Debido a su perfil de alta peligrosidad, 51 internos de penales mexiquenses fueron trasladados a diferentes Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos), todo esto con el objetivo de combatir la sobrepoblación penitenciaria y garantizar la gobernabilidad al interior de los penales en el Estado de México.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), tras revisar los perfiles criminológicos de 51 personas privadas de la libertad se determinó su traslado a penales federales, ya que sus perfiles eran de alta peligrosidad, por lo que los traslados se llevaron a cabo en el periodo del 8 a 17 de marzo.
La dependencia informó que, a través de Subsecretaría de Control Penitenciario se llevaron a cabo estas acciones que iniciaron el 8 de marzo con el traslado de 12 mujeres de los penales de Chalco, Ecatepec, Nezahualcóyotl Bordo y Sur, así como de Santiaguito y Tlalnepantla al Centro Federal de Readaptación Social del estado de Morelos.
Al día siguiente, el 9 de marzo se realizó el trasladado de 13 hombres al Cefereso Oriente, ubicado en Veracruz; en tanto, el día 16 se trasladaron otros 13 internos de Chalco, Ecatepec, Otumba – Tepachico y Santiaguito al penal federal de Chiapas; mientras que el 17 de marzo fueron trasladados otros 13 reos de los mismos penales estatales hacia el Cefereso de Michoacán.
Todos los internos trasladados pugnan condenas por delitos de alto impacto y, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad, los traslados fueron con apego a los derechos humanos de los reclusos.
Alta sobrepoblación
De acuerdo con el Atlas de Seguridad del Estado de México, en los penales mexiquenses hay una sobrepoblación mayor al 150 por ciento, toda vez que hasta octubre del año pasado la población fue de 34 mil 477 internos, mientras que los penales tienen capacidad para albergar un máximo de 13 mil 866 personas.
En tanto, en relación a los incidentes al interior de los penales del territorio mexiquense, en 2022 el Atlas de Seguridad documentó hasta septiembre 33 eventos, de los cuales nueve fueron agresiones con arma blanca, ocurrieron ocho fallecimientos por casusas naturales, siete riñas, seis agresiones, dos autoagresiones y uno de violación.
Según las autoridades penitenciarias, en ese periodo no hubo casos motines, alteración al orden, homicidio, suicidio, intento de evasión, evasión, acoso sexual y agresión a personal de los penales.
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