Los sicarios que asesinaron a tres policías en Huixcolotla, dispararon en al menos 154 ocasiones para lograr su cometido, así los revelan los indicios de la investigación el sitio, en donde la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla documentó al menos ese número de casquillos percutidos.
En el lugar, además quedaron manchas hemáticas y vidrios rotos tras el ataque del que fueron víctimas los oficiales Roberto y Arturo, al igual que la comandante Yusami la madrugada del lunes.
En tanto, luego de que la tarde de ayer renunciaran alrededor de 11 de los 25 policías con los que contaba el municipio de Huixcolotla, ante el temor de ser víctimas de un atentado, la seguridad quedó a cargo del gobierno estatal.
Para ello el equipo táctico de las Mambas Negras arribó al municipio en vehículos blindados.
En entrevista con MILENIO, el director de la policía estatal, Raymundo Garduño, detalló que permanecerán en el sitio el tiempo necesario para garantizar la seguridad de los habitantes de Huixcolotla.
"Se reforzó con elementos de fuerzas especiales para que tengamos mayor presencia en el municipio un apróximado de 40 elementos más... traemos algunos vehículos blindados, son elementos que tienen un adiestramiento de alto rendimiento de fuerzas especiales, parte de eso es que les quede la certeza que vamos a seguir trabajando para implementar la paz social".
Fue la madrugada de este lunes que un comando emboscó y asesinó a tres policías municipales de Huixcolotla; los hechos ocurrieron sobre la carretera federal Puebla-Tehuacán, a la altura del acceso al municipio, ahí alrededor de ocho sujetos desconocidos, que viajaban en dos camionetas, dispararon contra los uniformados quienes patrullaban la zona a bordo de su unidad.
Tras las lluvia de plomo dos oficiales identificados como Roberto y Arturo murieron en el lugar, en tanto que la comandante de nombre Yusami quien resultó gravemente herida, falleció camino al hospital.
Luego de perpetrar el ataque los sicarios abandonaron una manta con un mensaje de amenaza en el lugar para luego escapar.
CHM