Claudia Martínez, solo pide atención médica de por vida para su hija. Jennifer Martínez tiene parálisis cerebral como consecuencia del operativo fallido que autoridades de la Ciudad de México realizaron en la discoteca New's Divine, el 20 de junio de 2008.
Las imágenes de Jennifer, desmayada por paro respiratorio y siendo arrastrada por un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal, le dieron la vuelta al país.
También la impactante negativa de las autoridades para subirla a una ambulancia pese a su grave condición.
"Fue horrible ver esas imágenes... La dejan caer. El policía a deja caer, o sea, su cabeza chocó contra el piso. No puede ser posible. ¿Qué persona hace eso?", expresa.
La joven quien entonces tenía 15 años, estuvo en coma, mes y medio después de haber ingresado al Hospital de Traumatología Magdalena de las Salinas, a donde llegó tras perder el conocimiento en el tumulto que se formó en la estrecha entrada del antro. El diagnóstico de Jennifer fue encefalopatía anoxoisquemica, por la falta de oxígeno al cerebro; desde hace 11 años, depende completamente de la ayuda de sus padres:
Jennifer tiene que comer a través de una sonda y requiere atención médica 24 horas, 7 días a la semana. "Hay que moverla constantemente para que no se le hagan llagas en la piel; se murió la mitad de su cerebro y la otra parte hay que reconectarla".
Claudia recuerda que "antes del operativo fallido en la discoteca New's Divine, Jenni era una niña alegre, amorosa y de excelentes calificaciones". Hoy, a once años de la tragedia, se convirtió en un fantasma para las autoridades quienes además de no haber juzgado a los responsables, tampoco le brindaron la atención médica que necesita.
"No se puede quedar así, merece que la apoyen. Que le reparen el daño. Haber señores, de una vez se los digo, yo no quiero un cheque de 50 mil millones de pesos. Yo quiero que Jennifer tenga una mejor condición de vida. Que tenga atención médica de por vida"