Era agosto de 2019, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México se preparaba para aprehender al presunto responsable de un feminicidio y que, a diferencia de otros casos, el responsable contaba con un hermano gemelo con lo que logró evadir a las autoridades por varios años.
Ana, a quién llamaremos así por cuestiones de seguridad, es agente de la Policía de Investigación (PDI), adscrita a la Fiscalía de Mandamientos Judiciales, y relató cómo descifró el caso para no detener al hermano equivocado.
Los hechos se habían registrado el 25 de agosto de 2014, cuando una mujer fue asesinada en la alcaldía Iztacalco presuntamente por su esposo, identificado como Adrián ‘N’; ambos trabajaban en una carnicería.
Pruebas obtenidas con la investigación de la fiscalía capitalina indicaron que el esposo había cometido el crimen, pero al contar con un hermano gemelo, el caso requería una investigación aún más exhaustiva por parte de las autoridades.
“Fue un caso muy laborioso. Se trataba de un feminicidio, pero el imputado tenía un gemelo. Entonces no podíamos cometer el error de detener al hermano; teníamos que ser muy precisos en los datos que teníamos, en la investigación que realizábamos, tanto de gabinete como operativamente.
“En el momento del hecho los dos desaparecen y el hermano, al tener similitud, lo hace complicado”.
Sin embargo, las redes sociales del sospechoso y la complexión física fueron los dos factores que impulsaron la investigación. En el primero de los puntos, Ana dijo que se estudiaron las cuentas de cada hermano y la familia en busca de aspectos para diferenciarlos, de manera que, a través del Facebook de la víctima, identificaron que Adrian ‘N’ era más robusto y contaba con algunos tatuajes.
En la cuenta de la esposa, el sospechoso aparecía con ella en diversas fotografías, pero apenas mostrando el rostro; mientras que en la de su hermano, se pudo saber que éste era un poco más delgado porque hacía zumba, por lo que “el aspecto físico fue fundamental para diferenciarlos”.
La investigación duró meses (con la presente administración capitalina), hasta que lograron ubicar a Adrián ‘N’ en Guadalajara, Jalisco, ya que él y su familia, al formar parte de la Iglesia de la Luz del Mundo, estarían en aquella entidad en el mes de agosto.
“Logramos ubicarlo hasta Guadalajara en una comunidad donde, como ellos pertenecían a la religión de la Luz del Mundo, entonces ellos celebran en grande allá en Guadalajara en el mes de agosto, entonces ahí fue donde lo detuvimos.
“Había muchísima gente, estábamos en colaboración con la Policía de Investigación de allá de Guadalajara, los compañeros de allá nos apoyaron por lo mismo de que era muchísima gente”.
Ana relató que, al momento de la detención, los familiares, vecinos y amigos de Adrián ‘N’ se les fueron encima a los agentes para evitar que se lo llevaran, por lo que tuvieron que forcejear para poder asegurar al presunto feminicida.
“Él puso resistencia, la mamá, el papá, los familiares que estaban ahí, vecinos, no querían que nos los lleváramos, además como eran las festividades de esa religión, pues había muchísima gente”.
Por su trabajo en la fiscalía capitalina, principalmente en delitos de género, Ana recibió un reconocimiento del gobierno de la Ciudad de México y asegura que día a día se combaten este tipo de ilícitos.
“Día a día nosotros seguimos trabajando, realmente con la pandemia no bajó nuestro trabajo; nuestro desempeño como policías es seguir laborando y seguimos tratando de combatir ese tipo de delitos”.
AESC