Desde el penal de Santa Martha Acatitla, en Iztapalapa, donde lleva dos años de los 36 a los que fue sentenciada por homicidio culposo, Mónica García Villegas confiesa que tal vez se engañe pensando que podrá salir. La directora del Colegio Enrique Rébsamen, donde murieron 26 personas tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, revela que antes de ser capturada sí se escondió, pero no por temor, sino porque su defensa, encabezada entonces por el abogado Javier Coello Trejo, le aconsejó hacerlo porque era más fácil defenderla afuera que estando en una celda.
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En su primera entrevista tras ser detenida y a cuatro años de aquel sismo, Miss Moni, como era conocida por sus alumnos, señaló que en todo este proceso legal, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, liderada por Ernestina Godoy, ha encabezado una persecución en su contra y en las salas del Poder Judicial capitalino, se vivió un ambiente “inhumano” y con tanta premura por dictarle una sentencia. Además, aseguró a MILENIO que algunos padres de familia de los menores fallecidos han materializado la tragedia al valuar la vida de sus hijos en casi medio millón de pesos.
El 11 de mayo de 2019, la entonces Procuraduría General de Justicia (hoy fiscalía) informó que Mónica García Villegas fue detenida en un restaurante en Calzada de Tlalpan a las 11:28 horas, tras una denuncia ciudadana sobre su paradero y ese mismo día fue ingresada a la cárcel para iniciar un juicio que actualmente la mantiene tras las rejas. En tanto, sabe que afuera el pasado sigue, pero está consciente que “estando aquí las vivencias son totalmente diferentes; aún no me he enfrentado a la historia que dejé, pero va a ser fuerte, muy fuerte”, por lo que ahora “es cuestión de esperar, de aprender a esperar”.
—¿Cuál fue el error de Miss Moni que hoy la tiene encerrada?
Mi error, creo, fue confiar en los arquitectos, confiar en los expertos y confiar en la gente.
—Su nombre y captura ya tenían precio. La entonces PGJ ofreció 5 millones de pesos para dar con usted y después por ahí se decía que esta recompensa era un truco y que se la darían a su hermano ¿Qué me dice de ello?
En esta parte de la historia es donde la persecución de la fiscalía es más evidente.
—Estar en un penal con mujeres de alta peligrosidad la coloca en un riesgo ¿Tiene miedo de qué le hagan algo? ¿La han amenazado o teme por su vida?
Santa Martha no es un penal de alta seguridad, es un Centro de Reinserción Social. En ocasiones las personas tejen historias o por falta de conocimiento tergiversan la realidad. En el penal convivo con mujeres con las que trabajo, comparto y proyecto. Su situación jurídica es diversa, pero se caracterizan por algo muy especial: muchas de ellas han logrado un trabajo interno fabuloso para aprender a sobrevivir y prosperar en un ambiente donde pareciera ser que la vida sólo tiene certeza de desconsuelo.
—La internaron de inmediato en Santa Martha Acatitla, ese mismo día hubo un operativo súper desplegado dejando ver que se trasladaba a una gran delincuente. ¿Qué pasaba por su mente camino al penal femenil?
Eran un sinfín de preguntas porque me dirigía a la cárcel, pero nunca he perdido la esperanza. Nunca he perdido la esperanza de que todo esto se va a resolver. Por otro lado el tiempo nos ha dado respuestas completas y exactas de cuál era la idea de tanto movimiento. Insisto, como si fuera una película.
—La defensa de algunos padres de los menores fallecidos dijo alguna vez que querían una condena superior a 20 años de prisión contra usted…
Los asesores jurídicos de los padres exigen una pena ejemplar, situación que escapa a todo fundamento jurídico o penas de muerte disfrazadas porque exigir sentencias de 130 años son cadenas perpetuas que ya no deberían de existir y bueno, eso no es así, existe una legislación aplicable en donde aritméticamente arroja un número de años, meses y días que las personas ya sentenciadas deben purgar con base a varios factores que se determinan en el proceso, no se trata de pedir por pedir.
