El nombre de Genaro García Luna les causa miedo, indiferencia y hasta enojo. Algunos de ellos, hace años, comieron en lo que alguna vez fue el restaurante propiedad del ex secretario de Seguridad Pública, quien fue acusado de presuntos nexos con el crimen organizado y hoy enfrenta un juicio en Estados Unidos.
Ubicado entre unidades habitacionales, que dejan ver un nivel socioeconómico de vida distinto entre ambas, aquel predio hace años, dicen, lucía bien, pero quienes ahí comían recuerdan que había personal de seguridad y escoltas en autos no rotulados, con algún logotipo o sello de la policía, lo que hacía que el paso al lugar fuera a veces restringido.
- Te recomendamos Autoridades y cárteles se reunían en restaurante de CdMx: agente de DEA en juicio contra García Luna Policía
"Había ahí siempre dos carros particulares con weyes y no dejaban entrar", recuerda alguien que comía ahí.
En la esquina de la calle Paseo de los Cedros Número 1 y Prolongación Ignacio Aldama, se ubica la Fonda de Santa María, la cual se sabe que es del ex funcionario del sexenio de Felipe Calderón.
El predio permanece asegurado con sellos de la entonces Procuraduría General de la República (PGR); algunos de ellos incompletos. En un recorrido realizado por MILENIO, se observó que actualmente el restaurante luce en completo abandono, cuando hace años era vigilado por personas de segguridad en la entrada.
Los cristales en los que también se lee: Café Los Cedros, están empolvados y con sellos de la PGR. Desde afuera puede apreciarse que las sillas y mesas no están, en tanto las paredes parecen intactas. El azulejo rojo del exterior no está muy dañado y la lona verde que cubre el terreno se ve vieja.
Frente al restaurante, sobre la calle Prolongación Ignacio Aldama, al menos un policía a bordo de una patrulla de Protección Federal parece resguardar el inmueble.
En este cruce y calles aledañas se han instalado cafeterías, una farmacia, un consultorio, un puesto de frutas, un Oxxo y negocios diversos, pero sus empleados deciden no hablar de lo que pasó con la propiedad; de desentienden de toda pregunta y en su cara se ven temerosos. "Ah, no, ni sabíamos", dice uno.
De acuerdo con comentarios en internet, el lugar era bonito, se comía sabroso, la atención era buena y los precios eran accesibles.
El gobierno federal aseguró en 2020 tres inmuebles, entre ellos, una mansión, que son propiedad de Genaro García Luna, como parte de una investigación por enriquecimiento ilícito por 27 millones de pesos.
Las propiedades son el restaurante, así como otro predio en calle Monte del Funiar No. 21, colonia Jardines en la Montaña, alcaldía Tlalpan. Otro de los inmuebles está en calle Amate sin número, lotes 12 y 13 de la manzana 22, Fraccionamiento Pedregal de las Fuentes, en el municipio Jiutepec, Morelos.
Lo anterior, derivó de la orden de aprehensión otorgada el 27 de noviembre de ese año por el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal con sede en el reclusorio Norte.
El 9 de diciembre de 2019, Genaro García Luna fue detenido y ahora enfrenta un juicio en Estados Unidos donde también fue sentenciado Joaquín El Chapo Guzmán, del cártel de Sinaloa.
De acuerdo con el Registro Nacional de Profesionistas, es licenciado en Ingeniería Mecánica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), bajo la cédula profesional 2048572 expedida en 1995.
Con el tiempo mostró su interés en temas policiacos que incluso escribió publicaciones que hablan de ello, por ejemplo su texto ¿Por qué 1661 corporaciones de policía no bastan? Pasado, presente y futuro de la policía en México y El nuevo modelo de seguridad para México.
El 30 de julio de 2020, la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) dio a conocer sobre la acusación formal en un Tribunal Federal en Central Islip, Nueva York, acusando a Genaro García Luna, de "participar en una empresa criminal continua".
Luis Cárdenas Palomino, ex director de Seguridad Regional de la Policía Federal y Ramón Pequeño García, mando de alto rango en la misma corporación, trabajaron para García Luna, fueron acusados cada uno de tres cargos de conspiración para traficar cocaína.
Documentos judiciales de las autoridades estadunidenses refieren que de 2001 a 2012, mientras ocupaba cargos policiales de alto rango en el gobierno mexicano, García Luna recibió millones de dólares en sobornos del cártel de Sinaloa a cambio de brindar protección a narcotraficantes.
De 2001 a 2005, García Luna dirigió la Agencia Federal de Investigación de México y de 2006 a 2012 se desempeñó como Secretario de Seguridad Pública de México, controlando la Policía Federal de México.
Cárdenas Palomino y Pequeño García también fueron funcionarios policiales mexicanos de alto nivel que trabajaron bajo las órdenes de García Luna durante este tiempo. Cada uno recibió millones de dólares en sobornos del cártel de Sinaloa, según la DEA.
A cambio del pago de sobornos, entre enero de 2001 y el 2020, los ex funcionarios abusaron de sus cargos públicos al permitir que el cártel de Sinaloa obtuviera un paso seguro para sus cargamentos de drogas y al proporcionar información confidencial a las fuerzas del orden público sobre investigaciones del cártel e información sobre cárteles de la droga rivales, lo que facilita la importación de cantidades de varias toneladas de cocaína y otras drogas a Estados Unidos.
García Luna presuntamente ayudó en al menos seis cargamentos de cocaína por un total de más de 50 mil kilos de cocaína.
FLC