Día del atentado no tenía el dispositivo de seguridad que debía tener: García Harfuch

Omar Garcia Harfuch cuenta cómo fue el atentado que sufrió un par de meses en la colonia Lomas de Chapultepec.

En entrevista con Azucena Uresti, Omar García Harfuch habló del atentado que sufrió en CdMx. (Octavio Hoyos)
Azucena Uresti
Ciudad de México /

Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, reconoció que el pasado 26 de junio, en la mañana en que sufrió el atentado cuando viajaba a bordo de su camioneta, no contaba con un dispositivo de seguridad adecuado y no se había ensayado un protocolo para un caso como ése.

En entrevista con Azucena Uresti, para MILENIO Televisión, a tres meses del atentado en el que perdieron la vida sus dos colaboradores más cercanos, que se desempeñaban como su escolta, el funcionario explica que entonces no contaba con el aparato de seguridad con el que ahora cuenta, no por subestimar las amenazas que había recibido, sino porque confiaba en que sus eventuales atacantes serían arrestados antes de que pudieran realizar alguna acción en su contra.

Es difícil pensar en que nadie lo notó, supongo que cuando sale de su casa, está enterado un grupo selecto de personas de su trayecto, y lo vigilan y lo ven y lo cuidan, ¿nadie lo notó?

Antes no tenía eso, hoy lo tengo, hoy sería muy difícil que pasara lo que pasó, pero en ese momento yo no tenía un dispositivo de seguridad como el que debía haber tenido.

García Harfuch explicó que, a lo largo de su carrera profesional, siempre dedicado a labores de seguridad, nunca había tenido un servicio de escolta.

“Yo no tenía un protocolo como tal, nosotros nunca fuimos… mi escolta estaba compuesta por compañeros míos, que habíamos estado en el mismo grupo táctico, en la misma célula de investigación, nunca tuve como tal un servicio de escolta hasta que llego a la Secretaría --en la PGR también--, mejoramos el dispositivo, pero nada como un protocolo de que un vehículo aquí, otro adelante, otro atrás, ‘usted siéntese aquí’, nunca lo habíamos tenido, hoy ya cambió”, dice el jefe policiaco.

Recordó que el día del ataque retomaba una rutina que ya no había seguido hace varios meses atrás, que la amenaza en su contra la había recibido desde hacía mes y medio antes, cuando una institución del gobierno federal le compartió documentos de inteligencia en los que le advertían de la información que habían recopilado sobre la posibilidad de un atentado.

Asimismo, hizo un reconocimiento a la labor de la policía capitalina que llegó de manera veloz al lugar del atentado y dijo que una vez que vio a los patrulleros llegar a la zona, se sintió completamente seguro, pues dijo que confía en la labor de la policía que él encabeza.

García Harfuch dijo que ahora no busca ni venganza ni revancha, sino sólo abatir la impunidad.

“Hay enojo, tristeza, por la muerte de mis compañeros, pero mi trabajo, en lugar de venganza, es continuar las investigaciones para dar con los responsables; ¿por qué no puedo tomarlo como una venganza? Porque lo que me pasó a mí, le pasa a muchos compañeros míos de la policía de la Ciudad de México, aquí en la calle, no un atentado, pero que esté solito en una patrulla y a veces le toca enfrentarse con tres o cuatro personas armadas y él está solo en lo que llega el apoyo y hay veces que pierde la vida el compañero y nosotros no estamos pensando en vengar a nuestro compañero, estamos pensando en detener a esas personas que matan a nuestro compañero, pero para abatir la impunidad”, explica.

Lee aquí la entrevista completa:

Tres meses han pasado, secretario, ¿qué piensa hoy?

Hoy estoy muy agradecido de poder continuar haciendo lo que me gusta, de poder encabezar un equipo que tiene una convicción absoluta de lo que estamos haciendo y también agradecido, en la parte personal, de poder volver a ver tus seres queridos o personas que te quieren.

