y estoy muy arrepentido por lo que hice", escribió Ricardo Ríos Quiñones en una carta a la jueza. “No estábamos preparados para la tormenta y nunca hubiera participado en esto si hubiera sabido que alguien terminaría herido o muerto".
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