Desde un principio los padres de los menores aseguraron que no aceptarían ningún acuerdo reparatorio con usted. Después en las audiencias que se fueron desahogando hasta su sentencia de 31 años se determinó una reparación del daño mínimo, para cada una de las víctimas, de 402 mil pesos. ¿Los padres materializaron la situación?
Definitivamente sí, los padres confunden el objetivo principal de todo este proceso y en su afán de obtener un beneficio mercantil de la situación maquillaron información, expresaron verdades a medias y mentiras mal intencionadas.
—¿Cómo es un día de Miss Moni desde la cárcel?
Todos los seres humanos debemos tener siempre en mente el aprender a vivir como parte de una forma de vida, es por eso que a pesar de las adversidades y las hostilidades, es necesario conservar una actitud positiva y seguir creciendo a nivel humano. Yo sé perfectamente que estoy viviendo de manera temporal en Santa Martha, del cual hago la observación no es un penal de alta seguridad. Aquí manejan con frecuencia la frase 'que cada quien vive como quiere vivir'.
Yo vivo en un espacio muy limpio, digno; amanezco todos los días con un sinfín de ideas. Estoy determinada como artesana, por lo que trabajo tengo suficiente y no sólo eso, diario tengo la oportunidad de hacer ejercicio. Ese es mí día a día.
—¿Cómo se ve el futuro de Miss Moni desde la cárcel?
El futuro siempre es una esperanza para las personas positivas y yo soy siempre muy positiva. A pesar de los cambios impresionantes del curso de mi vida y lo mucho que impactaron a mis hermosas hijas, uno no sabe lo fuerte que es hasta que lo pierde todo. En mi caso todo, todo, hasta la libertad y sólo te queda la fortaleza para salir adelante. Considero que trabajando encontraremos la solución.
—¿Nunca ha querido escapar?
Posiblemente la razón de esta pregunta es porque en algún momento opté por esconderme, lo entiendo, pero todas las personas tenemos una historia y nuestros actos una razón de ser. Desde 1984 hasta septiembre del 2017, me realicé como profesora, trabajé y viví apasionada de mi profesión, y como muestra está la hermosa escuela, en todo sentido una hermosa escuela en donde trabajé y viví por 33 años. Situación que cualquier alumno podría comentar, que cualquier ex alumno podría dar como evidente ya que guardan recuerdos fascinantes.
Fue toda una vida de felicitaciones, eventos emotivos, reconocimientos, logros, satisfacciones de padres, niños, maestros, retos, risas, fiestas, un sinfín de evidencias y el 19 de septiembre de aquel año se lo tragó la tierra; mi familia y yo quedamos en los escombros. Yo fui la última en salir, para ese momento después de vivir el desgarrador movimiento del temblor, y despertar casi enterrada, abrí los ojos y escuchaba gritos de afuera y de adentro; trataba de descubrir con mucho miedo si yo estaba completa porque no sentía nada.
Una de mis alumnos de secundaria estaba cerca de mí y le pregunté si podía mover sus piernas y brazos, con la esperanza de que me dijera que sí, porque yo imaginaba lo peor. Atrás estaba una compañera que labora en secundaria y me dijo que tenía cierto dolor, pero que estaba bien, también comentó que atrás debía estar otra compañera pero a ella ya no la escuchábamos.
'Es más fácil defenderte afuera de la cárcel que adentro'
Les dije que íbamos a salir, que sería cuestión de tiempo. Yo veía a los lejos a dos profesores de secundaria. Les gritaba con todas mis fuerzas, pero afuera era un escándalo, ellos buscaban, pero no sabían bien dónde estábamos, no sé cuánto tiempo pasó de esto. Yo estaba recién operada y aún tenía gasas mi herida; sin embargo, en ese momento nunca pasó por mi mente. Busqué la salida cuando nos ubicaron, los profesores nos fueron sacando. Al salir yo primero, porque era la que estaba más cerca, les mencioné que estaban atrás varias personas.
Dice la gente que tenía dos cabezas, pues recibí un golpe muy fuerte en la misma por el cual me desmayé. Al salir ya todo era un caos de padres de familias de personas, en poco tiempo llegó la Marina, Sedena, grupos de rescate de diferentes nacionalidades, medios de comunicación por todos lados y por varios días eso fue tierra de nadie, un caos y un desorden total.