"Una vez que uno es impactado físicamente, cambia hasta en el momento la percepción"

Usted ha estado en muchas situaciones de riesgo, antes. Tiene una muy larga trayectoria, pero esto fue contra su vida, secretario, es un asunto que casi se vuelve personal, ¿cómo lo enfrenta? ¿cómo vivir con eso después de saber que hay alguien que lo persigue?

Es diferente, porque a pesar de que tuvimos una serie de situaciones en la Policía Federal o en la Agencia de Investigación Criminal, nunca había sido un tema en contra mía, si había un enfrentamiento, era la autoridad contra los delincuentes; en este caso, cuando es más personal y sobre todo cuando te impactan por primera vez, porque yo había estado en situaciones de riesgo tal cual usted lo menciona, pero nunca había sido impactado físicamente. Una vez que uno es impactado físicamente, cambia hasta en el momento la percepción.

¿Aquel día de junio cambió algo en su rutina o era su rutina de todos los días?

Volví a mi rutina, esa rutina yo la había roto y ese mismo día, volví a la rutina que yo tenía.

¿La había roto por estrategia?

Sí, porque ya sabíamos, ya teníamos cierta información, entonces yo había cambiado mi esquema de a dónde ir, cómo llegar, dónde dormir, dónde ir y esa vez, volví un poco a la rutina.

García Harfuch asegura que la reacción de la Policía de la CdMx le salvó la vida el día del atentado. (Octavio Hoyos)

Después de un tiempo, usted salió de ese lugar por primera vez, es decir, ¿había cambiado incluso el lugar?

Sí, yo no estaba en ese lugar ya.

¿Estaban esperando que usted regresara a esa rutina?

Es correcto.

Tuvieron paciencia…

Mucha, porque tal cual usted lo está mencionando, yo ya no estaba ahí.

"Volteo y veo cómo se cierra la camioneta de tres y media toneladas"

Ya no estaba ahí, ese día regresa, sale de ese lugar y ¿qué pasó? Ya vimos lo que pasó afuera, hay testimonios, hay grabaciones suyas dando algunas órdenes después del atentado, pero ¿qué pasó en el interior de la camioneta?

En el interior de la camioneta íbamos, salimos un poquito más tarde ese día e iba Edgar manejando, yo iba en el asiento del copiloto, Rafael iba exactamente atrás de mí y un vehículo un poco más lejos. Cuando salimos, yo acababa de pedir unas novedades, que es una carpeta que leemos todos los días, yo iba leyéndolo, iba apenas iniciando la lectura cuando volteo y veo cómo se cierra la camioneta de tres y media toneladas, blanca, y todavía no alcanzaba a frenarse todavía y ya estaba tronando el primer impacto del lado derecho en el parabrisas frontal de la Suburban, uno seguido de muchísimos más…

Usted está empezando a leer el reporte y cuando ve que la camioneta se atraviesa, uno puede pensar ‘puede ser un incidente’, ‘tránsito’, ‘se pasó un rojo, no nos vio’, ¿usted de inmediato dijo ‘vienen por mí’?

Sí…

¿De inmediato?

"Pensé que no la libraba más adelante, cuando ya recibí los impactos"


¿Por qué?

Porque… fue muy rápido, hoy yo digo que sí me di cuenta, a tres meses, pero desde que vi la camioneta, pues no era normal, era una hora en que no hay nadie, prácticamente, sí ves vehículos, pero no. Justo pasando el tope, ahí en esa calle, hay un tope que obliga a que la camioneta se frene, creo que es de los poquitos o el único tope que hay en esa bajada, entonces cuando frena la camioneta, es cuando se atraviesa la camioneta y ésas no son casualidades. Truena el primer impacto fuertísimo, que es del que más me acuerdo, del primero, por obvias razones, truena como a esta altura y se siguen todos los demás.

