Explosión deja un fallecido en Xochimehuacan, Puebla

El alcalde Eduardo Rivera acudió al sitio del incidente. Se reportan varios heridos.

En Puebla explota toma clandestina de gas LP | Andrés Lobato
Jesús Zavala y Abigail García
Puebla /

Un nuevo capítulo en la historia de tragedias de Puebla capital se escribió en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, donde se vivieron al rojo vivo los destrozos y dolor de una explosión por una toma clandestina en la comunidad, misma que además de terminar con la vida de una persona, dejó en el hospital a 17 ciudadanos, de los cuales al menos cinco se debaten entre la vida y la muerte al cierre de esta edición, así como grandes pérdidas materiales, todo ello a consecuencia del crimen organizado de la localidad.

Los teléfonos sonaron en punto de las 1:34 horas, las primeras llamadas de la ciudadanía reportaban a las autoridades un gran olor a gas e incluso la formación de una nube blanca que cubría el cielo sobre las viviendas, por lo anterior tanto los propios vecinos como personal de Protección Civil comenzaron a promover la evacuación de la zona.

Poco más tarde de las 2 horas, la primera explosión marcó pauta a los estruendos, donde de manera oficial al menos tres estruendos fueron los que causaron grandes daños estructurales en viviendas, no obstante, mediante videos y de viva voz, la ciudadanía señaló que al menos cinco fueron los impactos que se registraron en la zona.

Cerca de una hora y media después de la última explosión, el presidente municipal Eduardo Rivera Pérez acudió a la zona de riesgo en compañía de personal de Protección Civil Municipal (PC) para realizar un recorrido de reconocimiento en la zona, donde exhortó al resto de población que aún continuaba en sus hogares a retirarse.

Cabe destacar que en primera instancia el perímetro de riesgo había sido marcado en 300 metros a la redonda, sin embargo, horas más tarde y ante los recorridos de las autoridades se recalculó hasta un kilómetro de distancia de la zona cero, de donde al menos 2 mil personas fueron evacuadas y enviadas a uno de los dos refugios temporales habilitados por las autoridades locales.

El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, el presidente municipal Eduardo Rivera, la secretaría de gobernación Ana Lucia Hill, y mil 160 elementos en conjunto, entre militares, policías locales, personal de PC y trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) arribaron poco a poco a la zona de peligro, donde alrededor de las 10 horas, familias completas volvían a sus viviendas con la intención de defenderlas de los posibles actos de rapiña y vandalismo.

Hay más de 50 casas dañadas

Al recorrer las calles de la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, no solo se podía apreciar la gran ola de humo tras la explosión en un gasoducto, a esto se sumó la nostalgia, tristeza e incertidumbre, al caminar por las casas se podía escuchar el ruido de los vidrios al ser recogidos por los vecinos que aún se encontraban en la zona.

Alrededor de 2 mil familias tuvieron que ser evacuadas para evitar un daño mayor. Más de 50 casas resultaron dañadas, algunas solo registraron vidrios rotos, otras cuarteaduras en su estructura y otras más se perdieron completamente.

En entrevista para MILENIO Puebla, un grupo de colonos narró que se escuchó un fuerte estruendo, afirman que solo alcanzaron a levantarse de sus camas y salir corriendo a refugiarse lo más lejos posible.

“Estábamos dormidos y oímos una explosión muy fuerte, entonces todo empezó a romperse y salimos corriendo porque no sabíamos ni de que se trataba”, explicó Lilia Betanzos.

Pocas horas pasaron cuando decidieron volver a sus hogares, al llegar se encontraron con algunas casas que a causa del siniestro habían colapsado, señalan que una fuerte nostalgia les invadió y esto se sumó el miedo de llegar a su hogar y encontrarlo en esa situación. “Cuando llegamos todo estaba quebrado y hasta se cayó la ofrenda de mis papás”, señaló Fidencio Beltrán.

A pesar de que las autoridades los exhortaron a abandonar la zona por el peligro que representaba, algunos colonos se negaron pues temían que al dejar abandonadas sus pertenencias los amantes de lo ajeno se aprovecharan de la situación, por lo que algunos vecinos se organizaron para dar rondines, otros más optaron por llevarse sus cosas y unos más decidieron quedarse en la zona.

Hasta el momento se desconoce el saldo total de afectaciones, sin embargo, las autoridades estatales y municipales continúan en la zona evaluando los riesgos se prevé que podría tardar cerca de tres días en concluir.

AFM

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