Las cuentas pendientes que Osiel Cárdenas Guillén tenía con la justicia mexicana han comenzado a pasarle factura luego de que fuera deportado a su país natal por el puerto fronterizo de San Diego - Tijuana durante la tarde del pasado 16 de diciembre.
De acuerdo con el Servicio de Inmigración y Aduanas, el fundador de Los Zetas y ex líder del Cártel del Golfo está acusado en México por homicidio y posesión ilegal de armas de fuego, sin embargo, esos cargos son tan solo la punta del iceberg del amplio historial criminal que se le adjudica al también llamado Mata Amigos.
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Reportes que los periodistas Carlos Vega y Rubén Mosso realizaron para MILENIO apuntan que Osiel Cárdenas Guillén cuenta con procesos penales abiertos en México por presuntos delitos contra la salud, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Asimismo, el otrora líder criminal enfrenta cargos por homicidio calificado, acopio y portación de armas de uso exclusivo del Ejército y cohecho.
Poco a poco, las cargos que pesan en contra del capo tamaulipeco han dado inicio a sus respectivos procesos, de modo que la tarde del domingo 22 de diciembre un juez federal dictó auto de formal prisión contra el Mata Amigos por su presunta responsabilidad en el homicidio de seis personas entre las cuales se ubican dos mujeres y familiares de un testigo protegido.
Si bien dichos casos aluden a la segunda orden de aprehensión girada en contra de Osiel Cárdenas Guillén, años antes de que fuera extraditado a Estados Unidos, al ex líder del Cártel del Golfo también se le vinculó con el asesinato de uno de los hermanos de Joaquín El Chapo Guzmán, un antiguo enemigo que, al igual que él, terminó bajo custodia de autoridades del país vecino.
La estadía en El Altiplano
Las operaciones de tráfico de drogas así como las múltiples actividades criminales que Osiel Cárdenas Guillén coordinó al encabezar el Cártel del Golfo lo convirtieron en un objetivo prioritario para autoridades tanto de México como de Estados Unidos.
Aunque el Mata Amigos ya había sido detenido por primera vez en 1992, su aprehensión definitiva se suscitó el 14 de marzo de 2003 en medio de un enfrentamiento armado en Matamoros, Tamaulipas.
Por su perfil criminal, el fundador de Los Zetas fue recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1 conocido anteriormente como La Palma en Almoloya de Juárez, Estado de México. El hoy llamado penal de El Altiplano es considerado como el de máxima seguridad en México, por lo que entre sus paredes, barrotes y muros alambrados han habitado algunos de loscriminales más peligrosos del país .
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Desde los líderes y fundadores del Cártel de Guadalajara y hasta personalidades como Daniel Arizmendi -alias El Mochaorejas- o Benjamín Arellano Félix se convirtieron en compañeros de reclusión de Osiel Cárdenas Guillén.
Una reciente entrega que el periodista Óscar Balderas realizó para MILENIO da cuenta del poderío que el también llamado Mata Amigos acumuló dentro de prisión a tal punto de contar con su propio teléfono celular y de enviar una carta a través de sus abogados al entonces presidente Vicente Fox.
"Logró tanto poder que su gente traía armas al penal. Nosotros, la verdad sea dicha, le sacábamos la vuelta. Nos hacíamos como que no veíamos nada porque tampoco queríamos problemas. Podías no tomar su dinero, pero no podías hacer algo contra ellos", relató al citado periodista un ex custodio que presenció la estadía de Cárdenas Guillén en La Palma.
Con El Altiplano bajo el control del fundador de Los Zetas, al interior del penal se comenzaron a suscitar una serie de homicidios que no solo encendieron las alertas sobre la corrupción de autoridades penitenciarias que permitían el acceso de armas de fuego, sino que también se expuso como las disputas entre cárteles se extendieron hasta la que era considerada como la prisión de máxima seguridad en el país.
El Pollo: hermano y mano derecha de ‘El Chapo’
Mientras Osiel Cárdenas Guillén reclutaba a soldados de élite para formar su propio brazo armado que extendería su poderío en el noreste del país, de lado del Océano Pacífico la ambición de un joven sinaloense poco a poco lo llevaba a escalar con rapidez peldaños en el hampa de México.
Su nombre es Joaquín Guzmán Loera y su alias es El Chapo. El mito de quien fue considerado como el narcotraficante más buscado del mundo comenzó a construirse en 1993 cuando en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Guadalajara fue asesinado el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
La violencia que en aquellos años había dejado la disputa entre los hermanos Arellano Félix y El Chapo pusieron al sinaloense en el radar de las autoridades hasta que su primera detención se concretó ese mismo año en Guatemala.
