La conversación entre dos delincuentes de la organización criminal de Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, del cártel de los Beltrán Leyva, pone en entredicho la versión de que el ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, tenga nexos con el crimen organizado.
En la investigación de la Fiscalía General de la República (FGR), la defensa del general manifestó que la intervención de comunicaciones de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) así lo demuestra.
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En las intercepciones del 24 de noviembre de 2016, uno de los delincuentes refiere haber recibido información de que el supuesto Padrino no es en realidad el secretario de la Defensa Nacional, lo cual es corroborado por las manifestaciones de otro narcotraficante, en las que a pesar de querer sostener que su contacto efectivamente es el secretario, proporciona una descripción física que evidencia que no se trata de la misma persona.
Ambos delincuentes concluyen que no tienen la certeza de que El Padrino sea el general, sino otra persona.
“Negligente o maliciosamente dichos agentes y los fiscales (de Estados Unidos) que participaron en el caso, obviaron las intercepciones de las comunicaciones entre (delincuentes) en las que manifiestan sus graves dudas sobre la identidad de El Padrino y proporcionan una descripción notoriamente discrepante con la del general (Cienfuegos) y particularmente concluyen que en realidad "su Padrino" no es el general…y principalmente la investigación es omisa en acreditar la causa probable que explique por qué uno de los más prestigiados militares mexicanos, con casi 60 años de servicios intachables a su nación, en el momento más encumbrado de su carrera y todavía con varios años más por delante en el máximo cargo militar, se prestaría a colaborar con un presunto narcotraficante de poca o nula importancia".
Ante la FGR, el defensor indicó que no existe información sobre la supuesta identificación personalizada que demuestre que el entonces secretario sea El Padrino.
Por este motivo solicitó a la FGR no ejercer acción penal contra su cliente, porque en forma “tendenciosa e infundada” no se aportó algún medio de prueba de que esas capturas de pantalla que se presentaron como evidencia para detener al militar correspondan a mensajes del ex secretario.
irh