Presunto asesino de Nico, el niño globero, podría quedar en libertad; madre del menor pide justicia

La madre de Nico reveló que es probable que hoy o mañana dejen en libertad a Manuel Alejandro, El Orejas, quien fue relacionado al homicidio de Nico, el niño globero.

Presunto asesino de Nico, el niño globero podría quedar en libertad. | ESPECIAL
Guadalupe Barbosa
Ciudad de México /

Durante la pandemia por covid-19, el asesinato de Nico, el niño que vendía globos en Ecatepec, Estado de México, estremeció, pues lo asesinaron mientras regresaba de la casa de su abuelita, a quien felizmente le había mostrado sus tenis nuevos.

La imagen de Nico -de 13 años- vendiendo globos le dio la vuelta al internet y a diferentes medios de comunicación, quienes exigían que se esclareciera su caso. Después se supo que había un detenido por su asesinato. Sin embargo, a dos años de lo sucedido, el presunto culpable podría quedar libre.

En entrevista para MILENIO, la madre de Nico reveló que es probable que hoy o en la madrugada del 15 de junio dejen en libertad a Manuel Alejandro, El Orejas, quien fue relacionado al homicidio de Nico, luego de que presuntamente confesara que había asesinado al menor de edad porque le habían gustado sus tenis y que estos se localizaran cerca de donde lo detuvieron.

Explicó que la jueza –Marina Edith Gutiérrez– podría dejar en libertad al presunto asesino de su hijo, pues una testigo que había declarado en contra del hombre no se ha presentado desde entonces:

“Ayer tuvimos una audiencia y no se pudo localizar a una testigo que es quien lo señala como un asesino y como ya no se presentó, esa es la reacción de la Juez: no hay otra razón para tenerlo encerrado”, compartió.

Asimismo, explicó que tampoco dejaron que su hija –la hermana de Nico– declarara lo que sabía sobre el presunto asesino del niño porque en ese entonces era menor de edad.

De acuerdo con el testimonio de Doña Rebeca, El Orejas molestaba a Nico. Un año antes de su asesinato le había robado un celular y en una ocasión lo persiguió.

“Un año atrás –del asesinato– le había robado el celular y lo molestaba pidiéndole dinero para poder recuperarlo, pero de ahí empezó a molestarlo. Mi hijo no me decía nada, pero mi hija me dijo que Nico le tenía mucho miedo. El tipo los había correteado a los dos –a su hija y a Nico en una ocasión –. Fue ahí cuando mi hija vio y se dio cuenta que mi hijo tenía mucho miedo”, aseguró.

La amenaza de que quede en libertad es latente, pues una testigo que aseguró que lo vio asesinando a Nico ya no se volvió a presentar desde el pasado 9 de mayo del 2020 cuando declaró.

“Que como no se había encontrado a la testigo ya no se podía hacer más. No han hecho nada, nos exigían que si podíamos contactar a la testigo –aunque no saben el nombre ni la ubicación de ésta–. Ella fue a declarar por su propio pie el 9 de mayo. Ella aseguró que vio cómo lo mataban. Por más que la buscaron y ni por la credencial del INE, la localizaron”, externó la madre de Nico.

Finalmente, pidió ayuda a las autoridades para que le hagan justicia al niño y no dejen en libertad a quien todo apuntaba que era el asesino del pequeño.

“Hoy sale libre en la madrugada y con ello se cierra el caso, el abogado de oficio que tenemos –Juan Martín Baños– propone una apelación; sólo pedimos justicia”, concluyó la mamá del menor.


El caso de Nico, el niño que vendía globos y fue asesinado

Nico vendía globos como sus papás; le gustaba mucho su trabajo y quería ayudar a su familia a salir del bache por el que pasaban. De grande quería ser un criminalista exitoso, lo tenía claro, a pesar de que apenas estudiaba el segundo grado de secundaria. Tenía 13 años, vivía en Ecatepec, Estado de México, y contaba con muchas amistades. Era amable, carismático y siempre le gustaba vender. En sus tiempos libres ayudaba a las personas como una pareja de adultos mayores que los apoyaba a llevarles el mandando; sin embargo, la vida de Nico se apagaría el 2 de mayo.

