A casi cinco meses de que el secretario de Seguridad Pública de Hidalgo, Mauricio Delmar Saavedra, diera a conocer el anteproyecto, ayer se publicó en el Periódico Oficial del Estado de Hidalgo el Protocolo de Actuación Policial para el Control de Multitudes ante el Riesgo de Violencia Colectiva.
De acuerdo con el documento se establece el protocolo de actuación, en el marco de respeto a los derechos humanos, para que la Policía Estatal Preventiva del Estado de Hidalgo, la Policía Investigadora y las Policías Municipales hagan uso de la fuerza solo cuando sea estrictamente necesario, de manera racional, congruente y oportuna, de conformidad con lo establecido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Tratados Internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte y la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El procedimiento de actuación señala que las instancias de Seguridad Publica, de nivel estatal, cuándo tengan conocimiento de un intento de linchamiento, intervendrán de inmediato en coordinación con las Policías Municipales.
Las autoridades municipales deberán de informar inmediatamente cuando haya un intento de linchamiento al Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4), a través del Delegado municipal o de cualquier persona; éste solicitará la intervención de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de Justicia del Estado, para garantizar la integridad de las personas y la seguridad de los habitantes.
Una vez conocido el hecho, y con intervención del delegado municipal de la comunidad, colonia o barrio de que se trate, la policía que actúe como primer respondiente deberá de privilegiar el diálogo y procurar una solución conciliatoria para garantizar los derechos humanos de las personas implicadas en un hecho presuntamente delictivo.
La policía que actúe como primer respondiente deberá de reaccionar con la inmediatez que el caso amerita, a fin de salvaguardar la vida y la integridad del sujeto relacionado con la causa de la inconformidad, procurando evitar el uso de la fuerza, privilegiando la disuasión o persuasión sobre otro nivel de fuerza, salvo que debido a las circunstancias de la situación en particular que se presente, se ponga en riesgo la vida o la integridad de terceros o del personal policial, en cuyos casos, se implementará directamente el nivel de uso de la fuerza que sea necesario.