¿Qué piensa un hombre que en ese momento? Supongo, por lo menos en ese momento… ¿pensó que no la libraba?

Pensé que no la libraba más adelante, cuando ya recibí los impactos.

En ese momento todo era adrenalina…

Sí, era todo adrenalina y no era la primera vez que estaba en una situación de riesgo, no es como que sonaran los primeros disparos y dijera ‘me voy a morir’, no. Es hasta que me impactan que siento un dolor indescriptible, en el del codo, no sé si fue el primero, si fue el segundo, es el primero que yo sentí, de todas las heridas que tuve, es el primero y ahí es donde ya entra la mente en otro canal y después siento, casi de manera inmediata, el impacto en la rodilla, que también fue hueso y también lo sentí terrible.

“Me preocupaba no volver a caminar bien”, narra Omar García Harfuch en entrevista con Azucena Uresti. (Octavio Hoyos)

"No hay un lugar dentro de la camioneta que no esté impactado"

¿Qué pensó cuando supuso que no iba a salir con vida de allí, cuando lo pensó como una posibilidad con amplio porcentaje?

No pensé en nada, en nada, no pensé en algo personal, nada más pensé en algo muy sencillo, saber a qué hora o en cuánto tiempo o a qué hora llegaba el próximo impacto o en qué momento llegaba el impacto que fuera a sentir ya fatal.

¿Usted siempre viaja en el asiento delantero?

¿Así lo marca su protocolo?

Yo no tenía un protocolo como tal, nosotros nunca fuimos… Mi escolta estaba compuesta…, antes, ahorita ya cambió todo por lo evidente, mi escolta estaba compuesta por compañeros míos, que habíamos estado en el mismo grupo táctico, en la misma célula de investigación, nunca tuve como tal un servicio de escolta, bueno, cuando llegó aquí a la Secretaría y a la entonces PGR, también, mejoramos el dispositivo, pero nada como tal un protocolo de que tiene que ir un vehículo aquí, usted adelante, otro hasta atrás, ‘usted siéntese aquí’, nunca lo habíamos tenido, hasta hoy, hoy ya cambió totalmente mi esquema de seguridad.

En la camioneta iban tres personas, dos de ellas perdieron la vida, ¿cómo se explica usted que estemos platicando hoy?

No me lo puedo explicar porque no hay un lugar dentro de la camioneta que no esté impactado y como usted lo está diciendo, de tres personas que iban en la camioneta, que dos mueran y yo con heridas que sí fueron graves, estuve bastante lastimado en el hospital, pero a tres meses estoy bien.


Supongo que piensa mucho en esas cosas, no sé si incluso haya una conversación con terapeutas, algún desahogo, algún profesional porque es un asunto muy difícil de superar…

No he tenido terapia psicológica, siento que no la he, hasta el momento, no sé si más adelante, al momento no he sentido la necesidad de compartir esa experiencia de una manera de sufrimiento porque me siento agradecido de estar aquí; en el momento en que estoy vivo, que puedo estarlo platicando, creo que es también parte de la misma terapia que uno necesita.

"En cuestión de segundos la camioneta ya no servía"

Me decía que el primer impacto es el que más recuerda, el del parabrisas, del lado en el que usted iba, del lado derecho, ahí. Empiezan los balazos, son como dos minutos y medio que debió haber sido aquello eterno para usted, ¿en qué momento se percata de la situación de sus compañeros?

De Edgar, que iba conduciendo, antes de yo pasarme hacia atrás, le digo que meta reversa y él, yo lo veo, cuando estaba intentando meter reversa, acelerando, y me dice ‘la camioneta ya no prende’. El éxito también de estas personas es que lograron que la camioneta no funcionara en cuestión de segundos, en cuestión de segundos la camioneta ya no servía, ni para atrás, ni para adelante, es más ni prendía. 

