Sidronio Casarrubias Salgado, conocido como El Chino, señalado por la Procuraduría General de la República (PGR) de ser el jefe máximo de Guerreros Unidos y de ordenar el ataque contra los 43 normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014, permanecerá en la cárcel porque una jueza federal rechazó otorgarle el beneficio de prisión domiciliaria.
Fuentes cercanas al caso indicaron que Raquel Duarte Cedillo, jueza segundo de distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, determinó no conceder el cambio de medida cautelar, ante el riesgo fundado de que pueda evadir la justicia.
La petición se llevó a debate durante una audiencia que concluyó en las primeras horas de este miércoles.
Señalaron que durante la diligencia se dijo que Sidronio Casarrubias buscaba continuar su proceso penal, por los presuntos delitos de delincuencia organizada y desaparición de los estudiantes, en una casa de Metepec, Estado de México.
Sin embargo, las autoridades federales establecieron que existía temor fundado de que al dejarlo salir del penal de máxima seguridad del Altiplano huyera de la prisión domiciliaria.
Es importante mencionar que, tras su detención en octubre de 2014, Sidronio Casarrubias narró los nexos que tenían alcaldes y empresarios de Iguala, así como autoridades de otros municipios con Guerreros Unidos y con La Familia Michoacana.
En la ampliación de su declaración ministerial del 18 de octubre de 2014, ante la PGR, El Chino mencionó que el grupo Guerreros Unidos fue fundado por Cleotilde Toribio Rentería, El Tilde, quien fue detenido en la zona de Santa Fe, en la Ciudad de México, el 9 de julio de 2012.
Aseguró que, El Tilde es hermano de Sostenes, Federico y Seferino; y que de esa familia faltaban por ser capturados los hermanos Federico y Moisés.
Mencionó que él y su hermano Mario Casarrubias, El Sapo Guapo, tomaron el “control administrativo” de Guerreros Unidos a comienzos de 2014, pero Mario fue detenido en Toluca, Estado de México, en abril de ese año en un operativo del Ejército. En prisión, Mario falleció a consecuencia del covid-19, en julio de 2021.
Sidronio también puso al descubierto el conflicto que existía en ese momento entre las organizaciones criminales en Guerrero.
“…existe una guerra entre los distintos cárteles, como son Los Rojos, liderados por Omar Cuenca Marino y Santiago Mazario (Mazari) Hernández, El Carrete, así como con La Familia Michoacana, liderada por Johnny Hurtado y Alfredo Hurtado, La Fresa...".
“…el simple parentesco con Mario (Casarrubias) me hacía un objetivo de estos grupos, por lo cual procuraba siempre moverme solamente en los municipios donde existiera presencia de Los Guerreros Unidos; entre los municipios que puedo mencionar es Iguala, Taxco, Cocula, Buena Vista de Cuellar, Tepecua, donde existe arreglo con los presidentes municipales, y principalmente los directores de seguridad pública, arreglos que ya estaban a mi llegada y que el encargado de llegar con ellos era Gil", refiriéndose a Gildardo López Astudillo.
"En Iguala, estaban ‘arreglados’ directamente con José Luis Abarca Velázquez y su primo Felipe Flores Velázquez, ex secretario de Seguridad de esa localidad, quien es buscado por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa”, afirmó.
También manifestó que el empresario de origen argentino, Carlos Ahumada, supuestamente era socio de Johnny Hurtado Olascoaga, El Pescado, líder de La Familia Michoacana, en la zona de Tierra Caliente, Guerrero.
MO