“Salir de casa sin saber si regresaré” es lo que Jesús Joel Cerón García, padre de tres hijos y servidor de la seguridad pública del estado desde hace cinco años, considera lo más difícil de su oficio.
Se acerca el Día del Padre el próximo 16 de junio, y a pesar de ser un día especial, él prefiere gozar todos los días de sus hijos porque en su mente y corazón no sabe si éste, mañana o pasado, regresará para abrazarlos.
"Es difícil salir de mi casa todos los días, porque como policías salimos de nuestro hogar, pero no sabemos si vamos a regresar con bien o si de plano no lo haremos".
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"Siempre pienso en mis hijos, en mi familia, en mi hogar y pues sé que es complicada mi profesión, pero todo es un sacrificio por ellos", dice en tono melancólico, pero seguro de que cuidar y proteger a la sociedad hidalguense es una labor que le llena de orgullo, porque también lo hace por sus hijos.
"Yo hablo con ellos y les digo que éste es mi trabajo, que es un trabajo normal con sus riesgos, como los demás lo tienen, y escogí ser policía y disfruto hacerlo".
"Siendo policía siempre que salimos el riesgo está, y no puedo hablar de un día difícil porque todos los días lo son, ya que no sabemos qué pasará, y es normal perseguir a un delincuente o atender otras cuestiones de la profesión", platica este policía de 31 años.
Hace poco más de cinco años decidió ingresar al cuerpo policiaco debido a que no encontraba trabajo civil, y fue ahí donde le dieron la oportunidad de egresar con una carrera tras un año de estudios intensivos.
"Decidí ser policía porque el trabajo de la vida civil es muy escaso y se presentó esta oportunidad. Ahora soy egresado del Instituto de Formación Profesional de la Secretaría de Seguridad en donde estudié la carrera de Técnico Superior Universitario en Seguridad Pública e Investigación Policial, del 2013 al 2014".
"El C5i es un apoyo para realizar mejor nuestro trabajo, porque la tecnología también avanza y nosotros nos vamos actualizando para brindar el mejor de nuestro trabajo, nos hace mejores", manifiesta.
Actualmente trabaja en la Unidad de Recuperación de Vehículos Robados, por lo que está inmerso en los filtros de inspección de los números de identificación de los vehículos, así como en la verificación de que el vehículo no cuente con alguna alteración a través de estos números, o si hay reporte de robo del mismo.
"Me siento orgulloso de mi carrera, disfruto de hacer mi trabajo, al cual entro a las ocho de la mañana y no hay horario de salida, pero puede ser hasta las 21 o 22 horas", expresa sin titubeos y con la firme idea de que el fruto de su trabajo va dirigido a su familia, como su padre, Don Miguel Ángel, le enseñó.
"Mi papá es trabajador, de él saqué esa entrega por lo que nos gusta hacer. Recuerdo que siempre fue trabajador, no hay otra palabra con la que pueda definir la esencia de mi padre (…) siempre estuvo ahí, vi su esfuerzo y su sacrificio por sacar adelante a su familia, y ahora tomo esa lección porque sé que mis hijos también la retomarán algún día", expresa Jesús Joel.
De algo sí está seguro y es que "no me quiero morir", aunque sabe los riesgos que forman parte de su profesión "porque el peligro es latente y nadie sabe cuándo nos pueda tocar una situación en la que pudiéramos perder la vida".
"Ser policía y padre sí te hace cambiar la perspectiva de la vida y te hace pensar de distinta manera, por lo que disfruto más a mi familia, a mis hijos, porque ellos son mi estímulo para vivir", dice, no sin antes revelar que este Día del Padre lo festejará trabajando, "porque es parte de mi profesión, pero sé que mi mejor regalo es que mis hijos estén mejor y vivan en un lugar seguro para crecer".