Ubicado al poniente de la Ciudad de México, el pintoresco barrio de Tacubaya vio nacer a inicios de los años 90’s a un joven cuya historia destacaría del resto de su generación no por su intelecto o atractivo, sino por la habilidad que demostró tener para los negocios sucios.
Su nombre era Alexis Martínez Martínez y siendo apenas un adolescente logró relacionarse con miembros de alto rango de la Unión Tepito, la organización delictiva que a través de violencia y actividades criminales ha logrado apoderarse de múltiples colonias de la capital mexicana.
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Información recabada por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ CDMX) da cuenta de que El Alexis -como era mejor conocido- era el encargado de clonar tarjetas bancarias a gran escala para el también llamado Cártel Chilango, además de participar en otras economías criminales como la extorsión y el narcomenudeo.
De forma extraoficial, reportes periodísticos señalan que Alexis Martínez Martínez también era quien proveía a integrantes de la organización delictiva tenis, ropa y joyería de marcas de lujo .
Aunque en un inicio trabajaba para un líder criminal conocido como El Güero Versace, sus habilidades criminales llevaron a aquel joven originario de Tacubaya a escalar peldaños dentro de la Unión Tepito, hasta establecer relación con líderes como en su momento fueron Roberto Moyado, alias El Betito, Juan Iván Arena Reyes -El Pulga- o Brayan González -El Pozolero-.
Mientras El Alexis formaba parte del Cártel Chilango gozó de una vida de lujos y opulencias. Viajes al extranjero, vehículos de lujo y ostentosas marcas formaban parte de su día a día, sin embargo, fue su gusto por las mujeres bellas y curvilíneas del Barrio Bravo lo que empezó a encender las alertas no solo de las autoridades sino de los mismos miembros de la organización delictiva.
Las Novias de la Unión
Aunque actualmente el papel que juegan las mujeres dentro de la delincuencia organizada se ha diversificado al punto de encabezar células criminales, ser jefas de plaza o implicarse en el sicariato, dentro del sistema patriarcal que ha permeado tanto al narcotráfico como a la misma sociedad mexicana aún existen mujeres cuya aspiración es convertirse en esposas o novias de líderes o miembros de organizaciones delictivas.
La Unión Tepito fue un claro ejemplo de dicho fenómeno, pues de acuerdo con investigaciones del periodista especializado en nota roja, Carlos Jiménez, niñas y adolescentes del Barrio Bravo comenzaron a involucrarse sentimentalmente con sus integrantes.
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El estilo de vida que les permitía llevar el dinero ilícito de sus novios de pronto se convirtió en una cuestión envidiable por otras mujeres, quienes buscaban constantemente los medios para someterse a cirugías estéticas y, de este modo, cumplir con el estereotipo físico de todas aquellas jóvenes que comenzaron a conformar un grupo que sería conocido popularmente como Las Novias de la Unión.
No obstante, más allá de lo que las jóvenes presumían en sus redes sociales, se escondió una oscura faceta que llevó a varias a ser reportadas como desaparecidas o incluso a la morgue, tal y como sucedió con algunas de las novias de El Alexis.
De ser detenida con su novio a morir acribillada: la historia de Valeria Díaz
El 16 de mayo de 2020, un vehículo Beetle de color gris que circulaba por calles Panaderos y Alfarería de la colonia Morelos fue objetivo de un ataque armado que dejó como saldo dos mujeres muertas. La primera era una menor de 17 años de edad identificada como Britllit, mientras que la segunda respondía al nombre Valeria Díaz.
Según reportes periodísticos, las detonaciones de arma de fuego fueron perpetradas por dos hombres que viajaban abordo de una motocicleta, quienes tras cometer la agresión huyeron con dirección a Eje Central. Valeria Díaz agonizó en el vehículo que conducía al igual que su amiga y, aunque su deceso provocó consternación entre habitantes del Barrio Bravo, no era un secreto que la joven de 28 años de edad formaba parte de las Novias de la Unión.
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Un cuerpo esculpido cuidadosamente por un cirujano plástico, una cabellera lacia y completamente negra así como fotografías y videos de viajes a Cancún, Acapulco y Playa del Carmen habían dado indicios sobre la relación sentimental que Valeria Díaz sostenía con líderes de la organización delictiva originaria de Tepito.
Los rumores se terminaron de confirmar luego de que la joven de 28 años fue detenida junto a su entonces novio Alexis Martínez Martínez en un condominio de lujo de Be Grand San Jerónimo, en la Ciudad de México. Pese a que la pareja fue trasladada hasta las inmediaciones de la fiscalía capitalina, ambos quedaron en libertad tras pagar una fianza.
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En tanto, familiares y amigos de la joven de 28 años la despidieron en un funeral lleno de música, flores de colores y globos en honor a la personalidad extrovertida que caracterizó a Valeria Díaz, aquella joven cuyo nombre aún resuena en las calles del Barrio Bravo.
Los viajes al extranjero y la violenta muerte de Paulina Arreola
El Alexis encontró en su habilidad para clonar tarjetas bancarias una 'mina de oro' que le permitió darse una vida de lujos y derroches a muy corta edad. A través de sus redes sociales, el operador de la Unión Tepito ostentaba sus viajes al extranjero, algunos de los cuales, se presume, llegó a realizar en jets privados.
Vehículos de alta gama, joyería y ropa de las marcas más exclusivas eran los lujos que Alexis Martínez Martínez también compartía con aquellas mujeres que se llegaban a involucrar sentimentalmente con él, tal y como fue el caso de Paulina Arreola.
Fotografías e investigaciones realizadas por el periodista Carlos Jiménez dan cuenta del estilo de vida que la joven disfrutó durante el tiempo que fue una de las Novias de la Unión.
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Viajes por Dubai, Toronto o Grecia adornaban sus perfiles en redes sociales todo ello, asegura el periodista especializado en nota roja, pagado con las tarjetas bancarias que El Alexis conseguía.
Se desconocen los detalles sobre la relación sentimental que sostenían Paulina Arreola y Alexis Martínez Martínez, sin embargo, luego de que él fuera acribillado en Zapopan, Jalisco en marzo de 2021, la joven se pronunció en sus redes sociales para lamentar su muerte sin esperar que su destino sería igual de trágico.
Ese mismo año, pero tres meses después, Paulina Arreola fue citada en calles de la colonia Álamos en la Alcaldía Benito Juárez para concretar la venta de unos zapatos y prendas de marcas de lujo que ella ofertaba en redes sociales.
Al llegar al sitio del encuentro, la joven de entonces 26 años de edad y su acompañante identificado como Eduardo Arturo Trejo, de 21, fueron objeto de un ataque armado en el que les dispararon en al menos 10 ocasiones, según da cuenta el reporte periodístico de Carlos Jiménez.
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Paulina Arreola fue alcanzada por al menos nueve balas. Pese a que los cuerpos de emergencia les brindaron atención médica, ambos perdieron la vida.
De los agresores nada más se dio a conocer que era un comando armado que huyó del lugar del crimen con destino al Estado de México, hasta el momento se desconoce si alguno fue detenido.
Los nombres de Paulina Arreola y Valeria Díaz se sumaron al historial de jóvenes que encontraron la muerte entre las balas y violencia que permea a la Unión Tepito, la misma organización que les permitió vivir con lujos y privilegios, pero que les cobró con su propia vida.
ATJ