Entonces, ahí ya no veo a Edgar porque después de que disparan en el parabrisas, yo me paso hacia atrás para tomar otra arma, Rafa estaba en el asiento del pasajero y aquí hay como un pasillito y aquí estaba otra arma; entonces, cuando yo tomo el arma es cuando soy impactado en el codo, es el que yo sentí; ahí es cuando veo que Rafa pide auxilio, hace un quejido muy muy leve y muere de manera instantánea, pero ahí todavía no podía confirmarlo yo, porque seguían todos los disparos. ¿Dónde me doy cuenta? 

"Cuando yo me bajo, veo a Edgar muy mal, inconsciente y Rafael ya estaba muerto"

Contestando a su pregunta, cuando me bajo de la camioneta, ya que llegan los otros compañeros, que prácticamente eso fue también lo que me salvó, la reacción de la policía de la Ciudad de México, llegó muy rápido y ahí sí los segundos cuentan, porque si ellos se hubieran tardado 30 segundos más, son 30 segundos más de… quién sabe cuántos disparos hubieran podido hacer en esos 30 segundos o un minuto, dos minutos o tres minutos. Cuando llega la policía y yo me bajo, con ayuda, obviamente, me ayudan a bajarme, es cuando yo ya veo a Edgar muy mal, ya inconsciente y Rafael ya estaba muerto.

También se lesiona la confianza, supongo, secretario, al momento de que usted baja de la camioneta, cómo saber, porque se mencionaba incluso que había una ambulancia, ahí rondando que podría haber intentado llevárselo, como secuestrarlo, ¿cómo saber en quién confiar, en un momento tan vulnerable y tan difícil para usted?

No fue difícil porque estaba la policía ahí, yo le tengo una confianza absoluta a la policía que hoy encabezo. Cuando veo a la policía ahí y a los compañeros patrulleros que llegaron de diferentes lugares allí, yo ya me siento completamente protegido, igual en el hospital.

¿En qué momento se da tiempo, si se lo dio, para reflexionar el lado humano o para llorar, secretario?

Más que para llorar, para agradecer. Desde el momento en que yo me subo a la ambulancia… es más, antes, desde que me bajo de la camioneta y sé que ya no me iba a pasar nada, que ya estaba bien físicamente, sí tenía heridas, me preocupaba no caminar bien, me preocupaba no volver a caminar bien, si iba a tener movilidad en el brazo…

¿Todo eso lo pensaba ahí?

Sí, si la herida del pecho, si la herida del hombro, etcétera, pero ya me sentía muy contento, entonces fue una reflexión muy rápida porque a pesar de que en el mismo momento sentía una profunda tristeza por mis compañeros, también estaba agradecido de estar vivo.

"La alerta me llegó mes y medio antes"

Usted había recibido, lo dijo usted mismo, lo confirmó el Presidente después, ya el aviso de que lo estaban buscando, de que era el Cártel Jalisco Nueva Generación el que estaba tras de usted…

Había avisos, sí, de atentados como tal, en su momento tomamos precauciones, continuamos trabajando y gracias a que trabajamos toda esa información es que logramos tener 19 detenidos ese mismo día.

¿Cómo le llegó a usted la alerta? ¿Cuántas semanas antes y qué le dijeron exactamente?

Fue un mes y medio o dos antes y son documentos de seguridad, confidenciales, donde se alerta de posibles acciones de contra mía o de otros funcionarios, en este caso, era yo…

Se la manda la Secretaría de Seguridad Federal…

Lo manda una institución del gobierno federal, es un documento delicado, que tienen la confianza para compartir.

Usted sabía que estaba siendo perseguido, uno piensa muchas cosas cuando sucede algo así, si ya lo tenían previsto, ¿falló algo? ¿Se bajó la guardia? ¿Hubo una falta de atención? ¿Falló algo? Porque hay que recordar que murieron sus dos compañeros y murió una civil, una joven.