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El cofundador del Cártel de Sinaloa fue encarcelado en el penal de Puente Grande en Jalisco, sin embargo, alejarse de los negocios sucios no figuraba dentro de sus planes. Fuera de prisión contó con una mano derecha que, además de seguir coordinando sus actividades criminales, también se encargó del cuidado de sus primeros hijos: Arturo Guzmán Loera.
El Pollo, como era mejor conocido el hermano menor de El Chapo, se convirtió en sus ojos y manos fuera de prisión hasta que 19 de enero de 2001 cuando el capo sinaloense concretó su primera gran fuga de prisión gracias a las redes de corrupción tejidas con autoridades penitenciarias.
La versión oficial indicó que El Chapo escapó escondido en un carrito de lavandería y que al menos 60 servidores públicos estuvieron involucrados en la operación. Aunque múltiples especulaciones surgieron al respecto, lo cierto es que las autoridades redoblaron esfuerzos para recapturar al escurridizo líder criminal.
La presión ejercida dio resultado meses después cuando Arturo Guzmán Loera fue detenido junto a dos de sus cómplices en el entonces llamado Distrito Federal por cargos relacionados al tráfico de cocaína y metanfetaminas con fines de distribución a Estados Unidos.
A El Pollo se le señaló también de operar un 'narcotúnel' que recorría de Tijuana a San Ysidro, California. Su historial delictivo y el antecedente de la fuga de su hermano resultaron suficientes para que Arturo Guzmán Loera fuera encarcelado en la prisión de más alta seguridad en México la cual, para entonces, ya era el hogar de al menos dos de los más aguerridos enemigos de El Chapo: Osiel Cárdenas Guillén y Benjamín Arellano Félix.
El asesinato de ‘El Pollo’
Un piloto de helicópteros que estuvo al servicio del Cártel de Sinaloa identificado bajo el alias de Tinieblo concedió una entrevista en 2017 al periodista colombiano Gonzalo Guillén en donde relató su cercanía a la familia Guzmán.
La entrega publicada en Univisión narra que la detención de El Pollo figuró como un golpe tan fuerte para El Chapo y su madre, María Consuelo Loera, que el otrora líder criminal propuso a Tinieblo ejecutar un plan para sacarlo de la cárcel.
La operación consistía en sobrevolar un helicóptero en El Altiplano a la hora en la que se le permitía a Arturo Guzmán Loera salir al patio. De la aeronave colgaría una caja de acero en donde se resguardaría el hermano de El Chapo y se esparciría el rumor de que había una bomba en el penal para evitar que autoridades intervinieran en la fuga.
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Tinieblo aseguró en la entrevista con el periodista Gonzalo Guillén que se negó a cumplir el plan de El Chapo, una decisión que meses más tarde se convirtió en una de las primeras pérdidas que el cofundador del Cártel de Sinaloa padeció por involucrarse en el mundo criminal.
En vísperas del año nuevo 2005, el estruendo de diversas detonaciones de fuego al interior de El Altiplano provocaron la movilización de cuerpos de seguridad. El ataque se registró en el área de locutorios en donde Arturo Guzmán Loera se encontraba hablando con su abogado.
Siete heridas de arma de fuego en el tórax y el abdomen terminaron con la vida del hermano menor de El Chapo. Tras constatar su muerte, autoridades penitenciarias ubicaron al responsable, quien respondía al nombre de José Ramírez Villanueva, según dan cuenta informes de prensa de la época.
Aunque en un inicio autoridades especularon que el asesinato de El Pollo era una venganza del Cártel de Juárez por la muerte de Rodolfo Carrillo Fuentes, fueron las declaraciones del interno José Ramírez Villanueva las que apuntaron al fundador de Los Zetas.
"El pistolero José Ramírez Villanueva reconoció ante las autoridades que fue presionado por los socios del líder del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas, para que matara a Arturo Guzmán. Se dice que el cártel del Golfo recientemente se alió con el cártel de Tijuana en respuesta a la ofensiva del gobierno contra el crimen organizado", se lee en un informe emitido en 2011 por la Universidad de Nuevo México.
Ramírez Villanueva confesó haber cometido el crimen luego de presuntamente haber recibido amenazas en contra de él y su familia por parte de integrantes del grupo delictivo que encabezaba Osiel Cárdenas Guillén.
Por el homicidio del hermano del Chapo y por posesión de un arma de fuego de uso exclusivo, José Ramírez Villanueva fue sentenciado a pasar 42 años de prisión.
Mientras aquel pistolero continúa cumpliendo su condena y los restos de Arturo Guzmán Loera descansan en el panteón Jardínes del Humaya, el supuesto autor intelectual del crimen regresó a México en donde no solo es recordado por el homicidio del hermano de El Chapo, sino por el amplio y violento legado criminal que dejó para el país.
ATJ