Un juez federal sentenció a tres integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), entre ellos a César Enrique Caro Escobar, sobrino del capo Rafael Caro Quintero, quienes fueron encontrados penalmente responsables de delitos contra la salud, posesión de armas de fuego y de cartuchos.
De acuerdo con la investigación de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada, de la Fiscalía General de la República (FGR), se presume que Caro Escobar, Vicente González Beltrán y Carlos Enrique García Méndez, pertenecen a una célula del CJNG que se dedica comerciar armas de fuego desde Estados Unidos y las venden en las ciudades de México y Guadalajara.
La pesquisa también arrojó que César Enrique Caro tiene relación de parentesco consanguíneo en segundo grado con el narcotraficante Rafael Caro Quintero, prófugo de la justicia y que hoy forma parte de una facción del cártel de Sinaloa, organización rival del CJNG.
En un procedimiento abreviado, un juez de control dictó sentencia condenatoria de seis años ocho meses de prisión contra ellos solo por delitos contra la salud, posesión de armas de fuego y de cartuchos.
En mayo de 2020, se inició investigación derivada de una denuncia anónima en la que se informó sobre la participación de diversas personas, quienes comercian armas de fuego desde Estados Unidos, para venderlas en la Ciudad de México y Guadalajara.
Derivado del trabajo de investigación, en agosto de 2020 se ejecutó orden de cateo en un inmueble localizado en las inmediaciones en la alcaldía Cuajimalpa, Ciudad de México, donde se detuvo a las tres personas, asegurándoles material bélico y diverso narcótico.
Después, se llevó a cabo la audiencia de procedimiento abreviado en la que el juez de la causa dictó sentencia condenatoria en su contra por los delitos de posesión de armas de fuego y de cartuchos de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea; contra la salud en su modalidad de posesión de clorhidrato de metanfetamina, de fentanil y 4-Antilo-N-Fenetilperidina y de fentanil 4-ANPP en su variable de venta con fines de comercio; además el decomiso de los indicios asegurados. Los tres sentenciados quedaron internos en el reclusorio Sur, en la Ciudad de México.
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