Probablemente sí falló, ¿en qué? En no reforzar mi seguridad como la tengo hoy. Por supuesto, eso hubiera sido… mucho mejor haberla reforzado y haber tenido la seguridad que tengo hoy y no esperar a que pasara para tener la seguridad que ya tengo el día de hoy

¿Desestimó un poco la amenaza?

No la desestimamos, nada más… Yo llevaba ya muchos años con situaciones así, muchos, en diversas instituciones, entonces no era el que ‘no pasa nada’, pero era el ‘los vamos a detener antes’. Era eso, principalmente, porque ya lo habíamos hecho en otras ocasiones.

No tenemos dudas es que es una célula criminal

¿Estos documentos que le enviaron alertándole sobre lo que le podía pasar, le dio la certeza poco después del atentado de que fue el Cártel Jalisco Nueva Generación?

El mismo día tuvimos detenidos, tuvimos tres acciones. La policía de la Ciudad de México realizó tres acciones el mismo día del atentado: una, los detenidos que tuvimos en flagrancia, que fueron 12, los que estaban ahí, digamos que los menos importantes, porque eran los que dispararon en mi contra o unos de los que dispararon en mi contra; tuvimos detenidos en el Estado de México, tuvimos otras detenciones, y luego, más tarde, tenemos la detención más importante que es la de uno de los que coordinaron el ataque. Entonces, todas estas investigaciones que ya teníamos y todo lo que veníamos haciendo es lo que permitió que tuviéramos estos resultados, más lo que falta.

Y eso le da la certeza de que era ese cártel…

De que era sí.

¿Tienen dudas?

No, lo que no tenemos dudas es que es una célula criminal que al menos pertenece a ese grupo.

¿El autor intelectual? ¿Están cerca, saben algo?

Estamos trabajando varias investigaciones, con ayuda del gobierno federal.

¿A alguno de estos 19 detenidos los ha visto?

No, sé que en algún momento los tengo que ver, porque hice mi declaración inicial, tengo que ratificarla y seguramente, con toda seguridad, habrá algún momento en que tenga que reconocer a algunos de ellos.

Regresa a sus labores relativamente rápido, ¿Cómo se regresa, secretario? ¿con afán de venganza, de revancha? ¿Cómo regresa a sus funciones?

No, la dinámica de la Ciudad de México, la necesidad en materia de seguridad en la Ciudad de México, no permitiría que yo me sentara aquí con el objetivo de yo tener una revancha o una venganza, sería muy irresponsable de mi parte y no sólo eso, lo hubieran notado, desde mi jefa hasta mis compañeros de equipo, hasta el gabinete de seguridad, y no.

En algún momento tuvo que haber llegado el enojo, algo de enojo…

Sí, claro, da enojo, tristeza, la muerte de mis compañeros, muchísima, pero mi trabajo, en lugar de venganza, es continuar las investigaciones para dar con los responsables. ¿Por qué no puedo tomarlo como una venganza? Porque lo que me pasó a mí, le pasa a muchos compañeros míos de la policía de la Ciudad de México, aquí en la calle, a muchos; no un atentado, pero que esté solito un compañero en una patrulla y a veces le toca enfrentarse contra tres o cuatro personas armadas y él está solo en lo que llega el apoyo; hay veces que pierde la vida el compañero y nosotros no estamos pensando en vengar a nuestro compañero, estamos pensando en detener a esas personas que matan a nuestros compañeros, pero para abatir la impunidad de cualquier delito.

Es difícil pensar, usted me dice ‘hubiera reforzado mi seguridad, tal vez hubiera sido mucho menos probable que sucediera algo así’, también es difícil pensar que en ningún momento nadie lo sabía en el interior, que nadie lo notó, yo supongo que cuando usted sale de su casa, está enterado un grupo selecto de personas de su trayecto, y lo vigilan y lo ven y lo cuidan, ¿nadie lo notó?