Los tacones no me impidieron llegar hasta donde estaban los niños, una de las profesoras me dijo que estábamos completos y otra que faltaban (los grupos de) segundo y primero de kínder. En ese momento fue cuando sentí cómo mi alma se separaba de mí. Muchísima gente caminaba trastornada, entre más y más gente me encontré a mi padre, en aquel momento de 85 años; él salió de los escombros muy golpeado pero de pie, estaba apoyando a otra persona que se encontraba en shock y sólo le dije 'al rato te llevan al hospital papacito, se nos cayó el colegio, tengo que ver qué hago'.
Aún no sentía mis pies en la tierra cuando el 12 de octubre sorpresivamente me dijeron por la mañana que tenía orden de aprehensión, de hecho nunca recibí notificación. Entonces sólo hice lo que mi abogado en aquel momento me aconsejó: 'Es más fácil defenderte afuera de la cárcel que adentro'. Esa es la razón por la que estuve escondida. Fueron demasiadas situaciones difíciles mas nunca me escaparía de aquí, debemos resolver y dar a conocer la verdad para terminar cabalmente con todo esto.
'Miss te agradezco, mis hijos están aquí'
—Cuando se informó que existía una niña con vida llamada Frida Sofía, y al final resultó que no estaba la menor, ¿qué opina de esto?
Es importante para los ciudadanos que escuchen lo siguiente. Las profesoras del Rébsamen y yo nos comunicamos por teléfono en algunos casos hasta tres veces con las familias a diferentes horas, en ocasiones llegó ser de madrugada, por lo que teníamos la certeza que toda la población del Rébsamen ya había sido localizada y las madres contestaban 'Miss te agradezco, mis hijos están aquí, durmiendo conmigo, estamos completos'.
Yo le dije a la persona que estaba al mando que estaba más que segura que teníamos ubicados a todos los niños del Rébsamen y que si existiera otra pequeña en los escombros, estaría ahí su familia insistente y angustiada. Además, hacer la observación que eso alteraba mucho a los padres de familia. Cuando comunicaron que fue una confusión, adicional a la tristeza y angustia que respirábamos en el lugar, pasó a ser también un ambiente tenso y ríspido, mas no tardamos mucho en darnos cuenta que todo esto era parte de un manejo, esa es mi opinión al respecto de.
—El 18 de mayo de 2019 fue vinculada a proceso, por la construcción irregular que realizó en el plantel y que supuestamente contribuyó a su derrumbe en el sismo del 19 de septiembre de 2017. ¿No deben ser otras las personas las responsables?
Ante un proceso de esta naturaleza se plantean un sinfín de hipótesis con el objetivo de llegar a la verdad. Mucho se ha dicho al respecto y una de las innegables evidencias es que el 19 de septiembre del 2017 a las 13:14 horas tembló (...) con respecto a la pregunta que si la construcción irregular contribuyó al colapso del edificio en el sismo: no definitivamente no, ya que se solicitó el aviso de realización de obras que no requieren manifestación de construcción experiencial para la remodelación; remodelación, no construcción en tiempo y forma. Remodelación en un cuarto nivel ya existente, los lotes 11 y 19, desde 1984, se construyeron con cuatro niveles, pues en aquel tiempo estaba permitido.
—El 7 de febrero del año pasado se marcó un escenario. Usted admitió por primera vez su responsabilidad en la muerte de 26 personas. ¿Por qué?
No fue así. Como todo lo que gira alrededor de este caso, esta situación que me expone, la manejaron los padres a su conveniencia y con ayuda de los medios confunden y terminan mal informando. Cuando esto sucedió yo dije 'al tiempo, al tiempo'. Tan es así, que esta alternativa de solución no se ha dado, no ha tenido efecto.
