De niño, Antonio quería ser policía en su natal Nuevo León, después de ver día a día a su padre uniformado quería vigilar las calles de su estado. Hoy, con nueve años de carrera en la Marina, se encarga de localizar y desactivar las minas artesanales que planta el crimen organizado, y analizar explosivos arrojados por drones operados por la delincuencia.
Ya con el rango de teniente, él es uno de los mil 900 elementos que integran la Unidad de Operaciones Especiales (UNOPES), cuerpo élite de la Armada de México, y reconoce que fue un cambio importante el ingresar a las fuerzas armadas.
“El ejemplo principal que tuve fue el de mi padre. Mi padre perteneció a la Policía Estatal (de Nuevo León) y con base en él fue que quise aspirar al tope de lo que es el ser servidor público, que es pertenecer a la Armada de México.
“Yo de pequeño decía que quería ser policía, pero él me dijo que no, que quería que fuera mucho más que él y el único ejemplo que me dijo fue métete a la infantería de Marina, ahí es a donde perteneces”, dijo en entrevista con MILENIO.
Al igual que sus compañeros, cursa un arduo adiestramiento para enfrentar las misiones que les encomiendan. Y admite que es difícil encontrar un equilibrio entre su vida personal y la labor de riesgo que desempeña.
“La verdad es muy complicado manejar el tema familiar, no se diga las relaciones amorosas o amistades, es muy complicado pero siempre existen prioridades en mi persona y se trata de encontrar un balance tanto lo que es los familiares, los amigos, mi vida personal y no se diga mi deber”.
Su carrera naval inició como un objetivo de superación y desde hace tres años se convirtió especialista del equipo de Búsqueda, Localización y Neutralización de Artefactos Explosivos (BLONAE), donde hace frente a minas artesanales y drones utilizados por grupos del crimen organizado.
Este equipo ha dado apoyo al Ejército mexicano en misiones en las que sus elementos han sido agredidos con estos artefactos y trabaja en investigaciones en estados como Michoacán, Jalisco, Sinaloa y Guerrero donde se han utilizado dichos explosivos.
Aunque reconoció que han “evolucionado” las formas de agredir por parte de la delincuencia a la fuerzas afamadas, aseguró que la Marina tiene mayor capacidad para neutralizar los artefactos explosivos empleados por el narcotráfico.
“Hoy en día es muy complicado el tema, hay minas anti personales, minas anti vehículo, minas anti tanque, así mismos drones kamikaze, drones de liberación de explosivos.
“Prácticamente hoy en día la delincuencia organizada ha empleado diferentes explosivos, diferentes métodos de sintetizarlos, los cuales los hacen muy poderosos, pero nos atrevemos a decir que hoy tenemos mucha más capacidad de tecnología para neutralizar este tipo de artefactos explosivos”.
“Prácticamente fue un cambio muy grande, no me lo esperé. No soy oriundo de un lugar en el que tenga mar y mucha gente sí me pregunta por qué fue mi elección el entrar a la Armada de México y básicamente al momento de ver sus principios, la forma en que no puede progresar fue lo que me llamó la atención demasiado”.
aag