Antes no tenía eso, hoy lo tengo, hoy sería muy difícil que me pasara lo que pasó, pero en ese momento yo no tenía un dispositivo de seguridad como el que debí de haber tenido.

Dentro de la corporación, ¿tiene usted sospechas de alguna posibilidad de filtración, de traiciones?

Ninguna

¿Ninguna?

No.

¿A quién fue la primera persona que vio cuando llega al hospital, de su equipo, de su familia?

Antes, desde la ambulancia… De mi familia no vi a nadie, no pudieron ir al hospital…

¿En ningún momento fueron al hospital?

En ningún momento fueron al hospital.

¡Qué duro!

No era ni viable ni seguro. La primera persona que vi fue un comandante, muy estimado de aquí, que yo tengo, que lleva muchísimos años en la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Cuando yo me bajo de la ambulancia, me subo con él al helicóptero y con él es con el que vuelo a…

Helicóptero que usted mismo pidió, además, en un audio que escuchamos…

Sí, cuando me subo a la ambulancia, pido un radio prestado, para pedir el helicóptero y sobre todo poner los cercos de seguridad; me voy al hospital, me bajo y ahí estaban ya más compañeros, mandos de la Secretaría, algunos que vienen de hace mucho tiempo conmigo y otros que llevan muchísimos años en la Secretaría y ahí pudimos estar en lo que me metían al quirófano, que tardó bastante, porque tenían que hacer una serie de revisiones…

¿El recuerdo más recurrente sobre el atentado, es ese primer momento que me narra o tiene algún recuerdo recurrente de esos días?

El recuerdo más impactante es cuando suena el primer disparo, cuando le pega a la camioneta y ya después todo lo que viene…

¿El más recurrente? ¿Algo que piense de manera frecuente de ese día o de esos días? Que lo recuerde mucho, que venga a su mente en cada instante…

No, porque me forzó a no hacerlo; si yo me quedo pensando en hace tres meses, no voy a hacer nada de aquí para adelante, eso ya pasó.

¿Cómo se vive el día a día, sabiendo que esos criminales lo van a volver a intentar?

Lo vivimos con una evaluación y digo lo vivimos porque no soy yo solito, estamos un grupo de personas que… ¿Qué cambió? Que nos evaluamos mucho más fuerte ahora, somos más, nuestra autocrítica se elevó muchísimo y tenemos más prisas por hacer las cosas. Nosotros, la estrategia que tenemos y que estamos llevando a cabo en la Ciudad de México apenas lleva 11 meses…

"La seguridad es una cuestión de perseverancia"

Pero ya se va al gobierno federal, ¿o no?

No. De ninguna manera.

¿No lo han invitado?

No, no.

¿Y si lo invitan va?

A mí lo que me gustaría sería continuar colaborando con la doctora Sheinbaum, porque la seguridad es una cuestión de perseverancia, de constancia y aquí estamos con una ruta clara, estamos haciendo las cosas diferente, yo no estoy diciendo ‘estamos haciendo las cosas mejor que mi antecesor o que el antecesor o el antecesor’.

"Hoy, lo que hacemos es la persecución de delitos con ayuda de la FGJ de la CdMx"

Lo que estamos haciendo y se lo puedo decir con toda convicción son cosas muy diferentes porque la ley así nos lo permite, la Secretaría de Seguridad Ciudadana en todas las décadas de existencia que tiene, había sido 100 por ciento preventiva hasta hace 11 meses, que el Congreso de la Ciudad de México aprueba una ley por unanimidad, donde nos otorga facultad para investigar.

Es la primera vez que la Policía de la Ciudad de México rinde informes ante un Ministerio Público, que estamos… Antes, era muy traumante para el ciudadano el que pasó una extorsión, robo a casa habitación, robo a cuentahabiente, robo en transporte público, y si la policía no lograba, si la Secretaría de Seguridad Ciudadana no detenía a las personas en flagrancia, ya no era su trabajo, ya no era el trabajo de la Secretaría darle continuidad, entonces imagínese que estábamos basando toda la estrategia de seguridad de la Secretaría en detenciones aleatorias o prevención y hoy, lo que hacemos es la persecución de delitos con absoluta coordinación con la Fiscalía General de Justicia.

