La madrugada del miércoles la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) realizó un operativo sorpresa en el penal de San Miguel, en el que se incautaron más de mil 50 teléfonos celulares que estaban escondidos para ofrecerlos en renta a las personas privadas de la libertad, reveló el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta.
En conferencia de prensa, el gobernador dijo que durante el dispositivo de seguridad fue encontrado un sitio en el que los reos escondían los teléfonos para que pasaran desapercibidos y así pudieran mantenerse comunicados con el exterior, aún y cuando ese tipo de conductas no están permitidas.
“Solo podré decir que efectivamente en un operativo definido por los datos de inteligencia, se ubicaron en el lugar donde reclusos guardaban cosas introducidas ilegalmente, desde la crisis de Tadeo, grupos de ppl’s (personas privadas de la libertad) querían tener el control del reclusorio”.
Explicó que los celulares se ofrecían en renta durante toda una tarde a los reos pero después debían ser devueltos a sus dueños, o en venta definitiva para quienes pudieran cubrir dicho privilegio.
Advirtió que el equipo telefónico ahora será revisado por la Fiscalía General del Estado (FGE) para determinar si fue utilizado para la comisión de delitos, como la extorsión, proceso que aseguró se realiza en todas las detenciones de delincuentes.
El saldo del operativo fue el decomiso de mil 50 teléfonos celulares, 83 chips para teléfono celular, siete repetidores de WiFi, 13 pilas de celular, 20 memorias USB, dos bolsas con carcasas de celulares, cinco bolsas con cables de cargadores y audífonos Bluetooth, una bolsa con pilas externas para celular y una más llena con otros piezas de audífonos inalámbricos.
AFM