Ángel sobrevivió al cáncer, pero fue asesinado con su hijo tras ir a cita de trabajo en Paseo Interlomas

Ángel y Jonathan se dedicaban a hacer trabajos de carpintería y el 18 de octubre se reunieron con un cliente quien les pagó 90 mil pesos, pero al finalizar la negociación, los asaltaron y mataron.

Ángel (derecha) y su hijo Jonathan trabajaban juntos en una empresa de carpintería.
Ciudad de México /

Ángel aprendió desde niño bien el oficio de la carpintería, el cual le fue heredado por su papá. Con el tiempo, él lo compartió con Jonathan, su hijo. Siempre juntos y con el ánimo en alto, ambos dedicaron su vida a ejercerlo hasta que fundaron su empresa en el oriente de la Ciudad de MéxicoEl 18 de octubre pasado acudieron a la plaza comercial Paseo Interlomas, en el municipio mexiquense de Huixquilucan, con un cliente que necesitaba unos muebles para una boutique, pero fueron asesinados a balazos. 

El señor de 60 años y su hijo de 40 quedaron de llegar al lugar cerca de las 10:00 horas a terminar de afinar detalles de los muebles como las medidas, el tipo de material que se usaría y claro, para cobrar el anticipo para iniciar con la elaboración de los mismos, pero al salir fueron interceptados por al menos dos hombres; uno de ellos caminando y el otro a bordo de una motocicleta, quienes se acercaron a las víctimas y les dispararon para quitarles una mochila en la que traían 90 mil pesos que  habían retirado del banco. 

De un ataque directo a un intento de asalto

La Dirección General de Seguridad Pública y Vialidad del municipio informó, a través de un comunicado difundido en X por el gobierno de Huixquilucan, que elementos de seguridad llegaron al lugar de los hechos y las víctimas fueron atendidas por los servicios de emergencia, pero debido a la gravedad de las heridas murieron.

De acuerdo con la tarjeta informativa, las víctimas eran perseguidas por individuos armados que iban a bordo de una motocicleta, "toda vez que se trató de un ataque directo sobre la vía pública" y los responsables escaparon, pero serían las autoridades ministeriales quienes determinarían las causas.

El 1 de noviembre pasado la Fiscalía General de Justicia del Estado de México informó que fueron detenidos Sebastián Omar "N", El Raya y su pareja Claudia Ivette "N", personas presuntamente relacionadas con el asesinato de Ángel y su hijo Jonathan en el centro comercial Paseo Interlomas.

La captura de ambos sólo era la punta de iceberg, pues las investigaciones de la fiscalía mexiquense revelaron que ambos son presuntos integrantes de Los Rayas, una banda dedicada al robo a cuentahabiente en municipios del Valle de México y en la Ciudad de México.

Ambos fueron ingresados al Centro Penitenciario y de Reinserción Social Lic. Juan Fernández Albarrán en Tlalnepantla al ser vinculados a proceso y quedar bajo prisión preventiva justificadaNo obstante, la investigación señala que en el asalto y asesinato ellos habrían participado junto con otras personas, entre ellas los dos hombres que interceptaron a las víctimas. En tanto, el móvil del homicidio de Ángel y Jonathan apunta a robo a cuentahabiente.

Sebastián Omar "N", El Raya, y su novia Claudia Ivette "N".

Carpintería, un oficio heredado 

El señor Ángel era originario de Tlacotalpan, Veracruz, pero se mudó a la Ciudad de México donde formó su familia. Primero fue barrendero y despachador en una gasolinería, pero "la verdad siempre tuvo trabajos desde muy pequeño" hasta que decidió poner su carpintería y Jonathan era arquitecto y después se especializó en diseño de interiores por lo que ambos trabajaban en su taller de manera conjunta, contó su hermana Mayra a MILENIO.

"Ya tenían como 10 años trabajando juntos y la verdad es que hacían muy buena mancuerna porque mi papá, con toda la experiencia de la madera, y  mi hermano con esta lado innovador de diseñar espacios funcionales para más a la medida (…) la realidad es que no veías a uno sin el otro, era muy extraño que se dividieran para algún trabajo", relató la joven.