¿Entonces no se va?

No, lo que queremos es continuar aquí…

Ya lo comunicó, porque sería después muy incómodo decirle ‘no’ a una invitación del Presidente…

El señor presidente nunca me ha invitado, yo estoy diciendo lo que a mí me gustaría, me gustaría colaborar mucho con el gobierno de la Ciudad de México.

Comprometerse a que se cumpla con esta parte de la estrategia..

Así es.

¿Qué sigue para usted?

¿Qué quisiera yo que siguiera? Que me dejen continuar haciendo mi trabajo, que pueda tener el privilegio de servir y de seguir fortaleciendo esta policía, porque también ha sido una policía… no podemos esperar resultados de la noche a la mañana si también hemos abandonado a una policía por muchísimo tiempo. Esta policía, que es de las pocas instituciones de seguridad que quedan, que no se han tocado en el país, hay que cuidarla, hay que fortalecerla, hay que prepararla mucho mejor, pero hay que apoyarla. En la medida en que nosotros apoyemos a esta policía, vamos a tener muchos mejores resultados.

¿Vale la pena?

Totalmente, esta policía vale la pena al cien por ciento.

¿Valen la pena los sacrificios, la lejanía de los seres queridos?

Por supuesto, no hay ninguna duda.

¿Cómo maneja el miedo? ¿Lo tiene? ¿Tiene temor?

Sí, por supuesto, temor de que te vuelvan a lastimar, volver a vivir ciertas situaciones que no quieres vivir, pero hay cosas más importantes y hay satisfacciones que superan cualquier tipo de temor por mucho.

Es admirable, se nace para ello, se nace con una vocación, usted la tiene. Además, en ese momento del atentado, lo positivo es que recibió muchas muestras de cariño y de solidaridad. Nosotros estuvimos atentos, por supuesto afuera del hospital y no sólo políticos, colegas y funcionarios, gente, ciudadanos que se paseaban por el hospital, que intentaban verlo, un niño pequeñito que estaba por ahí, que le mandó un obsequio, eso también se siente bien…

Sí, por supuesto. Esas muestras de agradecimiento, solidaridad y sobre todo de cariño que recibimos de cualquier sector y de personas que nunca me imaginé se agradecen con todo el corazón. 

Quisiera comentar: lo que a mí me pasó, sí es duro y le agradezco que usted me diga ‘tiene la convicción’, pero lo que yo quisiera señalar es que en mi caso, porque mi caso se volvió famoso o mediático, pero yo le aseguro que en este país, tenemos cualquier cantidad de policías, marinos, militares, agentes del Ministerio Público, que han vivido situaciones terribles, probablemente mucho peor que las mías y que continúan haciendo el mismo trabajo, con un sueldo muchísimo menor que el mío, que no tienen un dispositivo de seguridad como el que tengo yo, que no tienen una oficina como la que tengo yo y que son personas con la misma convicción o mucho más que la que tengo yo y es por eso que la lucha contra el crimen no está peor.

Entiendo lo que dice del corto plazo, quiere cumplir el compromiso con la ciudadanía de la capital de la República, con la jefa de Gobierno, pero ¿dónde se ve, secretario, en 10 años? ¿dónde se ve usted?

Nunca he pensado a diez años.

Digamos al terminar este gobierno, ¿dónde se ve?

A mí me gustaría mucho fortalecer esta policía, se lo digo con toda transparencia; fortalecer esta policía, dejar una policía mucho más fuerte, una policía que no importa quién venga después no pueda llegar y de un plumazo debilitar esta misma policía y poder seguir trabajando por la seguridad de mi país, ¿dónde? Donde el mando ordene. A mí me gustaría seguir trabajando en materia de seguridad en 10 años, y en 20, en 30 y 40.

