Familiares de Rosendo Castro Guerrero, agente de la Secretaría de Seguridad Pública de León asesinado la tarde del martes 5 de octubre en la colonia San Isidro, confirmaron que el oficial se encontraba desarmado al momento del ataque pues aseguran estaba en su periodo vacacional, ya que el sábado fueron los XV años de su hija mayor.
Este jueves familiares y amigos se congregaron en el Panteón San Nicolás para darle el último adiós, luego de que hombres armados a bordo de una camioneta llegaron hasta el lugar donde se encontraba el oficial en la colonia San Isidro custodiando la casa de una mujer que había sido amenazada por secuestro, para asesinarlo.
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De acuerdo al tío de la víctima, Martín Guerrero, el hombre de 36 años de edad no había sido amenazado previamente y apenas tenía cinco años en la corporación, antes trabajaba de yesero y fue en 2016 cuando entró como agente de Tránsito, y apenas recientemente había solicitado su cambio para ser policía, mismo que estaba en proceso.
“Lo mandaron a que cuidara a una señora según que estaba amenazada por un cartel no sé qué chingaos y a él lo mandaron sin pistola y sin nada a resguardar esa casa, pero lo mandaron sin arma y sin nada”, comentó.
El hombre estaba casado y tenía cuatro hijos, la mayor de 15 años de edad y el sábado pasado fue su fiesta, por lo que el oficial se encontraba de vacaciones.
Todos sus hijos van a la escuela y de acuerdo a un recibo de nómina del oficial de septiembre de este año, del cual este medio tiene copia, recibía un sueldo neto de 4 mil 739 pesos por cada 14 días laborados, ya incluídos los bonos por asistencia, puntualidad y apoyos de alimentación.
“Apenas como más o menos de la semana porque su hija cumplió XV años el sábado y en esa semana salió de vacaciones . No estoy enterado (cuando entraba) pero todavía le faltaban dos, tres días para entrar y no sé cómo aceptó él para, también pues para entrar sin arma, como que le dijeron ‘ahorita vienen los demás’”, agregó.
Aunque el sueldo del oficial era mayor, entre otros conceptos como el IMSS, le descontaban el ISR y el INFONAVIT.
El tío recuerda que llevaban muy buena relación con él y que la última vez que lo vio se tomaron una foto y le dio un beso como si se estuviera despidiendo, por lo que le cayó de sorpresa el homicidio de su sobrino.
Lo recuerda como un hombre que no se metía con nadie y que incluso cuando se quiso cambiar para ser policía no tuvo “la sangre”, ya que no le gustaba meterse con nadie, por lo que piden que se hagan cargo de la familia, pues no creen que agarren a los responsables.