Era mediodía, aproximadamente. El 24 de mayo, sobre el cruce de las calles 414-A y 1519, en la colonia San Juan de Aragón, en la Ciudad de México, un señor de 55 años había acudido con la esperanza de comprar un automóvil Jetta que había visto en internet. Contactó a los supuestos vendedores: dos hombres y una mujer; todo era un engaño para asaltarlo. Los ladrones lo amagaron con una pistola y le exigieron que les entregara los 50 mil pesos que costaría aquel auto.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México tomó conocimiento de los hechos y policías se acercaron al punto. El oficial Héctor era uno de ellos, quien al estar en la dirección referida fue atacado a balazos por uno de los delincuentes a un metro de distancia aproximadamente y una bala le hirió en la pierna. El policía, al ver en peligro su vida, repelió la agresión; jaló el gatillo de su pistola de cargo y disparó contra el ladrón, quien murió en el lugar.
Héctor, recuerda, le gritó al hombre armado que se tirara al piso y que soltara la pistola, pero éste se dio la vuelta y le disparó en la pierna izquierda.
“Inmediatamente siento la herida y lo único que hice fue repeler la agresión (...) en ese momento es algo que es inexplicable, estás con la adrenalina y lo que quieres es salvar tu vida y tomar el control de la situación porque él continuaba disparando, al momento no me importó estar herido, sólo continué hasta que él cesó su agresión”, contó el policía Héctor a MILENIO.
Pese al disparo, el elemento se mantuvo de pie aun sintiendo, describe, “una quemada”en la pierna; no quería perder de vista al ladrón, el cual corría sobre un camellón, pero se desvaneció luego de que el policía le dio al menos tres disparos. Al verlo herido, un compañero del oficial pidió el apoyo médico para que atendiera a Héctor, y por protocolo, también revisar el estado de salud del agresor.
El oficial fue trasladado en la patrulla al helipuerto de la Casa del Peregrino, ubicada en la misma alcaldía y posteriormente personal de la Dirección Ejecutiva de Servicios Aéreos Cóndores de la SSC lo recibió para su traslado, vía aérea, a las instalaciones del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) en Tlaxcoaque de donde, posteriormente, vía terrestre, fue llevado a un hospital para su atención médica especializada.
El ladrón tenía sangre en la cara, pero cuando los servicios de emergencia llegaron, se confirmó que ya estaba muerto. “De alguna manera sentí un poco de tranquilidad al ver que no me había pasado nada y que me encontraba de pie (...) uno tiene que ser un poco frío porque en ese momento está en peligro tu vida. Lo único que piensas es que pasó el momento y dices ‘ya terminó esa pesadilla’; son segundos que piensas que puedes morir. Cuando veo que cae, digo ‘ya terminó esto’”, platicó el oficial.
Para el elemento de la SSC, el haber abatido al ladrón, no le deja una tranquilidad total porque dice, “como tal no deja de ser una vida, pero en cierto punto es parte de mi trabajo y no estamos para matar, pero tampoco podemos permitir que una persona le quite la vida a compañeros (de la corporación) o a un ciudadano por algo que no va dentro de las cosas, que es delinquir”.
“Si uno no repele la agresión pues los delincuentes van dispuestos a todo, lo mismo les da matar a un policía que matar a un ciudadano. Se trata de apegarse uno siempre a lo que está encomendado, que son los protocolos”, añadió el oficial, quien lleva 13 años en la corporación.
En tanto, otros compañeros de Héctor persiguieron a los otros dos ladrones, los cuales finalmente fueron detenidos. Se trataba de una mujer de 25 años y un hombre de la misma edad, quienes fueron puestos a disposición ante el agente del Ministerio Público en GAM-4, para determinar su situación legal y realizar las investigaciones del caso. Los detenidos fueron identificados como Brandon "N" y Perla "N", a quienes les aseguraron una pistola y una motocicleta blanca sin placas.
Al realizar un cruce de información, se pudo saber que la mujer detenida cuenta con un ingreso al Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, en el año 2016 por delitos contra la salud. Además, personal de la Dirección General de Asuntos Internos de la SSC, tomó conocimiento de lo ocurrido, para la colaboración con las autoridades ministeriales en la integración de la carpeta de investigación y la declaración de los policías involucrados en los hechos.
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