Los atacantes a la casa del cardenal Norberto Rivera tuvieron oportunidad de matarlo o secuestrarlo, si ese hubiera sido su objetivo, por lo que ven más posible un intento de asalto, afirmó su abogado Armando Martínez.
“El cardenal venía de celebrar la misa de un lugar público en el sur de la Ciudad de México; no había vigilancia, sólo llevaba otro oficial de la Policía Bancaria, que es el segundo que interviene en el tiroteo y sin mayor escolta, sin mayor seguridad. Si hubiera sido el caso (matarlo o secuestrarlo), hubieran tenido mucho más oportunidad en otros lados”, dijo en entrevista con Ciro Gómez Leyva para Grupo Fórmula.
El lunes pasado, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, afirmó que el atentado a la casa del Arzobispo Emérito de México fue una “agresión directa”.
“(Fue un ataque directo) a la casa, no al cardenal. Es evidente que estudiaron, que vieron los movimientos, que tenían como objetivo ingresar al domicilio, robar”, aseguró el abogado del cardenal.
Martínez dijo que la línea de investigación va más hacia el robo, “no hacia otra cosa. La indagatoria es lesiones con arma de fuego que causaron la muerte de un policía”.
Mencionó que en la casa del cardenal había cinco personas y que esperan que uno de los agresores, quien resultó herido y está hospitalizado, rinda su declaración.
No son sicarios
Hugo Valdemar, ex vocero del cardenal, descartó que los atacantes a la casa de Norberto Rivera sean sicarios y abrió la posibilidad de que los agresores sean familiares.
“Tan no son unos sicarios que van y dejan al sujeto en el hospital de Lomas Verdes; me parece que ningún sicario haría una cosa semejante. Si el compañero se está muriendo, lo rematan. No se van a comprometer a hacer un acto de este tipo. Seguro había un vínculo familiar cercano que por eso toman esta actitud de robar. Un sicario no haría una cosa semejante”, dijo.
Aseguró que no hay ningún elemento que apunto a un intento de secuestro o asesinato, “la tesis que se sigue manejando es más probable la de un asalto”.
Explicó que en la zona, donde está la casa del cardenal, operan algunas bandas que entran a las casas, amagan con pistolas a los habitantes y roban lo que quieren.
“Fue un acto muy violento, fue un acto muy planeado, con muchos elementos, participaron seis personas, pero no hay un dato que apunte a una cuestión más manera directa contra la vida del cardenal”, indicó.
jbh