La noche de este miércoles, familiares y amigos de Enrique Esparza Ochoa, de 21 años de edad, y Raúl Alejandro Barajas Orduñez, de 27, salieron nuevamente a las calles de Guadalajara para exigir su regreso.
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Ambos desaparecieron el pasado 9 de febrero, y según las primeras indagatorias, sus casos podrían estar relacionados, así como el de Jonathan Omar Vázquez Escamilla.
“Que regrese la paz a Jalisco”, fue la exigencia de los manifestantes que pedían la localización con vida de los jóvenes.
Vestidos de blanco y con veladoras en mano, las familias hicieron una oración antes de dirigirse hacia Casa Jalisco, donde fueron recibidos con luces apagadas y vallas. Los familiares y amigos de los jóvenes estuvieron alrededor de media hora afuera sin que nadie los atendiera.
Aunque por momentos, los padres se quebraban al gritar el nombre de sus hijos, la fe de encontrarlos y volver a tenerlos en sus brazos los mantuvo de pie. “Te cambia todo, tus movimientos ya no son los mismos, ahora vives, a veces con temor, a veces con coraje, a veces sin saber qué hacer tu vida cambia por completo”, compartió Raúl Barajas, padre de Raúl Alejandro, quien reconoció que las autoridades han tenido buen avance en las investigaciones, además de que han estado en comunicación con las familias.
Refirió que en la zona hay cámaras de vigilancia que están siendo analizadas, asimismo el estudio de grabación ya fue asegurado y se han llevado a cabo diversas diligencias en el área.
Raúl, Alejandro y Omar, muchachos trabajadores y alegres
Enrique, estudiante de Arquitectura y Diseño de Interiores, fue visto por última vez en la colonia Providencia, cuando fue a pedirle prestado el automóvil a su mamá para ayudarle a un amigo con una mudanza.
El último contacto que se tuvo con Raúl Alejandro fue cuando estaba en el estudio de grabación donde trabaja, ubicado cerca de la Plaza Real Center de Zapopan.
Mientras que Jonathan Omar Vázquez Escamilla, quien es barbero, laboraba en el local donde trabajaba Raúl.
“Creo que nada más la relación era de saludarse y punto, bueno con Enrique no sé, con la otra persona con Omar, sí sé que se saludaban porque él es un barbero que iba a hacerles el pelo, la barba a todas las personas del estudio”, dijo el padre de Raúl Alejandro.
“Es un muchacho alegre, que a todo mundo le cae bien, muy sociable. Muy dedicado a su música, apasionado a la música, su rutina del último año era casa, trabajo, su novia y regreso a casa, esa era su rutina del último año, precisamente este mes cumplía un año de ese estudio de grabación”, agregó Raúl Barajas.
Por su parte el tío de Enrique Esparza pidió todo el apoyo de la Fiscalía del Estado, así como del gobernador Enrique Alfaro y del gobierno federal. “Ya va casi una semana, lo único que pedimos es que nos ayuden, igual que nosotros hay muchos otros muchachos en la misma situación, hay familias destrozadas, hay familias divididas, necesitamos ayuda”, comentó.
SRN