La última vez que vio a su papá fue el 16 de octubre—dos días antes del crimen—en la casa de ella, a la que el señor había ido para poner unos acabados, luego cenaron juntos y se despidieron.  

Ya para el miércoles, a través de un grupo de WhatsApp de la familia, Ángel y Jonathan escribieron cerca del mediodía que seguían con el cliente en Paseo Interlomas, pero después no continuaron la conversación; los habían matado. Para el 18 de octubre, la esposa e hija de Ángel, se enteraron a través de una tía que policías habían ido a informarle sobre lo ocurrido. 

"En un principio la verdad es que no teníamos una idea de la magnitud y uno va pues queriendo pensar que es un error y que se equivocaron, que no pasó y que a lo mucho fue un accidente de auto y están en algún hospital, o sea, queriendo rescatar la situación en la mente", expresó Mayra.
Las víctimas fueron despojadas de 90 mil pesos. | Especial

Una batalla contra el cáncer 

La muerte de ambos impactó mucho en la familia porque Ángel y Jonathan, quien también tenía un gusto por la fotografía, no eran personas de problemas sino por el contrario, "tenían un carácter muy amigable, muy noble, eran muy carismáticos", relató.

Pese a que el caso está siendo investigado y que la fiscalía ha estado buscando a los demás responsables, la familia teme por su seguridad ya que al enterarse de que detrás del crimen hay una banda con alto grado de peligrosidad y el hecho de que el resto de los integrantes que participaron anden libres les hace sentir que estos puedan tomar represalias.

"Uno teme de las represalias, de que hay más gente, de que no todos están detenidos y que no sabemos qué tanto es el alcance que tienen y para ser honesta, retomar la rutina ha sido muy difícil para nosotros (…) en los primeros momentos queríamos pensar que eran unos asaltantes primerizos y que se les fue la bala y que no supieron cómo manejarlo y al final intentas minimizar el dolor y la preocupación y todo, pero no sabemos el alcance que tiene la banda, vivimos con mucho miedo, hay muchos traumas que tenemos en este momento.
"El salir, el estar viendo quién viene, quién no viene. Por ejemplo, nos enteramos de la moto (que fue usada por uno de los responsables a bordo) que participó, a mi mamá y a mí nos pasó que circularon dos motos, una de cada lado en el tráfico y las dos nos pasmamos horrible. Esos momentos le suman muchísimo al dolor", relató. 

Los detenidos Sebastián Omar "N", El Raya y su pareja Claudia Ivette "N", contó la hija de las víctimas, alegaron que habían sido maltratados durante la detención, pero se confirmó—a través de la abogada de la familia—que los presuntos participantes no tenían "ningún golpe y ningún indicio de que hubieran sido lastimados".

Las víctimas eran propietarios de una empresa de diseño y carpintería.

Mayra cuenta que su papá Ángel, quien sólo había estudiado hasta el tercer semestre de preparatoria, tenía cáncer en los huesos, el cual superó tras cuatro años de haberle sido diagnosticado y "él vivía con la mejor actitud y salía todos los días a trabajar, todos los días estaba con la mejor disposición y con la mejor energía, pero al final le arrebataron la vida", expresó su hija. 

Previo a que fueran asesinados, la joven les había preguntado a su papá y hermano qué días tendrían de vacaciones para visitar Tlacotalpan, de donde el señor Ángel era originario; viaje que ya no pudo hacerse, pero la búsqueda de justicia ambos continuará, afirmó Mayra, quien pidió que lo que pasó no se repita con ninguna otra familia del país; "al final queremos que no quede impune porque sería lo peor que nos podría pasar".


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  • Iván Ramírez
  • ivan.ramirez@milenio.com
  • Periodista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Editor web y reportero en temas de seguridad y justicia. Amante de los perros. Siempre buscando historias que contar.

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