El ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo dijo que la reforma judicial que será implementada el próximo año preocupa porque estos cambios destruirán los aspectos positivos que se han construido, por lo que estimó que esto tal vez genere un costo a la sociedad.
En su último informe de labores al frente de la presidencia de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), reconoció que, a pesar de los esfuerzos del Poder Judicial de la Federación (PJF), el mensaje no llegó oportunamente ni con la fuerza necesaria.
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“El tiempo y la experiencia, por desgracia, tal vez con costo a la sociedad, serán testigos del profesionalismo de nuestras labores y las cualidades del sistema de justicia que está en su ocaso”, declaró.
En sesión solemne, en la que no estuvieron presentes la mayoría de los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) ni del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el togado subrayó que estamos ante un escenario complejo.
Resaltó la trayectoria de los servidores públicos que han hecho una carrera en el PJF, de quienes mencionó han ejercido su labor con principios y responsabilidad.
Pardo Rebolledo deseó que estos principios continúen presentes en el máximo tribunal de justicia del país, así como en todos los órganos que integran el Poder Judicial y que aquellos que asuman la tarea de impartir justicia nunca se alejen de la independencia, de la honradez, de la capacidad y la serenidad que se requiere para llevar a cabo este compromiso de vida que es la judicatura.
“Concluyo señalando con absoluta certeza que, a pesar de los injustos insultos y frecuentes descalificaciones que, por encima de la inexplicable destitución integral aún diferida de la judicatura federal, para nosotros siempre ha sido, es y seguirá siendo motivo de orgullo y un gran honor formar parte del Poder Judicial de la Federación, baluarte indudable del Estado Constitucional de Derecho y de la paz y estabilidad sociales”, expresó.
Por su parte, el ministro Alberto Pérez, al rendir su informe al frente de la presidencia de la Segunda Sala, manifestó que nuestra democracia ha decidido en ocasiones caminar por rutas a veces accidentadas e inciertas.
“Hoy estamos en una de ellas. Lo que nos ha rescatado y nos impulsa en estas circunstancias es nuestra vocación y lealtad a la constitución, fundamento de nuestra nacionalidad y proyecto colectivo de una vida mejor”, comentó.
También deseó que el cambio que viene, por la implementación de la reforma judicial, “no termine siendo simplemente un recuerdo de todo lo perdido”.
Pérez Dayán hizo mención que la dos Salas de la Corte que están a punto de desaparecer por la reforma constitucional, han existido desde hace 200 años
“Que no quede la menor duda, su desaparición constituirá un reto mayúsculo para esta institución en términos de su configuración administrativa. Son ya 200 años de funcionar así”, enfatizó.
Al término de cada uno de los informes, ministras y ministros, así como invitados aplaudieron, excepto la ministra Lenia Batres Guadarrama, mientras que su homóloga Yasmín Esquivel Mossa no asistió.
Del Consejo de la Judicatura Federal solo estuvieron presentes la consejera Lilia Mónica López Benítez y el consejero José Alfonso Montalvo Martínez.
Mientras que del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) solo asistió Reyes Rodríguez Mondragón.
Mañana, la presidenta de la Corte, Norma Piña Hernández, rendirá también su último informe de labores, ya que en agosto concluirá su encargo, al igual que el de otros seis ministros para dar paso a la nueva conformación del Alto Tribunal, la cual estará integrada por nueve ministros.
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