En las próximas horas, un grupo de elite descenderá por lo menos 60 metros bajo tierra para abrirse paso entre agua, rocas y lodo, para localizar y rescatar al grupo de mineros que permanecen atrapados dentro de una mina de carbón en Sabinas, Coahuila: se trata de 31 elementos del Equipo de Respuesta Inmediata a Emergencias o Desastres (ERIED) y seis buzos de las Fuerza Especiales del Ejército Mexicano.
Aunque el despliegue militar se conforma con 269 agentes de fuerzas militares, junto con otros cuerpos de seguridad, la operación quedará en manos de estos elementos altamente capacitados, que incluso ya han colaborado en operaciones similares como fue el rescate de Múzquiz, también en Coahuila, o durante los sismos de 2017 para el rescate de personas en estructuras colapsadas.
Para ello, se estableció un puesto de mando, encabezado por el comandante de la 11 región militar en Coahuila, para la coordinación de personal del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y de la Guardia Nacional, encargados de realizar el acordonamiento y seguridad periférica; además, se instaló un puesto de sanidad móvil y se acondicionaron dos lugares para la atención de las familias de los trabajadores atrapados.
Asimismo, según dio conocer el subsecretario de la Defensa, Agustín Radilla, se realizan trabajos de desagüe y bombeo en los tres pozos colapsados, con dos bombas proporcionadas por Conagua y tres más de las empresas mineras; y una vez que se den "las condiciones favorables" para rescatar a los mineros, descenderá el personal militar.
Equipo de Respuesta Inmediata a Emergencias o Desastres (ERIED)
Del personal enviado, 31 son elementos del Equipo de Respuesta Inmediata a Emergencias o Desastres (ERIED), considerado el organismo especializado con el que cuenta el Ejército Mexicano para actuar en actividades de búsqueda y rescate en estructuras colapsadas con el fin de incrementar las capacidades de auxilio a la población en la aplicación del Plan DN-III-E.
Práctica del Plan DN-III-E en macrosimulacro. (Javier Ríos)
El equipo, a su vez, está conformado por ingenieros militares, que es personal especialista, que además opera maquinaria pesada; y el personal de Servicios, integrado con células de sanidad, intendencia, transmisiones, equipos de búsqueda y rescate, binomios canófilos y grupo de respuesta a emergencias, las cuales realizan actividades en el ámbito de la especialidad del personal que las integra; también destaca la participación de un componente aéreo con una C-27J Spartan Perteneciente de la Fuerza Aérea Mexicana.
Este personal se especializa en búsqueda y rescate de personas atrapadas en estructuras colapsadas, rescate vertical, rescate vehicular, rescate acuático y sofocación de incendios urbanos. En principio, las actividades que realizan van desde la remoción de escombros, el establecimiento y administración de albergues, seguridad, búsqueda, rescate y salvamento.
Estos, además, cuentan con el apoyo de cuatro binomios canófilos, 15 vehículos y dos ambulancias urbanas, y se trata de un equipo similar al que se conformó durante las operaciones de Búsqueda y Rescate en la mina “Micaram S.A. de C.V.”, en el ejido Rancherías, en Múzquiz, Coahuila.
Buzos de Fuerzas Especiales
A bordo de un aeronave CASA C-295 de la Guardia nacional arribaron este jueves seis boinas verdes del Agrupamiento de Fuerzas Especiales para que, en cuanto se den las condiciones, inicien con sus trabajos de rescate.
Se trata de buzos de las Fuerzas Especiales, uno de los grupos más exclusivos del Ejército Mexicano por su grado de adiestramiento, especializados en infiltraciones y misiones desde el aire, en tierra, en el mar, en desierto, selva, y áreas urbanas.
Los buzos del Ejército, un grupo de élite. (Javier Ríos)
Los buzos de combate dominan la inserción e inmersión, así como los desplazamientos marítimos.
Su adiestramiento comienza en el campo número 37-B en Temamatla, Estado de México, en albercas olímpicas, para luego acudir al Subcentro de Adiestramiento de Buceo en Cozumel, Quintana Roo donde practican la caída libre y el rescate acuático en ambientes hostiles y mar abierto. Pero no todos resultan aptos, pues, de 35 elementos que comienzan la fase de entrenamiento, solamente entre 10 y 12 lo concluyen.
Entrenamiento de los buzos de combate. (Javier Ríos)
Este grupo, que además está a cargo de tareas de seguridad frente al crimen organizado y la desactivación de explosivos, también se encuentra capacitado en la búsqueda, rescate y salvamento de personas.
DMZ