La ministra Norma Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), calificó de “impostergable” el detener la discriminación y las violencias por razón de género en contra de las mujeres.
En un mensaje por el Día Internacional de la Mujer, la ministra Piña Hernández, quien en enero pasado se convirtió en la primera mujer en presidir la SCJN y titular del Poder Judicial, enfatizó que las únicas voces que se deben oír hoy son las de las mujeres.
“En el Poder Judicial Federal nos toca guardar silencio y escuchar a las mujeres que marchan, que gritan en las calles, que dan voz a las que callan y nos recuerdan a las que hablaron por primera vez.
“Como cada año, hoy también marcho con ustedes, pero en silencio, desde otra trinchera, al frente del Poder Judicial federal, luchando por lo que creemos que es posible e impostergable: detener, de una vez por todas, la discriminación y las violencias por razón de género, desde donde nos encontremos: ¡va por las que estamos, por las que se han ido, por las que vendrán!”, enfatizó.
La también presidenta del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) reconoció las “deudas históricas” del sistema de justicia en México con las mujeres.
“En el Poder Judicial federal reconocemos las deudas históricas del sistema de justicia con las mujeres, las asumimos de frente a los problemas que persisten en la efectividad impartición de justicia.
“Al mismo tiempo hoy iniciaremos una escucha permanente y progresiva, de forma prioritaria, a mujeres en situaciones diversas de vulnerabilidad acrecentada, solo escuchando contaremos con evidencia clara que nos permita atender los principales problemas que enfrentamos las mujeres para acceder a la justicia en México, éste es mi compromiso, nuestro compromiso desde el Poder Judicial federal”, subrayó.
La ministra Piña Hernández destacó que este 8 de marzo “es día de marcha”.
“Salimos a las calles, ocupamos los espacios públicos, reclamamos, legítimamente, un alto a las violencias que impiden a millones de mujeres, niñas, adolescentes, adultas mayores, vivir en paz que nos impiden a las mexicanas desarrollar nuestro proyecto de vida en igualdad, con tranquilidad, con alegría, con dignidad.
“Hoy, nos vemos a los ojos, nos fortalecemos, nos acordamos de que somos muchas, de que somos fuertes, de que nos tenemos, hoy, una vez más, nos reunimos para exigir: ¡ni una más!”, aseveró.
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