"A mi hijo le gustaba trabajar, somos globeros. Amaba su trabajo, me decía 'mamita ya trabajando todos la situación va a cambiar, ya no vamos a padecer'", narró Rebeca, la madre de Nico.

Esos sueños, deseos y metas quedaron paralizados el día que Nico se dirigió a la casa de su abuela. Iba por un poco de gel antibacterial. Contento, salió para visitarla, no sin antes ponerse sus tenis nuevos, que tenía poco de haber comprado, para los que había ahorrado.

Sus padres se quedaron en casa para dividir las ganancias del día, no vivían juntos. Rebeca vio el reloj, ya habían pasado 10 minutos desde que envió a Nico a casa de su abuela que vivía a dos cuadras de ahí. Alzó el teléfono, su madre le respondió. En ese momento se enteró que su "bebé", como ella lo nombra, jamás llegó.

Rebeca salió a la calle, avisó a su familia, lo buscó en el café internet, con sus amigos, por todos lados. Nico no apareció. Sus hermanas se movilizaron en internet con la imagen del joven y sus datos.

“Desde ese día, sus compañeros se movieron para subir su foto a Facebook, nos adelantamos. Y mucha gente apoyo. Me fui a la fiscalía de desaparecidos en San Agustín Ecatepec”.

Cuando Rebeca llegó con las autoridades, no había nadie que la atendiera, pero fue orientada por un policía. Le pidió que siguiera buscando junto a un grupo de policías, que le pasara el número de celular de Nico para hacer el rastreo y que al día siguiente volviera para levantar la denuncia.

El registro del celular de su hijo apuntó que se encontró en la colonia La Esperanza. Así lo hizo, toda la noche lo buscó sin éxito. El 3 de mayo volvió a presentar la denuncia. En cuestión de horas, lanzaron la imagen de búsqueda de su hijo.

Al día siguiente, la madre de Nico recibiría una noticia escalofriante. Sus vecinos estaban jugando futbol y a uno de ellos se le fue la pelota a una zanja, fue por ella y se encontró con el cuerpo de un niño. Ante la cruda imagen, de inmediato fueron a avisarle a Rebeca.

“Me avisaron, pero los mismos vecinos me decían que no era él porque se veían mucho más grande; sin embargo, no quise verlo, así que le llamé a mi esposo, a mi cuñado y a mi hermana. Llegaron las autoridades, hicieron lo correspondiente".

El cuerpo de Nico fue encontrado muerto en un terreno baldío de un tiradero de basura, en la colonia Lomas de Tecámac, en el municipio de Tecámac, el 4 de mayo, con signos de violencia.

A pesar de que la madre de Nico no vio el cuerpo de su hijo, el padre del niño le contó que el pequeño sólo tenía las llaves de su casa y las de su abuela.

Manuel Alejandro, El Orejas, fue detenido por el homicidio de Nico, quien dijo que lo había asesinado porque le habían gustado sus tenis. De acuerdo con investigaciones de la fiscalía de Técamac, Nico salió de su casa, ubicada en colonia Ciudad Cuauhtémoc, en Ecatepec, para llegar a casa de su abuela, pero nunca llegó.

En el trayecto fue interceptado por Manuel Alejandro, a quien aparentemente el menor conocía. Durante la investigación se estableció que en el lugar donde dormía el detenido, muy cerca del sitio donde fue hallado el cuerpo del menor, fueron encontrados los tenis que le habrían robado el día de los hechos.

Además, diversos testigos refirieron haber visto a Manuel Alejandro 'N' seguir a la víctima cerca del lugar donde posteriormente fue localizado. Rebeca pide justicia por su hijo Rebeca pide justicia para su hijo y mayor seguridad en las calles, pues relata que el mismo día encontró a otro niño con marcas de violencia en una maleta. Ella pide que haya más alumbrado público, que se hagan más rondines.

"Los hijos son el motor de vida de una existencia y que le han arrancado la vida, no se me hace justo, quiero justicia por él y por todos los niños porque no deben sufrir de esa forma, no me lo van a devolver, pero tienen que pagar porque le puede pasar a otro niño.


grb

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