La señora Elizabeth Quijón, vecina de la colonia Argentina en Monterrey, ha vivido la pesadilla de desconocer el paradero de su hija desde hace dos años. Desde el pasado 12 de septiembre del 2016 la pequeña Ingrid Monserrath, de 4 años, quien tiene un padecimiento en su pie derecho, desapareció.
Con el corazón destrozado, la madre tiene más de 600 días de no saber de su hija. Lo más grave es que ya tienen un culpable, presuntamente, fue el mismo padre de la menor, Alfredo Camacho Gallegos, quien la sustrajo con engaños de su casa, por lo que la mujer teme por la vida de Ingrid.
Doña Elizabeth denunció a su marido por el delito de sustracción de menores en el Centro de Orientación y Denuncia (CODE), y meses después, las autoridades dieron con Alfredo Camacho en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde tenía otra identidad, pero logró darse a la fuga.
Fue hasta septiembre del 2017 que el hombre fue arrestado en Matehuala, San Luis Potosí, y fue trasladado a Monterrey y fue internado en el penal del Topo Chico, pero no reveló el paradero de la menor.
Tras casi dos años, el silencio del raptor atormenta a la madre, que sigue sin conocer el paradero de la niña.
El pasado 23 de diciembre decidió investigar por cuenta propia, su aún esposo le dijo que Ingrid se encontraba con unos padrinos en la ciudad donde lo arrestaron; sin embargo, al llegar por sus medios, los vecinos del sector donde presuntamente vivía su hija, negaron conocerla.
Además, la familia del hombre tampoco la ha ayudado, ya que niegan conocer el paradero de su heredera de sangre, pero la mujer teme que ellos estén mintiendo.
Según la mujer, el 9 de agosto se dictará sentencia al hombre, pero mientras siga negándose a hablar, las autoridades le aseguraron que no habría nada más que ellos pudieran hacer.