La muerte de Gibrán, un niño de seis años que presentaba múltiples huellas de golpes ha provocado tristeza, coraje, incluso incredulidad entre algunos vecinos de la colonia La Candelaria en el municipio de León.
La calle Mazatlán donde vivía el menor se encuentra desierta, no hay niños jugando, y tampoco se escucha música en las casas como en otros días, sólo se escuchan algunos ladridos de algunos perros. En la esquina, se ha colocado una cartulina donde invitan a una misa religiosa.
"No tienen mucho tiempo viviendo ahí, de hecho poca gente es la que los conoce a esa familia pero lo que pasó es terrible, son unos desgraciados los que le hicieron daño a un niño de seis añitos", comentó Lucía, vecina de la zona quien no quiso dar su apellido para evitar problemas.
Ayer, una llamada llegó a la cabina de emergencias 911, según versiones solicitaban el apoyo de las autoridades para poder sepultar al menor que supuestamente había muerto por enfermedad.
"¡Qué triste!, dicen que lo mató el hermano pero también dicen que el padrastro... ya lo iban a enterrar, lo traían vestido de San Judas, porque ya le habían hablado a la funeraria y pensaron que nada más así podían comprar la caja pero dicen los de la funeraria que faltaba el certificado de defunción pero pues estaba todo golpeado", dijo otra vecina.
A decir de vecinos la familia de Gibrán no tienen mucho tiempo viviendo en esa colonia, y que tampoco conocían a los nuevos inquilinos de una casa azul de dos pisos.
"Y es que desgraciadamente cuando pasan cosas así como que todo se queda en el olvido"
Tras lo ocurrido, personal de la Fiscalía del Estado arribó e inició las investigaciones correspondientes después de que policías municipales acordonaran la zona y se entrevistaran con la madre del niño, identificada como Mireya Viridiana García Ávalos, la cual dijo que el menor tenía tiempo enfermo, sin embargo personal de la funeraria al igual que paramédicos indicaron que el cuerpo de Gibrán presentaba múltiples golpes no recientes sino cicatrizados.
El reporte policial indica que el hecho fue reportado cerca de las 2:00 de la tarde del 26 de noviembre en el interior de una cada ubicada en la calle Mazatlán de la colonia La Candelaria.
Desintegración familiar, pandillerismo y robo son algunos de los problemas de la colonia
En un recorrido realizado por MILENIO, se pudo constatar que en la colonia La Candelaria hay distintos problemas sociales entre ellos la desintegración familiar, el pandillerismo y algunos delitos como robo afirmaron también vecinos
"Fíjate que la colonia en si era tranquila el problema es que se comienzan a juntar mucha bolita de jóvenes y andan haciendo destrozos y hasta se roban los medidores de la luz", comentaron algunos vecinos.
Además pese a estar en una zona urbana existen algunas calles que no cuentan con pavimento, hay casas con extrema pobreza y no todas cuentan con servicios. La mayoría de los vecinos se dedica a trabajar en fábricas o en picas de calzado en el barrio vecino de el Coecillo.
A un par de cuadras donde ocurrió la muerte de Gibrán se ubica el albergue del DIF "Nueva Candelaria", también la Secundaria General Número 1 donde es frecuente las peleas campales entre estudiantes, además en calles como San Pedrito, Puerto Vallarta entre otras se han considerado por los propios vecinos como peligrosa, pues presuntamente es en esta zona donde se venden cosas y sustancias ilegales.