Le pregunto, antes de despedirlo y agradecerle que nos haya recibido esta tarde, primero, ¿cómo van sus heridas?

Bien, muchas gracias.

Lo veo que ya se mueve con mucha más soltura.

Sí.

¿Ya no hay dolor, ni adentro ni afuera?

Sí hay dolores, pero también hay medicamentos muy buenos que ayudan a quitar esos dolores.

¡Qué bueno! ¿Qué me dice del caso de Luis Cárdenas Palomino, secretario?

Para mí es lamentable, fue una persona que sí conocí muy bien en la Policía Federal, desagraciadamente me enteré por las noticias que tiene una orden de aprehensión, me parece creo que por tortura, es lamentable. En ese tiempo, por esa orden de aprehensión por la que lo acusan de tortura, yo no lo conocía, eso fue en AFI, yo nunca fui parte de AFI, pero lo conocí 10 años después o seis años después de ese evento, y se me hace lamentable que esté pasando por esta situación.

¿Algo qué decir sobre Genaro García Luna? Se menciona que pudiera ser usted nombrado o no, ¿usted está tranquilo?

Sí, por supuesto.

¿No lo van a nombrar?

Así como le digo que yo conocí a Luis Cárdenas Palomino muy bien, perfectamente, en la Policía Federal, así le digo que a Genaro García Luna lo vi dos veces porque él era el secretario de Seguridad Ciudadana y yo era jefe de departamento en la Policía Federal. El jefe de departamento en la Policía Federal es el nivel más bajo que podía haber, entonces, como que mucha interacción con el secretario de Seguridad Pública Federal no podía haber.

¿El día del atentado nunca pasó por su cabeza ni un segundo ‘hasta aquí, me voy, me voy de la secretaría’?

¿Me voy de la policía? No, no tendría por qué. Creo que no tendría por qué.

Es que cuando uno está vulnerable o al borde, probablemente, cerca de la muerte, piensa muchas cosas, reflexionas, es lo que dicen, yo afortunadamente nunca he estado cerca de la muerte, pero es lo que dicen, que uno ve pasar sus mejores días, sus decisiones equivocadas y piensas qué es lo que quieres hacer después, ¿no le pasó nada de esto?

No, yo tuve mucho agradecimiento de salir vivo, le puedo decir que es en lo que más reflexioné, fue más una cuestión de agradecer, de estar contento, de salir.

Ese viernes en la mañana, cuando nos enteramos, muy temprano, todos nos sentimos vulnerables de alguna forma. Lo sentíamos mucho por usted, por lo que representa, pero ese día poner un pie en la calle, para todos, para muchos, fue más difícil, porque le pasó a usted y nos puede pasar a todos, nos sentíamos más vulnerables. ¿Cómo explicárselo a los ciudadanos?

Hay cosas terribles que pasan en la ciudad, homicidios, feminicidios, robos, asaltos, riñas, lo que yo quiero que la ciudadanía tenga la seguridad es que estamos trabajando para que no haya impunidad. Pasan cosas terribles, sí.

Hemos tenido… acabamos de detener a unos feminicidas esta semana, creo que usted lo vio, el crimen es terrible, el crimen ya ocurrió. ¿No lo pudimos evitar? No. Lo que quiero que tengan la seguridad es que no va a haber impunidad, pasa un crimen, va a haber detenidos, como hubo detenidos en mi caso y como está habiendo en muchos otros.

Secretario, que siga bien, me da mucho gusto verlo, verlo bien, verlo entero, porque no es una cosa menor lo que usted pasó, por supuesto, la pérdida de sus compañeros, además es un asunto muy doloroso, la lejanía con su familia, pero está entero.

Muchas gracias.

Gracias por recibirnos y éxito en lo que venga.

bgpa

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