Griselda Núñez Espinoza, fiscal especializada en feminicidios y delitos contra las mujeres de la Fiscalía General de Justicia del estado de Nuevo León, informó que durante el año 2021 han recuperado nueve menores víctimas de pornografía infantil.
De acuerdo con la funcionaria autónoma, esto tras dar seguimiento a cinco reportes provenientes de una organización internacional que les llegaron a través de la Guardia Nacional y la Policía Cibernética.
Además, agregó durante su participación en un evento realizado por el centro Civitas en redes sociales, de los cinco casos en cuestión se tiene vinculación a proceso en todos los eventos y una sentencia condenatoria.
Por otra parte, en cuanto al tema de trata de personas en general, Núñez Espinoza destacó que Nuevo León es segundo lugar nacional en carpetas de investigación con 71 en el primer semestre del año en curso.
Ese puesto que ocupa el estado en el país, recalcó, se debe a que en la entidad existe una unidad especializada para investigar ese delito por lo que no aparecen, como en otros estados, los delitos de este tipo colocados en otro concepto.
“En lo que va del 2021 tenemos cinco reportes hechos por Natmec (National Center for Missing & Exploted Children, por sus siglas en inglés), que es una organización internacional en que les permite el acceso a todos los drives y si detectan algo en nuestros aparatos se genera un reporte y se hace conocimiento al estado a través de la Guardia Nacional y la Policía Cibernética.
“De esos cinco reportes todos se encuentran vinculados, uno con sentencia condenatoria y fueron nueve víctimas las que fueron recuperadas de las manos de sus agresores y de los que realizaban este tipo de explotación”, precisó.
Durante su charla, la Fiscal insistió en lo importante de no solo visibilizar este delito de trata de personas, sino de investigar y llevar ante un juez a los presuntos delincuentes, por lo que denunciar el hecho se vuelve clave para erradicar la llamada cifra negra.
Además, Núñez Espinoza recomendó a la población que en caso de recibir algún material que pudiera considerarse como pornografía infantil, primero que nada no compartirlo y en segunda instancia borrarlo de sus aparatos.