Ahora en el nuevo sistema penal acusatorio, una de las soluciones alternas y formas de terminación anticipada, es el procedimiento abreviado. Se hace una propuesta por el Ministerio Público y todas las partes deben estar de acuerdo, se renuncia al juicio oral, como imputado debe uno aceptar ser sentenciado con base a lo que exprese el Ministerio Público y será el juez quien fijará el monto de la reparación del daño. Esto es, como lo dice su nombre, una solución para resolver con rapidez, misma que no se llevó a cabo; obviamente a mí no me favorecía en ningún aspecto, era una propuesta.
Yo nunca admití culpa alguna, yo soy inocente. Siempre me he desempeñado como una profesora íntegra y cuidadosa; una de las muchas razones por las que los padres inscribían (a sus hijos) en el colegio Enrique Rébsamen y muchos permanecían con nosotros por muchos, muchos años. Sin decir nombres, y en un conteo rápido, más de 10 de las familias que demandan en la carpeta jurídica, tenían hasta 12 años de asistir al colegio que ahora difaman.
"En ese momento viví la peor de mis vergüenzas"
—El 14 de octubre de 2020 fue la audiencia que quizás marcó un parteaguas. La sentenciaron a 31 años. Cuénteme, ¿cómo fue ese día?
El escuchar el fallo del juez después de más de dos meses de audiencia en un calendario apretadísimo, podría decirse inhumano; sí, inhumano porque es necesario levantarme a las 3:30 de la mañana para estar lista antes de las 5:00 horas. Salir muy temprano del penal para llegar a la Sala (del Tribunal Superior de Justicia) correspondiente, iniciar audiencia, darle curso a la misma como acusada, es algo que no le deseo a nadie; regresar por la tarde al penal a medio comer, a medio dormir y a prepararse para el día siguiente y así más de un mes es extenuante. En ese momento viví la peor de mis vergüenzas, me sentí tan triste y tan indignada porque no estoy de acuerdo en ser yo quien pague los reclamos sociales de justicia porque soy inocente.
—Su sentencia por homicidio culposo se elevó a 36 años, cuatro meses y dos días de prisión. ¿Fue el principio del fin?
No, definitivamente no. Tal vez es un nuevo comienzo. Aquí en el penal hay chicas que tienen aproximadamente 12 años de vivir aquí y no han iniciado juicio. Yo tengo dos años como persona privada de mi libertad y ya voy a presentar mi amparo entre el Poder Judicial de la Federación. Para las autoridades parece ser que les era muy adecuado dar pasos agigantados cada 19 de septiembre y para mí resultó, a pesar de todo muy favorecedor y como dice mi abogado, Rosendo Gómez, 'por fin nos salimos del ámbito de la Ciudad de México'.
—¿Cómo se siente de haber platicado? Ya ha pasado mucho tiempo desde que la vimos públicamente. Ya pasó mucho tiempo, ¿cómo está? ¿Cómo se siente?
Yo confío en que voy a salir de aquí, no sé la verdad si yo sola me engaño porque nada se sabe hasta que tengas un pie afuera (...) yo siento que voy a salir, lo que no sé es cuándo. Pero aquí se vive, repito, como cada quien quiere y la verdad al ser tan positiva y tener una estructura, soy fuerte. Estoy procurando que mi hermosa vida no se vea contaminada; algún día voy a salir, estoy segura, tengo que salir; no puede ser y esto no es como lo maquillaron.
Mónica García Villegas cuenta que durante todo este proceso y durante las audiencias en las que estuvieron presentes los padres de los alumnos fallecidos “no hubo momento alguno en el que nuestras miradas se cruzaran porque de hecho las disposiciones que te dan para las personas que juegan el papel que yo tengo, es vista al frente, manos sobre la mesa y no puedes voltear hacia atrás. Entonces no tengo idea de cuál fue al fin de cuenta de su expresión y no logré ver a nadie”.
La maestra se sincera y confiesa estar convencida en que llegará el día momento en que un juez le otorgue su libertad pues, dice, “mientras tenga vida, tengo esperanza”.
“Estoy consciente y segura de que esto está fuera de lugar. Y tengo la idea de que de que se va a resolver y que voy a salir, es cuestión de esperar, de aprender a esperar, se llama también independientemente de todo, te digo, inteligencia emocional”.
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